The Game

17. Lo dijo Jesús, hazle caso.

ADVERTENCIA:

Este capítulo contiene escenas que pueden resultar fuertes para el público sensible. Se recomienda discreción.

 

Cuando salgo del baño después de la ducha lo primero que veo es a Jessica sentada en el borde de mi cama, toda piernas cruzadas y miradas severas. 

—¿En serio? 

—Muy en serio.

Camino hasta mi closet para sacar un par de pantalones de chándal y una camiseta suelta y regreso a vestirme al baño. Cuando salgo otra vez, da unas palmaditas a su lado para que me siente. Pongo los ojos en blanco pero hago lo que me dice. 

—¿Con quién estabas y por qué no quieres decirme? 

—No estaba con nadie, Jess.—Parpadea con escepticismo. 

—Okey, lo preguntaré de nuevo. ¿Con quién estabas y por qué no quieres decirme? 

—Ya te dije que con nadie. 

—De acuerdo, lo preguntaré una vez más, ¿Con quién...

—Con Ethan.—Suspiro porque no me va a dejar en paz hasta que no hable. Sus ojos se abren con sorpresa. 

—¿Saliste a las seis de la mañana a encontrarte con Ethan?—pregunta poniéndose de pie. 

—No salí a encontrarme con él. Salí a correr y me lo crucé en el camino.

—¿Cuánto te costaba decir eso en primer lugar?—se sienta de nuevo y me mira expectante.—¿Y bien? 

—¿Qué? 

—¿Qué hicieron?—Me río. 

—¿Tú que crees? 

—Kate—Se ríe también y se tumba en la cama.—En mi cabeza, ustedes dos tienen un romance furtivo y el hecho de que no me quieras decir solo refuerza mis suposiciones.

—¿Qué?¿De dónde sacas esas cosas, Jessica? 

—Ya sé que no puedo obligarte a decirme pero igual quiero saber—se queja, ignorando completamente mi pregunta. Me tumbo a su lado con un suspiro y nos quedamos mirando el ventilador mientras se mueve lentamente. 

—Hablamos—digo finalmente sin dejar de jugar con el esmalte que empieza a escamarse en mis uñas. Siento como gira la cabeza a mi lado para mirarme.—Y le prometí que no hablaría con nadie al respecto así que no te puedo decir sobre qué. 

Asiente—Entiendo. 

—Aún así, me dijo algo que creo que si puedo contarte si me prometes no mencionarlo bajo ninguna circunstancia.—Levanta el meñique y lo enlaza con el mío. 

—Lo prometo. 

—Me dijo que está enamorado de mí.

Se queda en silencio un momento mientras se incorpora y luego se da la vuelta para mirarme emocionada. 

—¿Estás hablando en serio? 

—¿Por qué mentiría?—me siento tan confundida. 

Y confundiendome aún mas, levanta los brazos victoriosa y grita. 

—¡Por fín! Creímos que jamás sería capaz de decirte. Mi niño está creciendo.—Se limpia una lágrima falsa y aplaude para si misma. 

—Un momento.—Me incorporo yo también.—¿Me estás diciendo que todo el mundo sabía menos yo? 

—Por supuesto que todos sabían, cariño, era más evidente incluso que tu crush con Jake; y eso es decir mucho. La cosa es que eres demasiado despistada para esas cosas.—Me da palmaditas en la mejilla. 

—Así que soy evidente y además despistada.

—Un poco, amiga. 

Me siento decepcionada de mi misma. ¿Así de sumergida en mi burbuja estoy? 

—No te sientas mal por ello, así te amamos, Katie.—Me abraza.—Y de verdad me alegra mucho por él. Que te haya dicho significa que está avanzando en toda esta situación. Eso es bueno. 

—Supongo que sí. Hoy vi a Ethan muy... distinto, más tranquilo.—admito. 

—Me pone muy feliz por él.—Se separa para mirarme a los ojos con las manos sobre mis hombros.—Y ya que estamos, me alegra que lo sepas por fin. Que Jacob Campbell se de cuenta de que si no se mueve rápido hay muchos haciendo fila. 

—¡Jessica!

—Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres—dice haciendo una mariposa con las manos.—Lo dijo Jesús, hazle caso. 

Se sienta de nuevo a mi lado con una sonrisa.—¿No te gusta él? 

—Jess...

—Si, ya sé que estás enamorada de Jake y todo eso.—Pone los ojos en blanco.—Pero eso no significa que no pueda llegar a gustarte un poquito alguien más. Pasa todo el tiempo. 

Suspiro y pienso en su pregunta. ¿Me gusta Ethan? O mejor dicho, ¿Podría gustarme? Él mismo dijo que no debía sentirme en la obligación de que me guste de vuelta solo por que yo le gusto, así que...

—Bueno, él es guapísimo y es un gran chico, a pesar de haber estado cambiando de chica más que de ropa interior en los últimos dos años. 

—Solo estás diciendo hechos, Kate.

—¡No sé qué más decirte, amiga!—vuelvo a tumbarme y ella hace lo mismo. 

—Pues no sé,—se encoge de hombros—algo que te guste realmente de él. 

Me tomo un segundo antes de decir mi respuesta.—Tiene unos ojos preciosos.—Me mira con una ceja enarcada haciéndome reír. —Hablo en serio, siempre es muy cerrado pero su ojos nunca mienten. Me gusta mucho el matiz que toman cuando habla sobre lo que le apasiona y la forma en la que su mirada se ve tan inocente cuando está muy feliz, casi infantil. 

Y besa como si llevara esperándote toda su vida, pero ese dato me lo guardo para mí.

Jess se da la vuelta sobre si misma para quedar tumbada sobre su abdomen.—¿Estás segura de que no te gusta ni un poquito? 

—Lo estoy—...creo. 

—De acuerdo.—Y no me cree, claro.—Si te creo. 

—No lo haces, Jess.—Me río. 

—No, no te creo.—Suelta una risita.—Pero, se supone que tu sabes lo que sientes así que no diré nada y te dejaré creer que te resistes al irresistible Ethan Cloud. 

Dice con un aleteo exagerado de pestañas haciéndome reír. 

¿Que si tengo una loca por mejor amiga? Si.

¿La adoro aún así? Por supuesto. 

 

 

》○《

 

 

Jake pasa por mi cerca de las tres de la tarde para ir al gimnasio ya que quedamos con Johnny y los demás trabajadores para ayudar a pintar el lugar. Cada uno va a organizar su espacio regular de trabajo y, como el salón de Yoga es bastante amplio, Jake se ofreció a ayudarme.  



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Editado: 21.09.2021

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