The Game

5. Rojo.

Jake

—Asi que... —La voz de Shawn se sobrepone a la música luego de bajarle un poco el volumen. Mira fijamente a Ethan a través del retrovisor.—Katherine.

—¿Que sucede con ella?—Es de noche y vamos de regreso después de una parada a comprar cervezas y vasos plásticos para la fiesta de este viernes. Shawn conduce, yo voy de copiloto y Ethan va en el asiento de atrás. 

—Qii sicidi cin illi. No creas que somos tontos, la ayudaste con la broma sin chistar la semana pasada y ayer estuviste mirandola con cara de idiota toda la noche. Ella ni se entera, pero el resto de nosotros si.—Shawn se ríe y Ethan lo fulmina con la mirada 

—Eso no es verdad 

—¿No? —pregunto.—Por un momento creí que tendría que ir a buscar un trapeador para secar el charco de baba frente a ti. 

—Imbéciles

Nos reímos e intentamos seguir chinchándolo pero nos vemos interrumpidos por una llamada entrante de mi celular. Me lo saco del bolsillo y la pantalla se ilumina con la llamada entrante y una foto mía con Kate lamiéndome la cara. 

—Hablando del rey de Roma.—Descuelgo y lo pongo en altavoz.—Hey, justo estábamos hablando de ti. 

—Jacob.—Una voz quebrada. Jessica. Está llorando y de inmediato sé que algo malo está pasó.—Tienen que venir rápido. Pasó... pasó algo muy malo, no-no se que hacer. 

—Intenta calmarte, ¿si?¿Estás bien? ¿Katherine está bien?—pregunta Ethan mientras inclina la cabeza entre los asientos para quedar junto al auricular. Shawn enseguida da la vuelta en el siguiente retorno hacia el apartamento de las chicas y acelera. 

—Yo lo estoy, pero ella... 

—Ella, ¿qué?—La apuro intentando no sonar brusco. 

—No-no lo sé.—Cierro los ojos mientras Ethan suspira pesadamente y Shawn frunce el ceño con preocupación. —No tarden demasiado. Por favor.—Rompe a llorar aun mas fuerte y nosotros nos miramos. La preocupación tiñe el ambiente, antes relajado, del auto. 

—Vamos en camino.  

Los siguientes tres minutos los siento como los mas largos de toda mi vida. Ruego al cielo en silencio porque Kate este bien. Si algo le pasara... no; aparto el pensamiento inmediatamente. Me niego a dejarme llevar por él.

Finalmente, llegamos al apartamento. 
La puerta principal está abierta y soy el primero en entrar corriendo seguido de los chicos. Jessie camina de un lado al otro en la sala sujetando con fuerza el pequeño dije que le cuelga del cuello. Tiene la cara roja y sigue llorando. 

—¿Que sucedió?—pregunto y viene hacia nosotros.

—No lo sé. Entró al baño hace una hora y no ha salido, tampoco escucho nada. La llamé muchas veces y no responde y hay... hay...—Empieza a ponerse pálida y tiembla.

—¿Hay qué?

—Hay sangre saliendo debajo de la puerta. 

Casi no ha terminado de hablar cuando corro hasta la puerta del baño. Golpeo con fuerza y miro hacia abajo donde un pequeño charco de sangre expandiendose con una lentitud exasperante me devuelve la mirada. Golpeo con mas fuerza. 

—¡Katherine! ¡KATHERINE!—Intento abrir la puerta pero es inútil, está asegurada.—Jessica, ¿donde tienen las llaves? 

—No tenemos, las perdimos.—Shawn tiene su brazo aferrado sobre sus hombros con un gesto protector.

—Debemos tirar la puerta.—Ethan llega hasta donde estoy. Asiento y nos alejamos un paso para tomar impulso. —Uno, dos, tres.

Cargamos contra la puerta varias veces hasta que finalmente la cerradura cede. La puerta se abre y me encuentro con una imagen que no quiero volver a ver jamás. 

Katherine está en el suelo frente al lavabo junto a la puerta, inconsciente y la sangre le sale a borbotones de la boca y la nariz haciendo un charco enorme junto a su cabeza. El viejo pijama está empapado. Miro a Ethan y empalidece; el dolor le nubla la mirada. 

—No puede ser—susurra y se pasa las manos por el cabello. 

Me arrodillo junto a ella y la pongo boca arriba. 

—Katherine no puedes hacerme esto. Por favor.—Le paso los brazos por la espalda y debajo de las rodillas y la levanto.—Perdió demasiada sangre. Llamen a emergencias. Rápido.

Empiezo a caminar lo más rápido que puedo hasta la puerta. ¿Donde puse las llaves? 

Por favor, kate. 

A medio camino entre la puerta y el ascensor ella se mueve. Me detengo en seco; Ethan y yo la miramos fijamente.

—¿Katherine?—Su cuerpo deja de estar lánguido y toma fuerza de la nada. Un momento...

Abre los ojos y me mira con una mezcla muy extraña entre la culpa y la gracia. Sonríe tímidamente sin despegar los labios. 

—Hola—dice en voz baja.

Voy a matarla. 

Suelto sus piernas, la dejo en el suelo y me voy directo al apartamento. Apenas entro miro a Jessica que ya se calmó y se encoge de hombros mientras me mira con ojos de culpa. 

—Jake, espera.—Escucho los pasos de Kate detrás de mi pero los ignoro. Voy a la cocina y lleno un vaso con agua helada. Me doy la vuelta y se lo tiro a la cara. La miro con los brazos cruzados. Ahoga un grito.—De acuerdo, me lo merezco.  

Toma un par de toallas de papel de la encimera y se seca tanto la sangre falsa como el agua. 

—No se si pueda perdonarte esto.—Evito su mirada. Ella suspira y tira las toallas sucias a la papelera. 

—Jake...—Veo a todos lados menos a su cara. Me toma de la barbilla y me veo obligado a mirarla. Intento parecer serio pero sus ojitos manipuladores me desarman. 

—¿Por qué? 

—¿Por qué no?—Se encoge de hombros y me sonríe. Me extiende los brazos. Al final cedo y la atraigo contra mi pecho. 

—Quiero matarte pero no sabes lo aliviado que me siento de que no sea cierto.—Se ríe y la verdad ya ni siquiera me importa el susto, ni la camiseta que llevo puesta que ahora está manchada, solo se que ella está bien.

Se perfectamente que ya no nos gustamos como antes, y se que ya no somos mas que amigos, pero ese viejo impulso de protegerla antes que a nadie mas sigue presente. Y si le pasara algo me muero. Punto. 



#26481 en Otros
#3936 en Humor
#10703 en Joven Adulto

En el texto hay: novelajuvenil, mejoresamigos, amor

Editado: 21.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.