Capítulo 9

En la mañana desperté y Celín seguía dormida, me levanté sin despertarla y salí del cuarto. Oí un ruido en la cocina, así que fuí allí y ví a Kerem.
-¿Peleas con la sartén?-
Me burle un poco mientras me acercaba. 
-lo siento, no debí tocar sin permiso- 
-no te disculpes-
Me acerqué riendo por lo bajo al ver el lío que se había hecho. Busqué de pronto algunos ingredientes y luego de darle la idea nos pusimos en marcha para hacer un pastel e ir a desayunar a la playa.
Admito que es divertido cocinar con Kerem, quiero decir que parece un niño porque está constantemente queriendo probar todo, y a la vez se pone cómo un ancianito gruñón cuando quiero hacerle lo mismo.
-ya ¿Tú si puedes probar?-
-si, porque soy tu invitado- 
Se rió y yo le enseñé la lengua en forma burlona. Continuamos con lo nuestro, él cortaba las fresas para la decoración del pastel y yo terminaba de ponerle la crema.
-necesito el...-
Busqué con la mirada lo que buscaba y cuando me voltee quedé enfrentada muy de cerca con Kerem. Ambos nos veíamos fijamente, había silencio y ninguno apartaba la mirada del otro... ¡Cielos! Si que tiene unos ojos muy bonitos, pero debería dejar de verlo ¿No? ¿Qué estará pensando ahora? 
-Melek...-
Hice una pequeña mueca como esperando a que siguiera hablando. Él simplemente levantó su mano y pasó lentamente el pulgar sobre mi mejilla.
-tienes algo de crema aquí- 
¡Maldición, Kerem! ¿Por qué debes hablar así en susurros? ¿Qué debo hacer... dar el paso? ¡No! ¿Y si se enfada o algo? 
-eh... hay que... poner las fresas- 
Si, logré hablar, pero no conseguía dejar de verlo. 
-si, claro-
Me vió unos segundos más y luego ambos volteamos hacia el pastel, colocamos las fresas y mientras que yo acomodaba todo en la cesta él fue por Osmán para volver luego solo.
-no quiere ir-
-¿Qué? Pero hemos hecho todo ya-
Se encogió de hombros y yo bufé. Pasé junto a él y fuí por Celín.
-ya, levántate, está el desayuno-
-humm deja dormir Mel-
-¿Cómo dormir? Levántate ya-
-¡Que no! Tengo sueño-
-¡Uff! Pero que dormilona-
*****

>Kerem<
Melek se ve tan bonita, su cabello siendo ligeramente movido por la brisa y el sol pegándole justo en esos bonitos ojos ¿Por qué no me atreví a dar el paso allí en la cocina? ¡Maldición! Era el momento perfecto.