The elegance of love ❁ Hyunin

❥. CAPÍTULO I

LA SEPARACIÓN

—Jeongin —dijo el joven tratando de sonar sereno— Antes que nada, quiero decirte que eres una persona muy especial para mí, yo te admiro y te respeto profundamente.

Esa frase más que halago se sintió como una bofetada, como la premonición de algo peor.

—Jeongin — dijo el joven tratando de que sus palabras no hirieran, lo que sabía iba a ocurrir — Me temo que he estado actuando algo distante contigo últimamente, pero créeme si te digo que el culpable soy yo.

Jeongin quería desviar la conversación a otro tema, pero comprendía que debía dejar que Hyunjin hablara de una buena vez, aunque su corazón estuviera rompiéndose en mil pedazos.

—Te quiero mucho, Jeongin— dijo sinceramente — Tú has sido la persona que más me ha apoyado en mi vida, tu ternura y comprensión son tesoros que siempre tendré conmigo, pero…

—¿Qué pasa Hyunjin? — Jeongin ya estaba sumamente nervioso.

—Me temo que tendremos que posponer la boda.

—¿Posponer la boda o romper nuestro compromiso? —lo dijo tan rápido que sorprendió a Hyunjin.

—Solo digo que creo que debemos pensarlo mejor.

—El amor no se piensa, se siente.

Hyunjin trago en seco.

— No creo poder desposarte si en mi corazón está la duda de lo que de verdad siento, y tú te mereces a alguien que no tenga tantas dudas.

—¿Hay algo que pueda hacer, para aclarar esas dudas? — pregunto en un loco deHwang de evitar lo inevitable.

— Lo lamento Jeongin, sé que te estoy rompiendo el corazón, pero tengo que ser sincero contigo, tú eres un hombre admirable, hermoso y no tengo nada que reprocharte, soy yo el que está fallando en este caso.

—¿Y por qué me lo dices hasta ahora? Ya que han pasado casi tres años de que nos comprometimos, que nuestras familias dan por hecho nuestra unión ¿A caso nunca sentiste nada por mí? ¿Desde cuándo me has estado mintiendo?

Hyunjin sabía que él estaba en todo su derecho de hacerle esas preguntas, pero no se sentía capaz de contestarlas ni a él mismo.

—Jeongin, todo este tiempo he tratado de cambiar mis sentimientos, de verdad que lo he intentado, pero ha sido en vano. Todo hombre busca en su pareja la abnegación y la entrega hacia el hogar y hacia él, sé que lo tengo contigo, pero no basta sólo eso, también debe de haber una chispa que encienda el corazón y que te haga erizar la piel.

—¿Y yo no lo he logrado, ¿verdad? — lo dijo con voz lastimera — ¿Qué atractivo puedo ser ante tus ojos? Solo soy un muchacho simple que tuvo la suerte de que te comprometieras a mí, ni siquiera pude conquistar tu corazón ¿Verdad? Solo fue compromiso.

—Jeongin, ya te dije que eres un hombre muy valioso.

—Pero eso no logra que me ames ¿Cierto? — y el silencio reino entre los dos.

Jeongin se puso de pie y Hyunjin la imitó, el joven camino unos cuantos pasos y le habló sin mirarlo.

—Entonces, no hay nada que hacer, y tú ya no tienes nada que hacer aquí.

—Hablare con tus padres para…

—No por favor — se volteo a verlo con los ojos nublados por las lágrimas— No me humilles más, hablaré yo con ellos, pero ya no te quiero aquí

—Pero Jeongin, es mi deber ofrecer una disculpa a tus padres.

—Tú único deber era conmigo y eso ya no existe, eso ya me lo dejaste muy claro, por favor acaba de una vez de marcharte.

Hyunjin comenzó a alejarse, pero antes de dejar esa casa para siempre, giró a mirarlo por última vez.

—Perdóname Jeongin, de verdad, sabes que, si pudiera evitarte este sufrimiento, lo haría.

Jeongin lo miro con dolor y el rostro cubierto de lágrimas.

—¿Quieres saber una cosa? Y te lo digo sinceramente, aunque lo tomes como lo que diría un hombre despechado. Sabrás lo que estoy sintiendo, porque lo que me has dicho hoy, te lo dirá el hombre que amas, porque él nunca te corresponderá.

—Jeongin, ¿Qué dices?

— La verdad, sabes a quién me refiero, él nunca te corresponderá, porque su corazón pertenece a otro desde hace mucho tiempo y eso, igual que yo, no podrás cambiarlo nunca y esa es nuestra maldición, mi querido amigo.

Hyunjin permaneció helado al escuchar las amargas palabras de Jeongin y más al comprobar que él estaba más que seguro de sus sentimientos hacia Félix, se lo esperaba, pero escucharlo era aterrador y doloroso.

Dio la media vuelta y salió presuroso de esa casa donde ya no era bienvenido.

Jeongin permanecía de pie con el rostro bañado en lágrimas, hasta que ya no pudo más y estalló, lanzó un grito desgarrador y se dejó caer enterrando sus dedos en la tierra, dando alaridos tan lastimeros que los empleados y su madre corrieron a su encuentro.

La señora Yang alarmada lo abrazó tratando de calmarlo.

—¡Jeongin! ¿Qué te ha ocurrido? ¿Qué tienes? — angustiada y sin recibir respuesta de Jeongin solo se dedicó a abrazarlo hasta que se le pasara la crisis, las explicaciones vendrían después.

Jeongin vertió todas las lágrimas que tenía guardadas hace mucho tiempo, al fin pudo hablar de esa angustia que oprimía su corazón, al final pudo gritarle a Hyunjin su dolor más profundo, aunque en el proceso desgarro también su alma ¿Qué pasaría ahora cuando se enteraran sus padres de lo ocurrido? Y faltaba el escrutinio de la cruel sociedad, qué más daba, de todos modos, ya estaba muerto.

Hyunjin salió de la mansión justo cuando su chofer llegaba, subió al vehículo dando gracias a Dios de no haber tenido que haberlo esperado afuera de una casa de donde fue echado. A pesar de saber que hizo lo correcto, no pudo evitar sentir un dolor profundo, se había despedido no solo de su prometido, sino de su gran amigo, de su confidente.

A su mente llegaron los recuerdos más gratos a su lado, cuando por primera vez se lo presentaron en casa de los Doctor, era un chiquillo que con solo llamarlo por su nombre se sonrojaba.



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En el texto hay: romance, straykids, hyunin

Editado: 11.01.2024

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