Capítulo 1: Nueva vida en Miami

                                                                  NINA

Me encontré frente al aeropuerto, eché un profundo suspiro y entré en ese lugar. La verdad es que no había mucha gente, no me demore más y me coloqué en la fila para escanear las maletas.

Ya después de eso me senté a esperar mi vuelo. No sé, pero me sentía rara, no me sentía normal, algo pasaba. Miré a mi alrededor había una silueta que desaparecía y aparecía, era la silueta de una chica. ¿Es cosa mía o me estoy volviendo más loca de lo que estoy?, lo dejé pasar, pero la sensación era cada vez más estresante.

No aguanté más por lo que decidí ir al servicio corriendo. Una vez ahí, me levanté un poco la máscara de boca y las gafas abriendo el grifo mojándome un poco la cara. De repente sale una señora del baño mirándome muy extrañada, me coloco la mascara y las gafas.

-¿Se puede saber que está mirando?- le pregunté enfurecida-.

Esta se echó a correr y yo volví a mi sitio, pero ya me tocaba montar en el avión así que fui

(.....)

Me encontraba ya volando y tenía la cabeza apoyada en la ventana con los ojos cerrados.

Nina.....Nina.....Nina....

Me despierto sobresaltada por las voces, genial, la gente me miraba raro. La voz que escuché era familiar, ¿que me está ocurriendo?. Sacudí mi cabeza y volví a recostar mi cabeza en la pequeña ventana.

Nina......¿es que no me reconoces?

-¡Aylin!- dije a gritos lo cual provocó que la gente me mirara mal-.

-Señorita, ¿se encuentra bien?- me preguntó una azafata-.

Asiento con la cabeza y por segunda vez coloco mi cabeza en la pequeña ventana. Juraría que me pareció escuchar la voz de Aylin, creo que me estoy volviendo loca.

¿No puedes verme?....¿No puedes sentirme?...Mírame...estoy a tu lado

Me incorporo, de nuevo esas voces, ¿de donde coño han salido?. Es idéntica a la voz de Aylin, de seguro que es producto de mi imaginación.

(......)

Ya al aterrizar y pasar por los controles me encuentro por fin en un taxi de camino a mi nuevo apartamento. La verdad es que en Miami no hace un buen tiempo. Llegamos a un edificio grande.

-Llegamos- me dijo el taxista-.

Le pagué y bajé del taxi. Una vez más observé el gran edificio suspirando y entré. Según la propietaria era el piso número 4, subí por las escaleras y me encontré a una chica rubia de unos treinta tantos años con una sonrisa en su rostro.

-Hola, tú debes de ser Nina Hopkins, ¿no?- me dijo aún sonriendo-.

Asentí con seriedad y esta abrió la puerta con las llaves que tenía en la mano. Se echó un poco para que pudiera pasar, observaba el apartamento. 

La verdad no está mal, es pequeña que la anterior, pero me sirve.

-¿Te gusta el apartamento?- me dijo entusiasmada-.

-Sí- dije con simpleza-.

La señora me enseñó todo el apartamento y al terminar nos volvimos al salón.

-Bien, aquí te hago entrega de las llaves y cualquier duda me lo comunicas, ¿entendido?- me dijo sonriendo-.

-De acuerdo- dije con seriedad-.

-Pues encantada de conocerte y bienvenida a tu hogar- me dijo-.

Le agradecí y se marchó dejándome sola.