The Diary of Anna [terminada]

Capítulo 15 - ¿Caminos separados?

- ¡¿Qué mierda está pasando aquí?! - Ahogo un grito y tiro al suelo aquel estúpido libro. - ¡¿Qué es todo esto?! - Me levanto rápidamente del asiento. Sara recoge el libro del suelo y lee aquel mensaje. Se ha quedado pálida al ver aquella palabras subliminales y yo me siento nuevamente, subo los pies al banco, los junto y con mis manos abrazo mis rodillas con la cabeza entre ellas. - Sara, tengo miedo. Sara no me ha respondido, ni siquiera se ha movido, parece que no me ha escuchado. Aún permanece en la misma posición. - Sara. - Le llamo nuevamente sin embargo sigue sin responderme. - Sara. - Vuelvo a llamarla pero esta vez alzo la voz. - Este libro...- Dice con voz ronca.- Aquí... - ¿Si? ¿Qué pasa? No entiendo que quiere decir, ¿qué esta mirando? ¿tanto le afectó aquel mensaje? - Los nombres de nuestros padres están aquí... - Dice en un hilo de voz. - ¡¿Qué!? Rápidamente me levanto, le arrebato de las manos el diario y lo observo atentamente.  * Márilin Topsons y George Topsons X Escrito con pintura roja. Deslizo mi dedo por la escritura y me mancho de carmín. La pintura aún está fresca lo cual significa que la escribieron hace poco. - ¿Qué crees que significa? - Dice mi hermana un tanto asustada. - No lo sé. Puede que sea sólo una broma. - ¿Una broma? ¿esto te parece una broma? - No es... No quise decir eso... - ¿Los nombres de nuestros padres están escritos aquí y no te importa? - Claro que me importa, solo digo que no tiene que significar algo. Estoy completamente segura de que alguien lo escribió a propósito antes de que llegáramos aquí. Quieren asustarnos. - ¿Estás diciendo que todo esto es una mentira? ¿Que aquel anciano nunca existió? ¿Que sólo fue una ilusión? ¿Estás diciendo que es sólo casualidad que tú nombre esté escrito aquí? ¿Estas diciendo que alguien escribió "Márilin y George Topsons" sólo para asustarnos? ¿Que alguien está causando todo esto para mantenernos alejadas? ¡Yo no creo eso! - Sara, tiene que haber una explicación.  - Ah, ahora eres tú la que decide irse por una explicación científica, ¿no? - Sara... - Digo tratando de calmarla. Se lleva las manos a la cabeza y comienza a andar por el pasillo de un lado a otro. - Nada de esto hubiera pasado si no fuera por tu capricho de encontrar a tu querida Victoria. - Dice tan bajo que no estoy segura si lo ha dicho para que yo lo escuchara. - ¿Qué dices? - Nada. - Te he escuchado. Suspira. - ¿Estas diciendo que todo esto es mi culpa? ¿Que no estuviéramos aquí si no fuera por mí? ¡Yo no te obligué a venir! Lo hiciste por tu propia voluntad. - No seas mal agradecida. - Ah, ¿Yo soy la mal agradecida? ¿yo? ¿es en serio, Sara? - No haces más que pensar en ti, todo es yo, yo y yo. ¡No eres el centro del mundo! Y acéptalo ya... Victoria está muerta, nunca la podrás encontrar. Estuve reteniendo por mucho tiempo mis lágrimas hasta que comienzan a rodar por mis mejillas. Estoy furiosa, no estoy segura de mis palabras. - Tú no lo comprendes...y nunca lo harás. No soy como tú que lo olvida todo tan fácilmente como hiciste cuando te marchaste de casa. - No seas egoísta, siempre he estado para ti. Aunque yo también tengo una vida, ¿sabes? - Pues, ojalá nunca hubieras salido de ella. - Dicho esto me arrepiento al instante. No he sabido medir mis palabras, no lo he pensado lo suficiente, solo ha salido así ¡Poff!. Sara se ha quedado paralizada. Puedo ver como la tristeza invade su rostro. Se acomoda la mochila y me mira fijamente a los ojos. - Espero que puedas seguir tu propio camino sola, porque yo no estaré aquí para ayudarte. Se da media vuelva y camina rápidamente hacia la salida y se pierde tras ella. - ¡Sara! - Grito su nombre al ver lo que tiene planeado hacer. Me dejará sola aquí. Creo que tiene razón, sólo pienso en mi. Me paro en la puerta y miro a todos lados... no está...camina muy rápido. ¿Dónde se ha metido? Me cuesta respirar, mi corazón late aún más rápido. Camino de un lado para el otro pensando que hacer. Estoy furiosa conmigo misma. - ¡Ajjj! - Grito llena de ira y lanzo el libro por los aires y le da por un lado a la cruz, la cual se endereza en la pared. Bajo esta comienza a abrirse la pared. Parece que he activado algún mecanismo. Es raro, nunca había visto algo así. - ¿Qué es esto...? - Me acerco y apoyo mis manos en los bordes de la pared abierta, me inclino adelante y una leve brisa toca mi cara, veo la niebla dispersada por todas partes. Estoy fuera, ¿pero dónde? ¿qué parte de la casa es esta? Traspaso aquel agujero y me encuentro en otro terreno, este ya no es el subterráneo. Miro hacia arriba y me doy cuenta de que estoy justo a la mitad de un precipicio e imagino que encima de este se encuentre la casa. Huele a mariscos, el aire es salado. Puedo escuchar como el agua chocha con las rocas. <<¿agua?>> Camino al borde del terreno y miro hacia abajo, hay un acantilado. El mar. Esta todo oscuro, no puedo ver nada y la niebla no es que me ayude mucho. Camino en línea recta unos cuantos pasos, aunque sé que corro el peligro de caer por el barranco. ¡Ay! - He chocado con algo muy fuerte y he caido al suelo. Me volteo panza arriba y levanto mi cabeza para ver con qué he tropezado. 
- Es una...¿¡lápida!? - Nerviosa comienzo a mirar a ambos lados y veo pequeñas tumbas esparcidas por el pequeño terreno y un escalofrío me recorre el cuerpo completo. - ¡Es un cementerio! De pronto escucho un ruido muy extraño. Como algo arrastrándose por el suelo. Me levanto rápidamente y me pongo alerta. - ¿Quién?... ¡¿Quién esta ahí?!




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