the gifted at kurohime high school

Capitulo 10 V0

El ambiente estaba tenso en la clase 1-6, todos preparándose para los duelos que marcarían el destino de su clase. Yoge Hagame estaba en su lugar, con su rostro inexpresivo como siempre, observando en silencio mientras el resto de los estudiantes discutían en voz baja sobre las competencias. Haruka Shimizu, por otro lado, estaba distraída, pensando en todo lo que debía hacer para asegurar que su clase tuviera alguna oportunidad de ganar.

De repente, la puerta se abrió con un leve crujido, y el profesor Kenji Takamura ingresó al salón con su característica actitud seria. Todos se callaron de inmediato y se pusieron en posición.

—Buenos días, alumnos —dijo con voz autoritaria—. Espero que estén listos. Hoy serán las pruebas, y estoy seguro de que ya todos saben lo que eso significa.

La clase estaba llena de nerviosismo, pero también de una extraña sensación de anticipación. Takamura hizo una pausa, observando a todos los estudiantes antes de continuar.

—Una cosa que olvidé mencionar —dijo, mirando de manera calculadora a cada uno— es que el líder de la clase tiene la opción de competir si lo desea en cualquier competencia. Así que... Ayano Kazami, si tú quieres, puedes elegir qué competencias vas a participar, y también decidir quiénes serán los que compitan en las competencias.

La clase 1-6 lo observó con atención. La presión recayó sobre Ayano Kazami, quien de inmediato se enderezó, mostrando una sonrisa confiada, aunque algo nerviosa.

—Está bien, profesor —respondió Kazami, mirando al resto de la clase—. Daremos lo mejor para nuestra clase, ¿no es así, chicos?

Varios levantaron la mano en señal de apoyo, con algunos mostrando sonrisas de entusiasmo, mientras otros se veían tensos, aunque intentaban aparentar confianza. De repente, un chico que se encontraba sentado en la fila del frente levantó la mano con actitud desafiante. Era Din Kozikun.

—Profesor, ¿crees que podremos ganar así? —preguntó, mirando al frente con desdén—. Toda esta clase es patética. Yo no merezco estar en esta clase.

Las palabras de Din Kozikun resonaron en el salón, y varios estudiantes intercambiaron miradas incómodas. Uma Umezawa, que se encontraba cerca de él, se levantó rápidamente, frunciendo el ceño.

—¡Oye! ¿Qué te pasa? ¡Eres un idiota! ¡Esta es tu clase! —dijo con furia, pero Kozikun no parecía afectado.

—Estoy en la clase equivocada —respondió Kozikun con desprecio—. Ustedes son unos idiotas.

El profesor Takamura, al ver la creciente tensión, alzó la mano para calmar la situación.

—¡Suficiente! ¡Siéntense todos! —ordenó con firmeza.

Kozikun, con una sonrisa arrogante, se dejó caer en su asiento, dejando claro que no iba a participar en los duelos. Kazami, al escuchar sus palabras, no pudo evitar pensar en lo que eso significaba para ella.

—Maldición —pensó Kazami, sintiendo la presión sobre sus hombros. Su elección para la competencia de boxeo era precisamente Kozikun, pero ahora no sabía qué hacer—. ¿Ahora qué haré?

El profesor, ajeno a los pensamientos de Kazami, se acercó a la pizarra y escribió las tres competencias que la clase 1-5 había elegido.

—Estas son las competencias para las que la clase 1-5 ha decidido competir —dijo, señalando la pizarra—. Boxeo, Atletismo y Matemáticas Avanzadas.

Al escuchar la lista, varios murmullos recorrieron la clase. Las competencias no eran sencillas y, por lo que parecía, la clase 1-5 estaba eligiendo cosas en las que se sentían fuertes. Kazami, al ver las competencias, frunció el ceño. Había elegido la competencia de damas sin pensar mucho en las otras opciones, pero la mención del boxeo le preocupaba ahora.

—¿Boxeo? —murmuró Kaede Tanaka, con voz temblorosa—. ¿Pero quién será el que participe para nuestra clase?

Murata, el chico torpe y algo inseguro, también levantó la mano. Se notaba que la incertidumbre lo afectaba más de lo que quería admitir.

—Profesor, ¿qué haremos si nadie puede participar? —preguntó, con la mirada preocupada.

Kenji Takamura no parecía perturbado por la pregunta y, con calma, respondió:

—En ese caso, tendrán que rendirse en esa competencia. Lo dijo de manera seca sin más.

Un escalofrío recorrió la clase. Las palabras del profesor eran claras: había consecuencias por perder.

Haruka Chimizu no podía dejar de pensar en lo que significaba para la clase 1-6 estar en una situación tan desventajosa. Miraba a su alrededor, observando cómo algunos estudiantes trataban de mantenerse serenos, pero era evidente que la mayoría no confiaba en su capacidad para ganar.

El profesor Takamura, observando la inquietud en los rostros de sus alumnos, continuó:

—Ahora bien, estas son las competencias que Kazami eligió para nuestra clase.

Se giró hacia la pizarra, donde escribió las elecciones de Kazami:
—Damas, Lengua Japonesa, y Geografía Avanzada.

Un murmullo recorrió la clase al escuchar "damas". Algunos estudiantes no podían creer lo que acababan de oír.

—¿Damas? —dijo Umezawa, sorprendida—. ¿Kazami, por qué elegiste eso?

Kazami se tensó un poco, notando que todos la observaban con ojos curiosos. Se sintió algo incómoda, pero rápidamente se recompuso.

—Es lo que he decidido —respondió con una sonrisa nerviosa, tratando de calmar a la clase—. Lo importante es que daremos lo mejor de nosotros.

Sin embargo, el ambiente seguía siendo tenso. Haruka Chimizu, que no pudo evitar escuchar en la conversación, pensó: ¿Damas? ¿Acaso escuchó mi conversación con Hagame?

Yoge Hagame, sin perder la calma, miró en silencio a la clase. Su rostro inexpresivo no transmitía ninguna emoción.

Umezawa, por otro lado, no podía ignorar la elección de Kazami.

—El único que conozco que es bueno en las damas es Hagame —dijo con una expresión de duda, mirando a Yoge.

Todos los ojos se posaron sobre Yoge. Sin embargo, este permaneció impasible.

—¿Eh? —dijo, rompiendo el silencio con su voz calmada y monótona.




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