Lily había tenido una mala noche. Tuvo una pesadilla, la misma que tenía desde hacía unos años.
La escena se desarrollaba de igual forma: una habitación a oscuras, una figura encapuchada (mucho más alta que ella) acercándose sigilosamente como un depredador hacia su presa, y luego estirando su mano en señal de recibir algo.
Como siempre ocurría, la pelirroja se levantaba gritando cosas incoherentes.
En el pasado, su mejor amigo le decía que solo eran pesadillas. Nada más. No había nada que temer. Pero, hay algo curioso en todo esto, y es que Lily no soñaba con eso desde que tenía 8 años.
Extraño, lo sé.
Pero, a pesar de esto, la pequeña decidió no contarle a Teddy para que no se preocupara.
<Es un adulto, aparte debe estar más concentrado en su rubia hueca>. -pensó la niña.
Potter volvió a acostarse en el colchón tratando de volver a dormir. Aún faltaban 5 horas para levantarse e ir a clases.
(...)
Teddy se levantó temprano por culpa de su celular. El maldito teléfono estaba sonando. El lobo quiso agarrar el aparato y estrellarlo contra la pared, pero cuándo vio su remitente, contestó.
- Hola.
- ¿Se puede saber, por qué me llamas a esta hora? Mi horario de trabajo comienza en - observó su reloj de muñeca. - una hora.
- Hola hermanita, a mí también me da gusto de poder hablar contigo.
- Ja ja. Que graciosa.
- Ted, deja tu mal humor a un lado y responde mi pregunta.
- ¿Cuál?
- ¿Por qué le gritaste a Lyra y Hugo ayer?
- ¿Qué? ¿De qué hablas?
- En el tren. Cuando Lyra se burló de Victorie y Hugo se río por la broma, y tú le alzaste la voz por lo ocurrido.
- No le grité. Sólo lo rete, porque no está bien burlarse de los demás.
- ¡Por Dios Lupin! ¡Es Victorie de quien hablamos! - exclamó exasperada su hermana.
- Exacto, mi novia. No es mi culpa que te caiga mal.
- Ted... a todos les cae mal Victorie.
- No a todos... a Papá Harry y mamá Ginny les cae bien. - el otro lado de la línea quedó en silencio. - ¿Clara?
- ¿Ah? Eh ok. Bueno, el punto es que estuvo muy mal que lo retaras por tal estupidez. Así que, me haces el favor y vas donde Lily, Lyra y Hugo a disculparte, porque lo creas o no, tu pequeña pelirroja te odia en este momento, bueno, no te odia, pero si está muy molesta contigo.
- ¿Lils? Mierda... bueno, bueno, ya voy a verlas... cuando me despierte completamente. Igual falta como 1 hora para que comiencen las clases.
- Ok. Pero quiero una hermosa disculpa para ellas y Hugo, idiota. Adiós.
- Chao.
El rubio colgó y se tiró hacia atrás en el colchón. Se quedó varios minutos pensando, mientras miraba al techo, y cuando miró su reloj se dio cuenta que faltaba media hora para que comiencen las clases, así que se levantó para alistarse.
(...)
Lily y Lyra caminaban deprisa por los pasillos para llegar a tiempo al Gran Comedor, pues solo faltaban 15 minutos para que suene la campana que inicia la jornada matutina.
Pero, cuando giraron por uno de los pasillos, se encontraron a Teddy Lupin que también iba con prisa a algún lugar. Las niñas aún no querían hablar con él, por eso se dieron media vuelta para coger otro atajo al Gran Comedor, pero para su mala suerte el rubio ya las había visto y estaba gritando sus nombres mientras trotaba hacia ellas.
- ¿Y ahora qué? - inquirió con los dientes apretados la pelinegra, razonando que no podían hacerse las locas e irse.
- Actúa con naturalidad. No le vamos a perdonar tan fácil. - susurró su acompañante. La de ojos grises rodó los ojos.
- Tú no vas a durar ni cinco minutos molesta con él si lo tienes en frente.
- Cállate.
- ¡Hey! - saludó la voz. Las pequeñas, con lentitud empezaron a girarse hasta quedar cara a cara con el joven.
- Hola.
- Hola, Ted.
- Hola... - los ojos de Lupin se alternaban en mirar de Lily a Lyra. - Ehh... con respecto a lo de...
- ¿Sí...? - instó la pelinegra mientras sus ojos fulminaban al chico.
- Les quería pedir una disculpa. Creo que estuve mal ayer. Sólo fue una broma, entiendo. No tuve que hablarles de esa forma por algo estúpido.
- Gracias, yo también pienso que eres estúpido. - Black esbozó una sonrisa mostrando sus dientes. - Pero, deberías ir donde Hugo y pedirle disculpas, porque a mi no me afectó tanto que me hayas retado. - se encogió de hombros.
- Está bien. - el rubio respiró hondo sintiendo como se quitaba un peso menos de encima. Su mirada había parado en Lily, quien lo observaba con intriga.
- Bueno... - Lyra sintió la tensión entre ellos, así que decidió que era mejor retirarse. - Mejor me voy. Hablen tranquilos. No se maten. - aconsejó al último y con una pequeña risa, desapareció por el pasillo.
Potter río.
- A veces pienso que se le han zafado un par de tornillos. - mencionó.
- Créeme, yo también lo creo. - rieron juntos, y luego se hizo el silencio.
No sabían de qué hablar.
Por un lado, Ted quería disculparse por el comportamiento que tuvo el día anterior, en cambio, Lily solo quería darle un fuerte abrazo. Ninguno de los dos resistía estar enojados con el otro por mucho tiempo. No lo lograban.
- Siento que a ti también te debo pedir perdón, Lils. No tuve que defender a Vic, porque sólo era una broma. Aparte, sé muy bien que ella no le agrada mucho a todos sus primos.
<La odian>.
- Te juro que no vuelvo a gritarles o retarle a alguno de ustedes por una estupidez. Ya no estés molesta, por favor. - Lily lo miró por un buen rato, pero no dijo palabra alguna. - Lils, por favor, dime algo. - el tono de Lupin denotaba que estaba desesperado.
En vez de insistir, se dispuso a observar sus rasgos.