Capítulo XII

Nota 12. 15 de septiembre, miércoles.

Una habitación repleta de ropa sucia. Hoy nos corresponde a nuestra parte del grupo 5 y el grupo 1 lavar todo eso y si pensaste en un salón con lavadoras último modelo para hacer la colada, tu pensamiento es erróneo. Aquí el lavado es a mano, en el patio y con el sol en nuestras caras. Creo que no terminaremos hoy, en verdad hay mucha ropa.

Sin protestas, cada una de nosotras tomamos un cesto y comenzamos a echar ropa sucia en el, lo llevamos fuera y poco a poco las vamos lavando en pequeñas tinas de plástico.
...
Pasan unos minutos y levanto la cabeza mirando a las otras chicas. Todas están con la cabeza baja y concentradas en la ropa, procurando que no quede ni una pequeña mancha. Parecen robots, máquinas controladas por una persona que las maneja a su antojo. La diferencia es que las máquinas no sienten nada, no lloran, no ríen, no están vivas. Pero estas personas frente a mi si, en el fondo siguen estando vivas. Bajo todas esas capas de mentiras, golpes, reglas, restricciones, siguen habiendo niñas.

Me levanto y entro dentro de la tinaja, doy un pisotón en esta y el agua salpica sobre una niña sentada frente a mi. 
Todas me miran, pero nadie se mueve. Esta vez doy un salto y logro mojarlas a todas. 
Todas se quedan con la boca en forma de o y mirándome asombradas. 
Laura, mi compañer... mi amiga, se levanta y da también un pisotón en su tina con agua para mojarme pero yo lo esquivo y recibe el agua la chica del grupo 1 que estaba sentada a mi lado.
Me tapo la boca con la mano y me río. 
La chica también se levanta y toma la tina con sus manos, Laura comienza a correr y la chica va tras ella pero se tropieza con mi tina y echa todo su contenido sobre Ávalyn, de nuestro grupo. 
Las demás, antes sentadas, se unen y comienzan a tirar agua y hasta ropa. Ahora todas sonríen, lo he conseguido. 
- ¡Cuidadooo! - Grita Laura y cuando miro a la derecha un bulto pequeño de ropa mojada golpea mi cara y se queda pegado en ella. Todas comienzan a reírse incluida yo.
- ¡Muy gracioso! - Exclamo con algo de sarcasmo. 
Me sorprende que Isabella también participe en esto, ella es de las que siguen las reglas y se mantiene al márgen. Pero como ya dije, en el fondo siguen teniendo el alma de niña. Isabella toma la manguera que había en una esquina del patio y abre la llave para comenzar a mojarnos a todas. 
Cuando estoy a punto le lanzarle la ropa que llevo en mi mano noto algo raro. 
- Es un camisón... - Digo separando este de la otra ropa que tenía en la mano.
Lo estiro un poco y contemplo las pequeñas manchas de sangre esparcidas por toda la tela. A la derecha de el cuello del camisón hay una mancha mucho más grande que las otras. 
Un escalofríos me recorre el cuerpo y se me eriza la piel. Es como un presentimiento, como una alerta. 
Cuando volteo y miro hacia arriba veo a Macklowing asomada en una de las ventanas del 3er piso. Está mirando hacia acá... nos está vigilando. 
De repente un brazo aleja bruscamente a Macklowing de la ventana y cierra las cortinas de esta. 
¿¿Qué ha sido eso?? ¿¿Quién puede tratar a la directora así?? Todos aquí le temen, hacen todo lo que ella dice al pie de la letra. ¿Existe un ser con poder sobre ella?
Vuelvo a mirar el camisón, pero las manchas de sangre han desaparecido.
- ¡Ey! ¡Sofía! - Me llaman otra vez. Cuando volteo a ver, un chorro de agua moja mi cara y dejo caer el camisón.
- ¿Otra vez? ¿En serio? ¡Ahora verás! - Tomo mi tina de agua y corro detrás de Laura quien sale corriendo a la velocidad de una bala pero se queda sin salida cuando llega a la vaya que cerca el patio y aprovecho para mojarla por completo.
- ¡Jajajajajaja! - Todas reímos.
Hacía tiempo que no probaba esto, el sabor de la felicidad y verdaderamente extrañaba el dulce sonido de una carcajada. Sólo espero que no sea la última vez que lo escuche...

(***)

Antes del atardecer ya todas habíamos terminado de lavar la ropa. Juntas, el trabajo lo realizamos más rápido por lo que terminamos pronto. 
Tuvimos que secar nuestras ropas y cabellos ya que si alguien nos veía de esa forma, tal vez ahora no estuviera contando esto.
Macklowing nos vio, lo sé. Ella nos estuvo mirando, es consiente de todo lo que hicimos. Sin embargo nada ha pasado, ni siquiera la vi el resto del día ya que no fué a cenar. 
Cada vez todo se vuelve más raro y retorsido... ¿Qué esta pasando en este lugar?