Capítulo 9 - El comienzo del fin

Y me encuentro aquí nuevamente, a unos cuantos metros de aquella casa donde comenzó la desgarradora historia de una chica llamada Anna que lleva consigo el recuerdo de su amigo asesinado a manos de unos desconocidos y la esperanza de encontrar a Victoria, la chica que desapareció con el soplar del viento y la noche tormentosa. — He aquí el comienzo del fin. - Pienso en voz alta. 
— ¿Qué dices? - Me pregunta Sara. 
— Olvídalo. 
— Lo que digas!... Ahora... ¿entramos? - Dice, mientras camina hacia la entrada de las grandes puertas del jardín. Comenzamos a inspeccionar el área comprobando que no hubiese nadie por ahí cerca. <<Era obvio, como dijo aquel anciano... Nadie se atreve a venir a este lugar>> 
- Anna, ¿Cómo podríamos pasar? La puerta al jardín está cerrada... - No sé realmente... La última vez la puerta se abrió sola; debe de haber un mecanismo, seguro que está atascado. 
- Pues busquemos soluciones... Debe de haber una manera de entrar, ummm... Tal vez... una llave? - Dice Sara mientras recorre de lado a lado la entrada, como si buscara algo. 
- Aff! Sara! No seas ingenua! ¿cómo va a haber una llav...?  -
¡Aquí está! 
- ¡¿Queee?! Sara encontró una llave que se encontraba en la boca de unas de las gárgolas que decoraban la entrada. 
- ¿Ves? Fué fácil. - Me dice Sara mientras me mira con una cara de indiferencia y abre la puerta. - Extrañamente fácil. - Agrego a su comentario. 
La puerta hace un ruido insoportable al abrirse, es tan agudo que dejaría sordo a cualquiera. Caminamos por el sendero de piedra que lleva a la puerta de la mansión; esta vez  me fijo en cada dellate de los objetos que complementan la estructura. La decoración es tosca y la rodea la niebla, dando un toque fantasmal; hay estatuas algo curiosas, realmente me asustan, siento que cualquier momento cobrarán vida y me comerán los cesos. <<llámenme loca pero esa es la verdad>>
Ya estamos frente a la enorme puerta de la Mansión Ravenforst. Con justa razón hay un aviso de expropiación clavado en la entrada principal. La casa está completamente cubierta de tablones, por lo que nuestra prioridad debe ser encontrar una manera de entrar. Debemos caminar con cuidado sobre las tablas podridas del porche, podría caer y lastimarme el tobillo. Las puertas y ventanas están bloqueadas y el techo descuidado ofrece poca protección contra las tormentas. Sara y yo seguimos buscando a alrededor, no creo que esta vez encontremos una llave que pueda resolverlo todo. 
Jajaja.- Sara comienza a reír.
- ¿Qué es tan gracioso? 
- Ya sé como podemos pasar,ahí hay un timbre. - Responde Sara, llevando el dedo índice al botón. - ¡Por favor, Sara! ¡Deja de jugar! Sara ha presionado el timbre. RIIIIIIN!!
<<Espera...>>
- ¡¿Ha sonado?! ¡Ha sonado! - ¡¿Cómo es eso posible?! ¿¿Cómo puede haber electricidad estando abandonada la mansión??
- A mi ya nada me sorprende. - Agrega Sara arqueando una de sus cejas y cruzándose de brazos. - Ummm, aquí huele a gato encerrado. 
- U a otra cosa... - Jaja. - Suelto una carcajada. Comienzo a caminar de un lado a otro, no me he fijado bien y he tropezado con uno de los tablones que conforman el suelo. 
- Ayy!! 
- Ajj! ¡Que torpe eres, Anna! 
- Ey! ¡No es mi culpa! ¡Uno de los tablones está suelto! 
- La casa es vieja, se está deteriorando, es normal que algunas tablas estén sueltas, camina con cuidado, por favor - Sara se asoma he inspecciona el área.
- Pero mira Sara, hay algo bajo la tabla, ¿qué es...? 
- Tienes razón, hay que quitar la tabla de en medio. 
Sara ha sacado una palanca y.... <<Espera... ¿De dónde ha sacado la...? Aff! ¡No importa!>> 
Después de aplicar una gran fuerza sobre la palanca, logró sacar por completo aquel tablón. - ¿Qué es eso? ¿Un expediente? - Debajo, en el porche, había un sobre lleno de papeles. <<¡Otro más!>> - Pero...¿Qué trae dentro? ¿Y qué son esos números?

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