CAPÍTULO 8: EL GRAN JUEGO
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CAPÍTULO 8: EL GRAN JUEGO
Se hizo de noche, y todos los que estaban en la taberna salieron con antorchas para presenciar el juego en la mitad de la calle. Además, cinco sujetos colocaron dos enormes barriles en dos extremos diferentes de la vía, dos con la palabra “Gi” y los otros con la palabra “Bala”, y también trazaron una línea en la mitad de la tierra para dividir la “cancha”. Luego, los jugadores se encontraron en el campo.
- ¿Ya tienes a tu equipo de perdedores? - Preguntó el capitán rodeado de sus amigos encapuchados.
- Claro que sí, ¿es que estás ciego o qué? – Respondió el mercenario, aunque el rubio de ojos claros seguía viendo que les hacía falta uno.
- Pues al parecer sí que lo estoy, estoy contando a 3 de ustedes, les falta uno. – Replicó Hernesto mientras los contaba con su dedo.
- ¡Oh vaya!, creo que esta vez tienes razón, me disculpo. – Inhaló todo el aire que pudo. - ¡GLEYTORRRRR!
El gigante Gleytor saltó desde atrás del público y aterrizó en la mitad del campo de juego, haciendo que todo a su alrededor se sacudiera, y el público gritó como loco.
- Vamos a morir. – Dijo Teo.
- No me vengas con esa mierda – replicó Junad dándole un empujón-, fuiste tú en primer lugar quien propuso esto.
- ¡Te recuerdo que lo hice porque estaba tratando desesperadamente de que no te cortaran un maldito dedo!, además no estaríamos haciendo esto si no fuera por tu bocota.
- ¡Ya basta! – Exclamó Hernesto. - Ya estamos aquí y no hay marcha atrás, tenemos que afrontar la situación y ganar este partido cueste lo que cueste.
El sujeto que aceptó el desafío del partido interrumpió la conversación de los guerreros para presentarse a él y a su equipo.
- Mi nombre es Barbosa “El que la tiene poderosa”, hijo de Ficolin hijo de Yermán, y los muchachos se llaman Yorki y Castañeda, al gigante Gleytor ya lo conocen bastante bien supongo. Ahora bien, ¿a quiénes tendré el gusto de cortarles el dedo esta noche?
- ¿En serio su apodo es “El que la tiene poderosa”?, ¿pero qué mierda? – Le preguntó el pelirrojo al sin vida.
- Mi nombre es Hernesto Bonaponte hijo de Heraldo hijo de funod, ellos son Teo y Teodoro, y el chico se llama Clarence creo.
- ¿De dónde mierda sacaron ese nombre tan ridículo? – Pensó Junad en su cabeza.
- Sabía que lo poco que dejaba entrever esa capucha de esa armadura Tesalónica y de esa alabarda se me hacía conocido. – Dijo Barbosa señalando al rubio de ojos claros. - ¡Señores!, ¡parece que tenemos el honor de jugar contra el capitán del sexto batallón de Tesalónica!, ¡Hernesto “el guerrero de espinas”! – Exclamó mirando al público.
Toda la multitud comenzó a abuchear al capi y a los demás, mientras, más gente se acercaba para ver lo que estaba pasando.
- ¿Por qué les dijiste tu verdadero nombre? – preguntó el joven héroe -, ¿qué pasó con eso de andar encubierto?
- Se hubieran dado cuenta de todas formas cuando me retirara el equipo para jugar. – Contestó señalando un cartel de se busca con su cara.
- Capitán Hernesto y Clarence, ¿desean ser el equipo azul o el equipo rojo? – Preguntó el que la tiene poderosa.
- Seremos el Rojo. – Respondió Hernesto mirando con algo de preocupación a toda la gente que iba llegando para observar el juego.
- ¡Perfecto! – exclamó Barbosa -, después de todo el color rojo les quedará bien con toda la sangre que van a derramar. Nosotros seremos el azul entonces, ¡dennos los balones azules!
El capitán se quitó la armadura y la capucha para poder jugar más ligero, y junad hizo algo parecido al retirarse la pechera, luego ambos colocaron sus pertenencias en una esquina de la “cancha”, junto a las protecciones de cuero de Teo y Teodoro, de igual forma, sus adversarios se despojaron de sus pertenencias hasta quedarse en harapos. Tan pronto todos los competidores estuvieron preparados, la robusta camarera repartió veinte balones rojos al equipo rojo y diez balones azules al equipo azul.
- ¡Mi nombre es Clotilda y tendré el honor de ser su árbitro esta noche! – Exclamó la dama de grande contextura ubicándose en el centro del campo de juego, y toda la multitud junto con los jugadores guardaron silencio para prestar atención. - Espero un partido limpio y sin nada de trampas, y antes de comenzar, les recuerdo que están prohibidas las armas, armaduras, los puñetazos, patadas, escupitajos y golpes bajos. Con todo esto aclarado, ahora voy a decir las reglas del juego, por favor presten mucha atención. Cada uno de los dos equipos tiene veinte esferas rojas o diez esferas azules dependiendo del color que les tocó, y estas están ubicadas en el barril con la palabra “Bala” de cada uno de los equipos. Hay dos formas de ganar y de hacer puntos: La primera es colocando o “encestando” balones del color que les tocó en el barril con la palabra “Gi” del equipo contrario. – Explicó mientras señalaba el contenedor azulado Gi que era del grupo azul, y el contenedor rojizo Gi que era del grupo rojo. - La otra, es robando los balones del otro equipo que están guardados en el barril con la palabra Bala, y luego estos deben llevarlos a su propio barril Bala para guardarlos y anotar el punto. Además, también pueden robar los balones directamente del otro jugador, cuando él este intentando hacerles un punto en su barril Gi. – Explicó mientras señalaba el barril azulado Bala que era del grupo azul, y el barril rojizo Bala que era del grupo rojo. - Hago una salvedad, no se permite tomar nuevamente los balones que ya fueron robados, y que ya están guardados en el barril Bala del equipo que los tomó, y tampoco se permite coger los balones que ya fueron encestados. Solo se puede hacer un intento de cesta o de robo por jugada, y una jugada se da por terminada cuando todos los balones que se usaron en ese momento fueron encestados o robados, o cuando ninguno de los jugadores puede continuar porque fue sometido. Asimismo, una sumisión se hace cuando se taclea o se le hace una llave a un jugador que le impide continuar jugando. En este sentido, al final de cada jugada se dan cinco minutos de descanso cuando alguno de los dos equipos lo pida. En palabras simples para resumirlo todo, gana el equipo que haya encestado más veces en el barril Gi del otro equipo, o el que haya robado más balones del rival y los haya guardado en el barril Bala, ¿todo claro?
- ¿Cuántas esferas como máximo podemos robar del contenedor del otro equipo por jugada? – Preguntó el pelirrojo alzando la mano.
- Normalmente serían dos, pero teniendo en cuenta el número de bolas que hay, y que estamos con equipos de cuatro jugadores, vamos a poner una sola como límite. – Respondió Clotilda. - ¿Alguna otra duda?
- No entiendo una mierda, ¿alguien me podría explicar lo que tenemos que hacer? – Susurró Junad a sus amigos mientras se rascaba la cabeza.
- ¡Si está todo claro entonces daremos comienzo al partido! – Exclamó la camarera.
- ¡Espere! - Gritó Hernesto alzando su brazo. - Permítanos tener una reunión grupal para hacer un plan antes de comenzar.
- Muy bien, tendrán solo 5 minutos.