Jules Pov.
Sostengo con más fuerza el volante de la SUV de mi tía Blue. Piso el acelerador con confianza y sigo la carretera que me llevara a la ciudad más próxima. El camino se desdibuja con la velocidad. Los árboles y algunas cabañas y casas van quedando atrás, en una mancha verde y gris. Me hallo en camino a ShineMoon la ciudad más próxima a SilverMoon gracias al error que cometió Giselle en el envió de mi equipaje.
_ Hola hermanito ¿Cómo está? _ me saludo Gis cuando conteste el teléfono el día anterior.
_ Mejor. Gracias a los antibióticos ya no me duelen mucho las costillas aunque tardaran en sanar ¿Cómo esta Diana? y…. ¿Nuestros padres? _ revele.
_ Diana está bien. Mamá sigue igual que como la dejaste. Lloras a escondida, es lo que ella crees, y papá sigue con un humor de perros _ confesó.
No me hacia feliz que mamá siguiera en ese estado y papá, pues era él. Quería decirle algo, palabras reconfortantes para mamá y a papá que lamento no ser el hijo que él quisiera que fuera. Aunque no sé si deba lamentar lo que soy. Algo dentro de mi me dice que no. Que no lo lamenté. A mi cabeza vino una imagen de Grey y de alguna forma fue suficiente para no lamentar ser gay. Antes que dijera algo, Giselle agrego.
_ Ya se les pasara. Sé que es pronto, pero ¿algo que contar? No sé, nuevos amigos, vecinos, ¿cómo es vivir con la tía Blue?
“Si tenía algo que decirle pues: conocí a un chico que se muere de bueno y lo más increíble es que parece que le intereso, que, ¿Cómo lo sé? Pues porque estuve así (junto mi índice y pulgar) en perder la virginidad con él el primer día que cruzamos unas palabras”
Era lo que tenía en mi mente, pero en cambio dije.
_ Vivir con ella es agradable aunque la veo poco. Regenta un restaurante muy visitado por las personas y siempre está ocupada, pero el tiempo que he podido pasar con ella es agradable.
_ ¿Sabe por qué te fuiste de casa?_ pregunto curiosa Gis.
_ Se lo dije el segundo día de mi estancia aquí. No era como si pudiera ocultarlo. Ella fue quien me llevo al médico_ esclarecí_ No hizo pregunta ese día, pero al siguiente sí _ me encogí de hombros aunque Gis no me estuviera viendo_ Así que le dije lo que había pasado.
_ Supongo que no le dio la importancia que pensaste que le daría. Sino no tuvieras aun allí.
_ Supones bien. Ella dijo que no le veía nada de malo.
_ No hay nada malo _ afirmó Giselle tan segura de sí que me hizo sonreír por su apoyo _ escucha, Diana y yo pensamos en no decírtelo pues, bien quizá no te guste, pero ese chico no es de mi agrado, de nuestro agrado _ aclaró _ pero tú lo elegiste y si lo quieres, bien. No nos meteremos en su relación.
De que hablaba. No le agrada Gregory ¿por qué? Y más importante de donde lo conocen. Iba a exponer mis dudas cuando Gis dijo.
_ Lo aborrezco, mas porque salió corriendo dejándote con papá sin importarle lo que hubiera pasado si yo no hubiera llegado _ Giselle hizo una pausa que yo aproveche para suspirar aliviado. Era de Esteban de quien hablaba. Ni me acordaba de él_ cómo te iba diciendo, ese chico tuvo la desfachatez de preguntar por ti. Ni siquiera se atrevió a mostrar su cara por aquí. Me lo encostre en la calle y con cinismo me dijo: ¡Hey! ¿Cómo le va a tu hermano? En serio Jules ¿qué le viste?
“Ni idea”. O quizá sí. Esteban es un buen chico, quizá no me amará como creí, pero eso no significa que no sea guapo, inteligente y agradable. No como Grey claro, pero… “No conoces a Gregory, Jules”
_ Es un buen chico _ lo defendí _ no sabía cómo afrontar a mi padre y por eso huyo. Su familia sabe que es bisexual y lo apoya así que…
_ No lo defiendas _ me interrumpió mi hermana.
_ No lo hago.
_ Si lo haces.
_ Gis _ exclame.
_ Jules_ contraataco.
Nos quedamos en silencio por un segundo. Se podía escuchar su respiración al otro lado de la línea.
_ Sé que Esteban no es para mí. De hecho no había pensado en él estos días y sinceramente nunca creí estar enamorado de él. No voy a negar que me gustaba pero…
_ ¡Espera! “Gustaba” tiempo pasado _ me interrumpió
_ Si, Gis pasado. Mira, porque mejor no hablamos de otra cosa, si. No quiero hablar de eso _ ya sea porque la paliza que me dio mi padre estaba reciente o por otra cosa que escapa a mi entendimiento, Giselle dejo el tema hasta ahí.
El resto de la tarde, Giselle y yo hablamos de trivialidades. Fue un alivio que no preguntara si había conocido a alguien o porque ya no me gustaba Esteban. De hecho yo mismo no sabía en qué momento me dejo de gustar o de pensar en el. Y tampoco tenía una explicación de por qué no le decía a Giselle sobre Gregory. Ella lo sabía todo de mí y sin embargo se me hacía difícil hablar sobre él. Aunque es que ni yo sabía que pensar de ese chico. Ni siquiera estaba seguro de que color eran sus ojos, ¿verdes o amarillos?
Editado: 21.08.2018