The Last Day

THE LAST DAY

Aunque suene cliché pero... Te contaré mi historia.

Me llamo Candy Carrillo Cox, si lo sé tengo las tres C's, es gracioso hasta cierto punto, no fue mi decisión apellidarme así, como dije al inicio te contare lo que me sucedió...

Hace aproximadamente unos 11 años atrás conocí a un chico, del cual me enamoré profundamente, un año después de conocernos nos casamos.

Haciendo un paréntesis, en ese entonces tenia 25 años, ya me había graduado de la universidad y laboré en una empresa por 6 años.

Regresando en lo que estaba; ese año me enteré de mi embarazo, me sentí la mujer mas feliz y completa en esta vida; mientras se desarrollaba mi embarazo seguí laborando, cuando tenia 7 meses de embarazo, tomé la llamada más dura que pude experimentar en mi viva, mi esposo sufrió un accidente aéreo, sucedió cuando regresaba de un viaje de trabajo, recuerdo que para esto estaba parada tomando la llamada por que estaba cansada de tanto estar sentada, un compañero que estaba junto a mí se percato con rapidez como me fallaron las piernas, me sujetó con todo y mi peso extra, me ayudó a sentarme, en ese momento todo quedó en penumbras.

Cuando desperté, me encontré en una habitación demasiado iluminada para mi gusto, fue cuando me di cuenta estaba en un hospital, traté de sentarme sufrí un mareo en ese momento, lleve una mano a la cabeza y la otra la puse inconscientemente sobre mi abdomen abultado, para mi sorpresa ya no estaba, cuando me percaté de ello mi respiración se agitó.

- ¿Y mi bebé?. - Lagrimas comenzaron a brotar y caer por mis mejillas.

- ¿Cuanto tiempo llevo aquí?. - susurré.

Con ambas manos me toqué el vientre plano.

En ese instante alguien abrió la puerta.

- Mi Niña!, ya estas despierta. - Escuche el llamado cariñoso de mi madre.

- ¿Donde esta mi bebé?. - Dije aún entre lagrimas.

- El bebé está algo delicado por que nació prematuro, con la impresión que tuviste casi lo pierdes, la buena noticia es que lograron salvarlo, ya no tienes por que preocuparte por él. - Mientras decía esto me tomada de la mano derehcha.

- ¿Cuanto tiempo he estado inconsciente? y dijiste ¿Él?. - Ya más calmada le pregunté.

- Desde que te enteraste de la muerte de Keitaro, aproximadamente 3 días, si mi niña es un varoncito precioso.

- ¿Cuando sepultaron a Keitaro?. - Comenzando a llorar nuevamente al saber que jamás lo volvería a ver.

- Por ordenes de su familia fue cremado, te enviaron las cenizas y sus respetos por su fallecimiento el día de ayer, cuando puedas lo llevaremos al cementerio familiar para que descanse en paz. - Me dice rozando mi mano para calmarme.

- ¿Puedo ver a mi bebé?. - La observo con detenimiento, percatándome de su rostro cansado.

- Voy a llamar a una de las enfermeras para preguntarle. - Se levanta dirigiendose fuera de la habitación.

En mis pensamientos caóticos no sabia que haría en ese momento, pero ya encontraría una solución cuando estuviera más centrada.

 

 

3 AÑOS DESPUES...

 

- Keita no corras que te caerás!. - Digo mientras corro detrás de él, escucho como ríe.

- Se que te divierte hacer correr a mami pero ya estoy cansada. - Le digo mientras lo tomo entre mis brazos, le doy muchos besos en la carita haciendo que ría aún más.

Amo a mi hijo, ese pedacito de vida que me regaló mi difunto esposo, se preguntaran, que ha pasado con mi vida?, para resumir, al año siguiente que nació Keita me armé de valor para ir a enterrar las cenizas de Keitaro a su ciudad de origen Japón.

Recuerdo con nostalgia cuando lo conocí, estaba de visita en Japón por trabajo, ese día cerré un trato muy importante, para celebrar me fui de paseo al parque que se encontraba cerca del hotel donde me hospedaba, la tarde estaba fresca, era otoño para ese entonces los arboles tenían ese particular color naranja, amarillo y marrón; estaba tan maravillada admirando ese particular crepúsculo cuando un soplo de viento se llevo la mascada que rodeaba mi cuello, corrí tras ella (el destino tenia un plan conmigo), se enredó en el cuello de un chico que transitaba en ese instante por ese lugar, cuando sintió la tela la tomó entre sus manos, volteó para ver el dueño de dicho objeto, me acerqué a él hasta llegar a su lado, al mirarlo ese instante el mundo se detuvo a nuestro alrededor, cuando me perdí en su particular color de ojos grises con tonalidades violeta, sin darnos cuenta nos acercamos lentamente, tomé de entre sus manos mi mascada, cuando estaba retirandola me agarro de la mano, todo comenzó desde ese instante inolvidable para mi.

 

 

5 AÑOS DESPUES...

 

Hoy falleció mi padre, un día sombrío para la familia, el año pasado le detectaron cáncer en el estomago en etapa avanzada, ya no pudimos hacer nada al respecto, solo esperar el día que nos dejaría con un gran vacío en nuestros corazones, sobre todo a mi madre que lo amaba con toda el alma; solo puedo recordar los buenos momentos que vivimos juntos, todo el apoyo que me brindó cuando lo necesité, los valores que me inculcó, sobre todo el valor más importante el de nunca rendirme, por más imposible que fuera la situación siempre hay una solución.



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En el texto hay: recuerdos amorosos amor eterno

Editado: 10.09.2018

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