the gifted at kurohime high school

Capitulo 7 V0

Capítulo 7: El juego detrás de las sombras

La noche era fría, y el aire llevaba un susurro inquietante entre los callejones oscuros de la preparatoria Kurohime. Haruka Shimizu esperaba de pie, abrazándose para protegerse del viento helado. Había algo extraño en todo aquello; la llamada de Yoge, su silencio, y ahora esta reunión. Miró alrededor, pero no había señales de él.

De repente, el sonido de unos pasos resonó en la oscuridad. Haruka giró rápidamente, lista para enfrentarlo. Pero en lugar de Yoge, De repente, en las sombras se movieron y dos figuras aparecieron frente a ella: Ayano Kazami y su pareja Ryu Mitsubishi. Ayano caminaba con esa sonrisa arrogante que solo mostraba cuando nadie más la veía, revelando una personalidad completamente opuesta a su máscara pública.

—¿Kazami? —preguntó Haruka, sorprendida—. ¿Qué haces aquí?

Ayano se detuvo a unos pasos de ella, con esa expresión cálida que había engañado a tantos, pero que ahora Haruka empezaba a ver como una máscara.

— Buenas noches, Shimizu-san —dijo Ayano, con un tono sutilmente burlón, mientras Ryu sostenía una cuerda con una expresión neutral. — Siento que estás tramando algo en mi contra. No puedo permitir eso, ¿sabes?

Haruka frunció el ceño.
—¿Qué? Yo no he hecho nada.

Ayano soltó una carcajada que rompió la tensión en el aire. Luego, su sonrisa cambió; dejó de ser tierna y se volvió perturbadora.
—Hagame me lo contó todo.

Haruka retrocedió, impactada.
—¿Qué?

Ayano rio suavemente, pero había una crueldad en su mirada. — ¿Hagame? Oh, querida. Tu Hagame-kun trabaja conmigo. ¿Acaso no te diste cuenta? Me sorprende que hayas sido tan ingenua.

Haruka dio un paso atrás, sintiendo una mezcla de confusión y rabia. — No puede ser… ¡Hagame no haría algo así!

Ayano sonrió con superioridad, avanzando hacia ella.
—Haruka, querida. En esta escuela, solo hay espacio para una persona en el reflector, y soy yo.

Ayano chasqueó la lengua, se acercó y le dio una fuerte bofetada en la cara. Haruka cayó al suelo, su mejilla enrojecida por el impacto. Ryu se acercó sin decir nada y comenzó a atarla con la cuerda, ignorando los intentos de resistencia de Haruka.

—Déjame ir —dijo Haruka con determinación.

—Cállate —murmuró Ryu, antes de abofetearla también.

— No te resistas, Shimizu. —La voz de Ayano era venenosa mientras se inclinaba hacia ella. — Aquí solo hay lugar para una persona en el reflector, y esa soy yo. ¿Entendido?

Haruka, con la cabeza gacha, murmuró con determinación: — Te equivocas. Hagame no está de tu lado, Kazami. Esto no tiene sentido.

La burla de Ayano se intensificó.
—¿De verdad? Hagame es solo un idiota, que piensa que puede hacer algo contra mi.

Ayano rio nuevamente, pero antes de que pudiera responder, su teléfono vibró con un mensaje de un número desconocido. Lo leyó y su rostro perdió color: era un video. El video mostraba exactamente lo que acababa de suceder, las bofetadas y la escena en el callejón.

Ayano miró alrededor del callejón, su mirada llena de desconfianza. — ¿Quién demonios está grabando? —preguntó en voz alta.

Otro mensaje llegó:
"¿Quieres que este video se difunda por toda la escuela?"

Ayano se puso de pie, buscando al responsable.
—¿Quién eres? ¡Muéstrate!

Ryu, confundido, preguntó aún sosteniendo a chimizu:
—¿Qué está pasando?

Otro mensaje llegó al teléfono de Ayano. Esta vez, era una simple advertencia:
"¿Quieres que toda la escuela vea esto?"

Ayano no respondió, su mirada recorría el callejón como si esperara que alguien apareciera. Entonces, llegó otro mensaje. Esta vez eran fotos de Ryu con una chica, aparentemente de su clase. Ayano apretó los dientes al ver las imágenes.

—¿Qué es esto, Ryu? —dijo, mostrándole las fotos.

— ¡Ayano, no es lo que parece! ¡Puedo explicarlo! —respondió Ryu, levantando las manos en señal de rendición, soltando a chimizu que aún estaba atada.

Pero Ayano estaba fuera de sí. Le dio una bofetada y gritó:
—¡Cállate, cerdo! ¡Cómo pudiste traicionarme!

—Ayano, por favor, déjame explicarte-- dijo ryu.

—¡No quiero escucharte! —gritó, antes de girarse hacia Haruka—. ¿Qué miras, perra?

Se acercó y volvió a abofetearla, mientras Haruka, aún atada, intentaba resistir el dolor.

Ryu la miró con furia y apretó los dientes antes de alejarse, murmurando: — Esto no se quedará así, Ayano.

Ayano kazami lo odservo sin decir nada viendo como Ryu se iba del lugar.

Haruka, atada en el suelo, observaba la escena con una mezcla de desconcierto y confusión.

Ayano, aún alterada, recibió otro mensaje al teléfono de Ayano:
"Trabajarás para mí. O de lo contrario, este video será visto por toda la escuela.

Tú decides: tu reputación o tu caída."

Ayano apretó el teléfono con fuerza, su mente girando en todas direcciones. Nunca antes alguien había tenido el control sobre ella de esta manera. Finalmente, exhaló con frustración y respondió al mensaje: — Está bien. Lo haré

Sin mirar atrás, Ayano se fue, Dejó a Haruka atada y se marchó con un semblante tenso, sin mirar atrás.

Haruka, vulnerable pero con una chispa de determinación, gritó:
—¡Kazami! ¡No me dejes aquí!

— ¡Kazami! ¡Vuelve aquí! ¡Desátame! —gritó Haruka, pero la chica desapareció en la noche.

El callejón quedó en silencio. Entonces, de entre las sombras, apareció Yoge Hagame, con las manos en los bolsillos y su rostro inexpresivo como siempre.

Haruka lo miró con una mezcla de enojo y alivio. — Fuiste tú, ¿verdad? Tú enviaste esos mensajes

Yoge la observó sin inmutarse y se inclinó y comenzó a desatarla, sin responder directamente. Su mirada fría se mantuvo fija en las sogas. — ¿Estás bien? —preguntó con su tono neutral.

Haruka lo observó, aún sintiendo un nudo en el pecho. Aunque su intuición le decía que Yoge era el responsable de todo, no pudo evitar sentir un leve alivio al verlo allí.




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