Isa
Sábado, 13 de septiembre del 2014
Mañana
Despierto gracias al ruido que escucho afuera de la habitación. Ron y Mor no están.
Quito la colcha que me amarra a la cama, me pongo mis pantuflas y salgo. Siento mis ojos pesados, se cierran a cada paso que doy.
-Deja de investigar y olvidalo, olvida lo que paso ya hace mucho tiempo- escucho la voz de Ron y me detengo detrás de la pared para que no me vean
-Solo iré a la biblioteca- dice Morgan- Además no se por que tu e Isa no quieren saber nada de nosotros
-Vivimos años así, siendo los niños huérfanos, los niños que encontraron en el cementerio, al menos hay que olvidarnos de esos malos días- la voz de Ron es relajada y tranquila, aunque lo que le está diciendo suena como un regaño, lo dice calmado.
-A mi nunca me importo que se burlaran
Mor fue a la que más le afecto el hecho de no saber nada de nosotros, de ser un caso perdido para los policias. Quiero que lo olvide, Ron y yo lo hicimos cuando ella tenía diez. Estuvimos años esperando respuestas, llego un punto en el que era obvio que no encontraríamos nada, tome el collar que colgaba del cuello de Mor cuando llegamos ahí <tenía tres años en ese entonces, no sabía nada de el. Hasta que crecí supe que nadie se lo había regalado. Investigue e investigue, no había nada.> Y lo deseche. Decidimos que ella no lo tenía que saber, que solo se ilucionaria con un objeto sin importancia.
No escucho más.
Es momento para que salga de mi escondite.
-Buenos días- digo siguiendo mi ruta hacia el refrigerador
El silencio sigue presente.
-¿Que haremos hoy? Podemos ir al cine o cocinar la comida para Joe y Kate, podemos hacer pizza o hamburguesas- digo
-Yo no puedo- dice Morgan- Iré a la biblioteca
Asiento y volteo hacia Ron.
-Yo tengo que ir a clases de apoyo con el maestra Yang, ese mujer trae algo conmigo- me dice como cuando eramos niños y yo tenia que ir a abogar con los maestros ya que no habia un adulto que lo hiciera.
-Por que eres un rebelde en clase, yo por otro lado, soy la favorita de todos mis maestros incluyendo a la maestra Sivan- digo guiñandole un ojo
-Chicos- llega Kate- ¿Quieren ir conmigo al gimnasio?
-Yo- levanto la mano- Hace tiempo que no lo hago
Una parte de mi solo quiere salir y otra se siente mal de que mis hermanos tenga planes sin mi, soliamos estar todo el tiempo unidos.
Recuerdo cuando cumplí diez y era hora de que me mandaran a un hogar sustituto, mis hermanos hicieron de todo con tal de que los llevaran conmigo, Ron lloró, Mor se hizo la enferma; nos advirtieron que por ser tres sería más difícil encontrar un hogar permanente, pero a nosotros con tal de que nos mantuvieran unidos nos bastaba.
Siempre creí que por ser la mayor, tendría más responsabilidad, no solo de cuidar a mis hermanos, también de equivocarme y que ellos siguieran mis pasos, al igual que al cumplir los dieciocho saldriamos de este hoyo llamado hogares sustitutos.
Al parecer hemos crecido, cada uno tiene su responsabilidad, cada uno comete sus errores y aprende, cada uno tiene sus planes.
Mor sale por la puerta en busca de respuestas de hace muchos años, Ron regresa a la habitación a bañarse e ir a la escuela. Yo tomo mis cosas de gimnasio y salgo junto con Kate.
Joe casi nunca está. Es empresario. Por un tiempo estuvo en la cárcel por un tipo de trato malo o al menos es lo que el siempre dice cada vez que le preguntamos.
Por ello Kate y el no pudieron adoptar, al parecer tener actos penales en tus papeles no les da tan buena impresión.
Nos quieren como hijos.
Pero siempre tratamos de no encariñarnos con nuestros padres de acogida, al final de cuentas es solo por un tiempo.
Llegamos al gimnasio.
Muchos se me quedan viendo, ya había olvidado que era ser mirada de esa manera; aunque se que es por que soy yo, quiero pensar que es por que soy nueva en el gimnasio.
Kate se da cuenta y voltea preocupada hacia mi
-Podemos regresar a casa, si quieres
-No, esta bien- digo
Nunca fue fácil.
Mis hermanos y yo siempre fuimos el centro de atracción, como si fueramos algo turístico.
Bichos raros.
Todos en la ciudad conocen versiones completamente diferentes y cada vez le aumentan cosas con menor sentido, de niños algunos decían que eramos zombies, que eramos bastardos; ahora las historias son mucha mas exageradas como que nuestra madre nos abandono y se fue con otro hombre, que nuestro padre nos maltrataba, que eramos niños que violaban en las calles.
Kate y Joe dicen que soy muy linda, la mas linda del mundo, que mis ojos azules y mi cabello rubio, incluyendo mi personalidad, es inigualable.
Pero los chicos nunca me vieron así.
Tarde
Reloj 5:43
-Regresemos a casa- me avisa Kate toda sudada
Asiento, todo el día estuve haciendo estiramientos, todas esas miradas en mi me hacían sentir incómoda.
Me pregunto si en la biblioteca Mor haya encontrado algo. Puede que ella tenga razón. No hay que darnos por vencidos, toda la ciudad nos toma como extraños y eso no cambiará jamás. Como dice <no aparecimos por arte de magia.>