Asteria.
El silencio es denso y pesado, se siente por toda la habitación y Ruel me observa en silencio. Sus cejas levemente fruncidas, su postura totalmente relajada sobre el sofá blanco mientras en su mano derecha sostiene un vaso de una bebida alcohólica.
—Te ves algo tensa, Asteria — él mueve el vaso y suenan los hielos levemente — Por ahora, tu hermano no ha logrado saber tu ubicación exacta, así que deberías de despejar tu mente.
Me remuevo sobre mi asiento y respiro hondo antes de responder con una ligera sonrisa algo forzada.
— ¿Despejarla? ¿Me sugieres que esperes a que Khawar me encuentre? — lo observa levemente atónita.
Ruel hace una mueca antes de negar levemente. Se pone de pie y se sienta a mi lado, su mano toma la mía y le da un suave presión.
—Sabes que no me refiero exactamente a eso, pero recuerda que si tu mente se encuentra nublada, no podrás tener éxito en tu plan.
—Es muy fácil decirlo cuando no te quieren matar a ti — mascullo sarcástica y Ruel voltea los ojos — Tal vez Kader sepa dónde se encuentre él...
—Kader no hace eso, Asteria —me interrumpe bruscamente y toma un sorbo de su bebida y luego deja su vaso en la mesita — Él solo observa el futuro, tú lo sabes mejor que nadie.
— El futuro está escrito, pero eso no me consuela — respondo, visiblemente preocupada por el recordatorio. — El hecho de que sea inevitable no hace que sea menos preocupante. Y, tal como te dije, es muy difícil no preocuparte cuando él sigue buscando de manera constante como quitar mi sello.
— Sé que lo estás pasando mal y lo entiendo — Ruel tiene un tono más conciliatorio y tranquilizador de lo habitual. — Pero, si de verdad quieres estar tranquila, deberías que poner tu confianza en él. El destino nunca se equivoca y, aunque tu hermano vaya a encontrarte eventualmente, sé que saldrás ilesa y libre. Al final, todo va a estar bien.
Aprieto mis labios y asiento levemente, mis ojos se quedan fijamente en el vaso. Ruel tiene razón, no puedo entrometer a Kader y los demás en esto, es un problema familiar. Pero si yo los creé, ¿no sería familia también?
No, no es lo mismo.
— Asteria, aún sí tu hermano y tú vienes de dos mundos diferentes, aunque seas su hermana, él no te ve de la misma forma que tú lo ves a él. Su mentalidad es muy diferente, él no quiere crear y convivir como tú lo haces. Él ha demostrado que no le importas en lo más mínimo. Su única preocupación es hacerte daño y acabar con tu vida antes de que tú lo hagas.
— Ruel, ¿tú crees que mi hermano, en realidad, cambia en algún momento? — pregunto, mirando fijamente al chico.
Al parecer Ruel ve lo dudosa y pensativa que estoy, sin embargo, él sigue en su tono de seriedad.
—No, Asteria. Sé que te preocupas por él y te gustaría poder tener una relación de hermanos verdaderamente normal. Pero eso no es posible en este momento. Él ha seguido un camino muy distinto de ti, y está obsesionado con su paz y en el sello. No le importa cómo su comportamiento te afecta a ti.
Observe el sello en mi mano y lo acaricio levemente, recordando claramente todo lo que ocurrió hace años. Lo que él me obligó a hacer. A quienes tuve que traicionar y ver morir por la locura de mi hermano.
Ya no quedan más dioses como nosotros dos.
Alguien toca la puerta, y segundos después Nyx entra en silencio, sus ojos azules me observan con total atención. Se escuchan otros pasos y Theo se asoma por la puerta, todos lo observamos y apenas sus ojos conectan con los míos, él sonríe ampliamente y camina hasta sentarse a mi lado. Su sonrisa se amplía aún más.
—Al parecer todavía no has completado tu curso de modales, Theo —Nyx encara una ceja mientras se cruza de brazos.
Theo mira a Nyx con un aire de incredulidad. Parece que está sorprendido de su actitud, y su mirada no deja de estar cargada de una actitud divertida.
— No estoy familiarizado con las normas de la cortesía — dice Theo, con un tono algo burlón. — Pero, en mi defensa, nadie me lo ha explicado...—Nyx frunce el ceño, claramente molesta por el descaro del chico — Además, a mí me creó primero que a ustedes dos. —señala a Ruel ya Nyx— Asteria es la única que me puede mandar.
Ruel parece estar claramente cansado de las actitudes de Theo y Nyx, y sus murmullos parecen estar relacionados con sus actitudes. Por otro lado, Nyx se sienta en el sofá junto a Ruel, sin decir nada. Theo mira a Nyx con una sonrisa maliciosa. Su mirada parece indicar que el tema de la cortesía ya no le interesa en lo más mínimo, y no tiene la intención de seguir el tema. Las miradas de Theo y Nyx se cruzan por un momento, sin decir nada.
—Theo, no puedes llegar y sentarte así tan de la nada — dice Nyx con tono algo crítico y niega ligeramente. — Hay cierta formalidad a la hora de saludar, y debo decir que tu actitud no es precisamente la más agradable. Es como si no te importara la opinión de los demás...
—¿Y desde cuándo piensas que me interesan?
— Niño engreído — murmura Nyx antes de observar la bebida que está en la mesita — ¿Qué es eso?
—Una bebida alcohólica, la hizo Merikh hace unos días, ayuda a relajarse — Ruel le ofrece a la pelinegra, pero ella niega levemente.
—¿Merikh? —pregunta extrañado Theo y me observa.
Asiento y sonrío levemente, de mi mano salen chispas blancas y aparece la imagen de un chico de cabello negro y ojos rojos, al parecer está limpiando una habitación.
— Puse a prueba su inteligencia y habilidades. Creo que ha demostrado ser realmente capaz. — responde Ruel, con una ligera sonrisa en su rostro.
Por otro lado, Theo está claramente intrigado por la imagen de Merikh que aparece antes de sus ojos. Su expresión cambia de una de curiosidad a una de admiración, y sus ojos parecen brillar de forma peculiar.
—Es un Kylmä — murmura Nyx asombrada y me observa extrañada —¿No dijiste que crear a un Kylmä era difícil?