The Lake

Capitulo 1|Hora de Partir.

Hora: 8:17 A.M
 

20 de Febrero del 2020.
 

Comisaría Sector II ESPAÑOLA. 
 


_____________________________________

—¡Esperen! —Grite—. En un momento salgo.

«Por Dios... No quiero ir a ver a un par de mocosos.»

Tome un par de cosas y me salí. Teníamos que ver a un par de chicos que estaban involucrados con la legión, lo que me parece ridículo.

—Ya era hora de que salieras... —Me dijo Mike molesto. —Tardaste mas de 10 minutos.

—Me da igual si los hice esperar. — Dije Molesto.

—Andas de mal humor, ¿eh? —Mencionó Arlette.

—Estos 5 últimos años no han sido lo mío...Ya no digan mas.

Suspire fuertemente, todavía faltaba un buen camino para llegar.

—¿Cuánto falta para llegar con ellos?

—No pregunten.

«¿Realmente ellos sabrán algo?» — Esa  pregunta retumbaba en mi cabeza en cada momento.

—¿Enserio creen que esos niños tendrán algo de información? — Expresé un poco molesto.

—No perdemos nada con intentarlo. Creo yo que en vez de estarte quejando... ¿Porqué no nos cuentas tu cambio de actitud? — Me pregunto Arlette.

—¿Es raro... Sabes?, que cada día me preguntes eso.

—Quiero saber que paso contigo.

—Arlette tiene razón... Kenta, ¿A que se debe tu cambio de actitud?

—Saben que odió que me pregunten eso. ¿Porque diablos lo hacen?

De parte de ellos dos no hubo ninguna respuesta. Supieron lo que hicieron mal.

—Solo avancemos. No quiero escuchar una palabra suya mas, la verdad.

«Vaya desastre que soy...»

Vamos, todos suban al coche. —Dije con prisa.

Todos rápidamente subieron al automóvil. Ya me imagino charlar con niños sobre la Legión.

—¿Tu manejarás, Kenta? —Me pregunto Arlette un poco sorprendida.

—¿Tiene algo de malo? — Respondí.

—Odias manejar, ¿no?

«¿Quién diría que ya puedo manejar...»

—¿Ya superaste tus traumas? — Seguido dio una pequeña risa burlona.

—Para mi eso nos gracioso. —Dije acompañado con un suspiro fuerte. —He sufrido mucho desde entonces.

—Pero somos tus amigos...

—Les diré algo... Espero no se ofendan. No los considero unos amigos.

Hubo un silencio incomodo cuando recite aquéllas palabras. No me arrepiento de nada.

—¿Es aquí? —Pregunté.

—Creo que si.

Me lleve una gran sorpresa. Son unos niños, pero viven bien. Me alegro.

Bajamos del automóvil, era un hotel bastante lindo. Procedemos a entrar todos juntos.

Bastante gente centraba su mirada entre nosotros tres. Decidí sacar mi placa policíaca.

—Buenas tardes, detective Hitoshi. Queremos ver a unos inquilinos de este hotel. —Mencioné mientras mostraba mi placa.

—Ustedes dos, ¿también tienen placas? —Pregunto el recepcionista.

—Muestren sus placas.

Mis compañeros tardaron un poco en mostrar sus placas, se me hizo un tanto sospechoso.

—Bien, la habitación es la 250. Solo toquen la puerta y esperen una respuesta.

—Gracias. — Dije dándome la media vuelta.

Mis compañeros y yo, tardamos 5 minutos en buscar esa habitación, si que era difícil. 20 minutos después, encontramos dicha puerta.

—Creo que es aqui.

Me acerque un poco a la puerta, y puse mi oreja sobre esta.

—¿Qué estás haciendo...?

—Shhhh.—Posicione mi oreja para mayor comodidad. —Déjenme escuchar.

«¿Que rayos... Porque hablan tanto de la Legión?»

—Es hora de entrar, algo malo esta pasando. —Mencioné mientras tomaba la perilla de la puerta.

—Sabía que estos chicos no son tan tontos. —La perilla estaba cerrada.

Procedí a levantar mi mano y decidí golpear con ella la puerta.

—¡Detective Hitoshi. Necesitamos que hablar!

Note mucha extrañeza, ahora no hay nada de ruido. Volveré a tocar.

—¡Detective Hitoshi. Necesitamos hablar! — repetí por segunda vez.

—En un momento... Salimos.

Escuche una voz de una mujer. Tenía un poco mas de intriga de que pasaba ahí dentro. Todo estaba muy raro, traté de averiguar que demonios estaba pasando.

Escuche unos pasos aproximándose cada vez mas a la puerta. Saqué mi placa policíaca.

—¡Bienvenidos! ¿En que puedo ayudarlo? — Me hizo la pregunta, una niña de 19 años.

—Hola, ¿Podemos pasar?

—No hay que pedir permiso. — Recite aquellas palabras después de entrar al apartamento.

—Claro... Pasen.

Observé un poco el apartamento. Era muy pequeño y acogedor.

—¿Dónde estan los demás? — Pregunté desconcertado.

—Estan en el segundo piso.

—¿Cuál es tu nombre?

—Josseline.

—Iré a revisar al segundo piso, no necesito aprobación. —Camine hacia las escaleras dirigiéndome al segundo piso.

Cuando estaba a punto de subir, vi a Mike y a Arlette separarse un poco. Bastante raro.

Subí las escaleras, vi a 3 mocosos. Dos hombres y una mujer. Enseguida les hice un par de preguntas.

—¿Cuáles son sus nombres?

—¿Quién eres tu? —Me preguntó un poco asustado.

—Detective Hitoshi, necesito sus nombres.

—Zigor.

—Jake.

—Daniela.

—¿Qué hacen todos ustedes en este lugar?

—Trabajamos. —Me respondió Jake.

—¿Trabajan?

—Claro que si, trabajo en mi blog paranormal, ¡Yei!

—Necesito que me muestres un poco de tu blog.

—Sin duda.—el chico se me acerca un poco. —Quiero ganar dinero, con mi blog. Quiero ser millonario. —Con una expresión de felicidad en su cara.

—¿Estás bien? —Le pregunte un poco nervioso.

Por un momento sentí la felicidad de ese chico en mi. La felicidad que nunca pude tener...

Necesito que bajen todos, quiero hablar con todos un poco.

Baje las escaleras con todos los chicos detrás de mi, por un momento sentí como si fueran mis hermanos pequeños.

—¿Son todos? —Me preguntó Mike.

—Creo.

—Sip, somos todos. —Me dijo Daniela entusiasmada.



#9385 en Thriller
#3735 en Suspenso
#2919 en Detective

En el texto hay: misterio, tragedia, suspenso

Editado: 06.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.