Faltaba un día para mi cumpleaños número XV, estaba bastante entusiasmada ya que mis padres me habían prometido llevar a Italia, una ciudad que siempre quise conocer. Mis padres y mi mejor amigo, Henry también estaban muy emocionados y yo no entendía el por qué. Sobre todo a Henry, él nunca se emocionaba tanto por un cumpleaños mío.
Él ya había cumplido los quince años hace dos meses, y desde entonces lo notaba bastante raro, como si se muriera de ganas por contarme algo y en las tardes, siempre estaba ocupado, según estudiaba. Pero a mí se me hacía algo extraño, ya que nunca había sido tan dedicado en la escuela.
Era 5 de marzo, y yo nunca olvidaré esa fecha. Ese día había salido al cine con Henry, miramos una película de suspenso, no me gustó mucho, la película estaba bastante mala. Después del cine me acompaño a mi casa, abrí la puerta y nunca olvidare lo que mire.
Mis padres se encontraban masacrados en la sala de estar y aun lado un animal, lleno de sangre, con una flecha atravesando su cuerpo, se miraba que se estaba muriendo.
Me quede en shock, ver el cuerpo de mis padres, yaciendo sobre el piso, me rompió el corazón, pero quede más sorprendida cuando ese animal dejo de ser uno, para convertirse en un hombre que murió a los segundos de que cambio de forma.
Ese día me enteré que mi familia tenía décadas y décadas de cazar lobos. Desde los 15 años, cada hijo se le informaba sobre la existencia de dichos seres y se les entrenaba, y a los 21 años, decidían si querían continuar con dicho trabajo. Usualmente se les proporcionaba esa información donde los padres le explicaban a sus hijos y les narraban historias.
Para mi mejor amigo fue de esa forma, Henry Schmidt. Ya que por eso mi familia y la suya eran bastante cercanas, ambas hacían el mismo trabajo. Ese era el secreto que mi mejor amigo se moría por contar. Desafortunadamente, yo me entere de la peor forma.
Para el resto del mundo, mis padres murieron en un accidente. Pero yo sabía que esa era una mentira, habían sido asesinados por un tipo de animales salvajes que tiempo atrás solo existían en los cuentos.
Desde entonces me mude con mis tíos y cada día entrenaba junto con Henry para convertirnos en unos excelentes cazadores.