Prólogo

Hola a todos los lectores y lectoras del mundo muggle que decidieron abrir este libro y comenzar a leerlo.

Te advierto que una vez que entras, no podrás salir. A menos que quieras que la curiosidad te consuma hasta morir. No dejarás este libro, pues debes resolver el misterio que conlleva a esta historia, además que firmaste un pacto silencioso con tu consciencia y los personajes de esta mágica historia. 

No diré mi nombre, pues ustedes tendrán que adivinar quién soy yo, ya que fui parte de esta historia, como cada chico y chica que aparecerán a continuación. Esta es una historia de la vida real, de como el amor, la esperanza y la magia pueden lograr cosas que ni te imaginas.

La contaré yo, pues las chicas no quieren escribir el libro,y menos reocrdar las situaciones del pasado que llegaron a afectarles mucho.

Y sin más preámbulos, te invito a que sigas leyendo esta hermosa historia. 







 

(...)

- ¡Teddy! ¡Teddy! - una pequeña pelirroja movía de un lado a otro a un castaño que dormía plácidamente en su cama.

-¿Qué ocurre Lils? - preguntó Teddy con voz somnolienta mientras cogía impulso para sentarse en el colchón. Se restregó los ojos con sus manos hechas puños y soltó un bostezo. Miró hacia el frente encontrándose a su pelirroja favorita, con un rostro de miedo. 

- Otra vez tengo pesadillas - hizo un puchero, pero esta vez no era uno de esos caprichosos para que le den lo que quiera, más bien era uno que reflejaba lo asustada que estaba. 

- Ven aquí - Teddy la agarró por debajo de las axilas y la alzó para sentarla a un lado de él. - ¿Me puedes contar de que se trataba tu pesadilla esta vez? - dijo mientras ponía un brazo alrededor de sus hombros para abrazarla. 

- Había una persona que estaba con una túnica negra y tenía todo el rostro tapado por una capucha, pero debajo de eso veía que tenía ojos rojos.

- ¿Ojos rojos? - preguntó Teddy confundido. Lily nunca había soñado algo tan extraño.

- Sipi, ojos rojos. Pero tenían un brillo extraño y de color sangre. Ella se acercaba a mí y levantaba su mano para que saliera una cosa roja de ellas. Aunque... ¿sabes que es lo raro, osito Teddy? - el nombrado esbozó una sonrisa ladeada al escuchar como lo llamaba. Pero de inmediato se puso serio al pensar en todo lo que le había dicho su pequeña amiga. 

- ¿Qué? 

- Yo no estaba mirando hacia arriba a esa persona, yo era como del mismo porte de ella y la miraba de frente - Teddy frunció el ceño al oír lo que había dicho. ¿Cómo iba a estar del mismo porte de una persona grande, si ella es solo una niña? 
El castaño prefirió dejar pasar eso por esa noche. Ya le diría a su Tío Harry por la mañana.

- ¿Quieres que te cuente un cuento para que puedas dormir peli-peli? 

- Quiero dormir contigo - Lily abrazó a Teddy al decir esto . Al castaño lo cogió por sorpresa la respuesta de la pelirroja, la cual no tenía relación alguna con su pregunta.

- B-Bien - Teddy acomodó mejor a la pelirroja en su cama y la abrazó para pegarla más a ella. Y antes de que se quede dormido, escuchó como una dulce voz le decía: 

- Te quiero, Teddy 

- Yo también, Lily - respondió el castaño cayendo en los brazos de Morfeo con la declaración rondando por su cabeza.

Puede ser que al día siguiente Ginny Potter no encuentre a su hija en su cama y pegue el grito en el cielo. También que después de esa noche, hubieron más veces en las que se quedaron dormidos abrazados.  También, que Lily tenga algunas veces esa pesadilla donde la persona con ojos rojos cada vez estaba más cerca de ella.
También, que sus sentimientos cambiarán a algo mucho más fuerte y pasional.

Todo puede pasar...