Capítulo 5.
Como uno de los cuatro dioses dragón, Ao Kuang reclama tributos a aquellos que viven en las costas orientales y gracias a estos pagos, las mareas están en calma, los ríos se amansan y las precipitaciones son abundantes para los cultivos, sin embargo, no siempre fue así.
Japón: Soy Izanami, una diosa muy importante en la cultura y mitología de Japón. Soy la diosa de la creación y también la diosa de la muerte.
Su contraparte era su hermano y también exesposo Izanagi; y ambos fueron los primeros dioses convocados a la existencia, siendo ellos las primeras deidades encargadas de crear la primera Tierra, habiendo recibido una lanza decorada con preciosas joyas que les fue otorgada con grandes honores.
La lanza era llamada Ameno y estos dos dioses fueron la unión entre el cielo y a Tierra, contando la leyenda que con la lanza batieron el mar y crearon una isla que luego se convertiría en su hogar.
Corea: Miruk fue un discípulo de Gautama Buda (483-368 a. n. e.), quien fue sobresaliente tanto intelectual como espiritualmente. Al responder a las preguntas de los discípulos, Gautama profetizó que Miruk moriría, pero que regresaría al mundo para salvarlo como el futuro Buda.
Taiwán: El emperador de Jade es visto comúnmente como la deidad más alta, pero no es la más popularmente venerada porque las personas no quieren molestar al poderoso señor del Cielo con sus problemas y penas insignificantes.
Mongolia: Erlik es el dios turco-mongol de los muertos y del inframundo.
A Erlik se le representa como un monstruo, con cara y dientes de cerdo y con cuerpo humano; como un hombre viejo, de cuerpo bien formado y ojos, cejas y bigotes bien negros; como un oso totémico; con cabeza de toro o cabalgando sobre un toro; con cabeza de búfalo; con cabeza cornuda rodeada de llamas; o bien con dos cabezas y cuatro manos, un collar de cráneos, un cetro de calavera en la mano derecha y una espada en la izquierda.
Todos estamos de acuerdo y te estábamos esperando para entrenarte con los mejores guerreros de nuestros dominios Zahyir…
¡¡Espera, dice ella!!... ¿Ustedes sabían que yo venía?
Izanami.- Niña, te estábamos esperando, se supone que debías caer en tu realidad, pero te teníamos que entrenar y por eso distorsionamos todo para que entraras al segundo cielo que es donde te encuentras con nosotros en este momento… y escucha bien y aprende, que una persona no es persona por todo lo que ya tiene, sino por lo que aún no ha logrado.
Tendrás que entrenar con los grandes guerreros de nuestros distintos territorios y cuando estés preparada volverás de nuevo al segundo cielo con nosotros para indicarte a donde tienes que ir para continuar con el resto de tu entrenamiento.
Zahyir.- ¿Entrenamiento?, pero a mí no me gusta ni siquiera hacer ejercicio…
¿Cómo creen que voy a entrenar y como se supone que voy a llegar donde estos guerreros si estamos flotando en una nube?
Miruk.- Pronto lo descubrirás niña; ahora ve a la montaña Baekdu que es frontera con China y Corea y allí te entrenará el rey Chin Yang, aprende lo más que puedas de él.
Sin más comentarios, me empujaron de la nube cayendo yo al vacío y gritando que no sabía volar.
A lo lejos, escuche como voces que me susurraban que tenía que sentir y creer que yo era el viento y así dominaría mejor la caída.
Siguiendo esos consejos comencé a equilibrarme y me dispuse a conseguirlo; y justo cuando ya comenzaba a agarrarle el gusto a esto de ser el viento, fui impactada por tremendo coñazo con el suelo golpeando mi cara. ¡Coño de la madre no joda!
Al levantar mi rostro me encuentro con un hombre de apariencia pacífica que en el acto comenzó a decirme que los señores ya le habían indicado que me entrenaría:, era el Rey Chin Yang…
Zahyir.- ¿Es en serio? ¿De verdad eres el rey Chin Yang?, No mames wey...
Chin Yang.- Levántate Carajita, ponte esta Armadura y ve a encontrarme al Lago Baeduk porque tenemos que comenzar a entrenar.
Zahyir.- Pero esta Armadura pesa más que yo; ¿Cómo carajo se supone que debo caminar con ella si ni siquiera puedo cargarla?
Chin Yang.- Eso lo tendrás que averiguar tú…
En ese momento me llegó una llamada del Doctor Henry y obviamente la contesté para que me ampliara de qué se trataba todo esto.
Henry.- Dra. Zabramova…, ¿Dónde diablos andas metida?, se supone que debías caer hace tiempo, dime dónde estás realmente.
Zahyir.- Lo siento Dr. Henry, pero estoy en Corea.
Henry.- ¿Qué haces en Corea cabezona?… Debes entender que no hay manera de saber si volverás; lo bueno es que tu batería se carga con energía solar.
Zahyir.- Dr. Henry, no me culpe… Usted sabe que Yo no escogí venir aquí, pero ya que estoy aquí, pues averiguaré cuál es mi propósito.
Henry.- No debes seguir fragmentando más la realidad mocosa; no sabes lo extraño que es ver tus estatuas y esculturas por todo el Mundo, ni que fueras una Supermodelo Nojodaaa!!!... Incluso he tenido que decir que renunciaste al trabajo porque ya no me soportabas.
Zahyir.- Es usted un genio Dr. Henry, pero no le prometo nada.