The Code / El Código

¿Eres tú? ¡Santo Jesucristo por Dios! ¡Eres tú!

CAPÍTULO 3

No pregunte más, no me interesaba saber qué era lo que estaba pasando, lo único que acapara toda mi atención en estos momentos soy yo. ¿¡Como demonios estaba pasando esto, me habían drogado o simplemente era una alucinación consecuente de los golpes proporcionados!?.

Eran preguntas que no paraban de repetirse una y otra vez en mi cabeza, lo único que quería era darle respuesta alguna de ellas.

Poco a poco, me fui acercando a aquel árbol dónde me encontraba yo cuando era niña, pero esta vez estaba peleando con los otros dos niños a mi alrededor.

–Mike déjame en paz- gritaba uno, al parecer el más pequeño.

- Ni lo pienses Kurt, te había advertido que no siguieras molestando a nuestra hermana- el primer hermano sé soltó del agarre del segundo -Ella no es nuestra hermana ella no es una Mooren es un monstruo ¿¡Acaso no lo ves Mike!?-

En ese instante, la niña rompió en un llanto desgarrador y el tal Mike, hecho una furia le soltó un sonoro golpe a su hermano. En ese momento quise correr a parar la pelea que se había hecho pero algo me estaba reteniendo los pies, se trataba de unas ramas que me comenzaron a obstruir el paso.

Comencé a pelear contra las ramas para poder escabullirme, pero estas parecían incrustarse cada vez más a mí, lastimándome al mover siquiera un dedo, simulaban serpientes apretando su agarre con cada movimiento.

- Llego tu tiempo hermanita, es hora de que te vuelvas una verdadera Mooren de una vez por todas.- Fue entonces de aquel lugar donde se encontraban los hermanos y la pequeña niña, salió un hombre que aparentaba unos 22 años de edad.

- ¿Quién eres?- musité apenas, con cierto miedo impregnado en mi voz. El hombre sacó a relucir una sonrisa que a mi parecer expresaba maldad pura.

– ¿Acaso no me reconoces?- dijo en un tono sarcástico, a lo que yo negué. Fue ahí donde pareció salir de balance y mirarme un tanto incrédulo - Es peor de lo que pensaba- se acercó a mí, en ese momento las ramas me llegaban hasta la cintura, frustrando ahora también el movimiento de mis brazos y manos.

- Cuando regreses asegúrate de decirle a Kayla y a nuestro querido hermano Mike que esto apenas comienza.- Y entonces la resolución cayo en mi como un balde de agua helada.

-Kurt- musite incrédula, pero más en un tono de pregunta, él era el mismo chiquillo que estaba conmigo y el otro niño, Mike.

– ¿Qué demonios está sucediendo? No entiendo nada- dije asustada.

- Estas muy confundida pequeña- acaricio mi mejilla con una de sus palmas un tanto ásperas y de uno de sus bolsillos sacó una especie de frasco con un contenido azul. Lo abrió y me lo acercó a la boca, pero me negué a aceptar ya que no sabía el origen de su contenido.

- No temas hermana esto te ayudará a recordar- Sabía que no era mi hermano, lo podía sentir en cada partícula de mi ser y estaba completamente segura que esto no era más que un mal sueño, así que sin más tome el contenido de aquel frasco que me ofrecía el tal Kurt y él sonrió satisfecho. Una vez que termine de tomarme lo que había en el vaso se alejó de mí y me observo, parecía ansioso de que algo ocurriese.

- ¿Sientes algo diferente en ti?- inmediatamente negué

-¿Se supone que algo debía de pasar?-solté un tanto sarcástica. Minutos después, ya me encontraba tranquila; aunque por alguna extraña razón un tanto mareada.

Seguía estando observada por aquel chico que decía ser mi hermano. Se le notaba un tanto escéptico y exasperado, cada cierto tiempo pasaba una de sus manos por las hebras de su cabello hasta tocar su barbilla.

Ya habían pasado 5 minutos desde que tome aquel líquido y lo único diferente era mí pereza.

-¡Es todo! ¡Esto no está funcionando! ¡Me han engañado!- decía furioso y al escuchar aquellos gritos yo solo podía ponerme alerta por el temor de que me hiciese daño, y al parecer él se percató de mi mirada.

- ¡Tu!- me señalo - escúchame bien hermanita- se acercó de una manera un tanto violenta a mí y en ese momento las ramas empezaron a desaparecer, sin embargo él me tomó fuertemente de los hombros y con una de sus manos me obligo a verlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.