Capítulo 19.
Z.- ¿No sabes que la Fé sin obras está muerta?
G.- Lo que te pido no es algo que no puedas cumplir, pues yo no deseo la vista si mi padre no camina.
Z.- Aún si la carga es pesada yo la llevaré por Tí Gurab, porque eso es lo convierte a un hombre en un guerrero.
Tu decides si quieres ser un cobarde o un guerrero; la balanza está de tu lado; sólo debes lograr estabilizar tus emociones con tus deberes, pues hicimos un trato y yo siempre cumplo con mis tratos…algunos hombres parecen niños, siendo novatos la mayoría; muy pocos de ellos tienen experiencia de guerra, no obstante, poseen un denominador común, un adjetivo que los hace en algún punto exactamente iguales y es que tienen una consigna de honor, es decir, si quieres ser una leyenda o si quieres ser un cobarde .
G.- Poderosa señora Zahyir, prometo seguirla aunque la noche sea más espesa y oscura y no pueda alumbrar el camino; prometo guiarla entre las sombras, pues mi ceguera me permite con más agudeza sentir todo a mi alrededor .
Z.- Sonreí por lo que acababa de escuchar y supe que debía intentar ayudarlo, pero no sabía si lo lograría , así que tomé mi lanza y le atravesé el corazón; su padre a lo lejos vió como su único hijo había sido atravesado por mí lanza; luego, retiré la lanza y llené sus heridas de arena, mientras su padre desconsolado no hacía más que llorar, lo cual era bueno para mí, de modo que me le acerqué y le entregué un cántaro para que derramara sus lágrimas en él; por ello, el pobre anciano acató mis órdenes y una vez que llenó el cántaro de lágrimas lo vacíe en la herida de Gurab, encendí mis ojos y lo enterré en la Arena; saqué mi espada y la enterré donde estaba el cadáver del joven y me puse a meditar en frente de mi espada enterrada mientras escuchaba los quejidos del Anciano, pero no podía dejar que eso me perturbara, así que lo dejé inconsciente para poder tratar los ojos de su hijo; y cuando logré conectarme con él, su cerebro aún trataba de estabilizar la situación y no sabía si aceptar que estaba muerto o que yo estaba dentro de su mente; tenía que guiarlo hasta la oscuridad y dejarlo sólo; dejar que él mismo lograra ver en su propia oscuridad, pues no era un humano común, ya que probablemente él era un Híbrido y no lo sabía, de modo que yo debía despertarlo y ayudarlo a salir de las sombras .
Z.- Tienes que salir de tu densa oscuridad, abre los ojos, deja tu ceguera y regresa con tu padre porque tú no debes morir, tú tienes que vivir y luchar a mi lado, camina hasta donde yo me encuentro.
G.- No es fácil Zahyir, es muy oscuro aquí dentro.
Z.- Utiliza tus otros sentidos, quítate la venda que no te deja ver, estabiliza un patrón de día y noche y deja que tu interior refleje el orden que debes seguir .
G.- No me dejes sólo Zahyir, no me abandones .
Z.- Te esperaré al final del camino Gurab, cuando logres abrir tus ojos estaré esperando a que despiertes, no te dejaré sólo nunca más; ahora me siento responsable de Ti, no te dejaré .
Así el joven siguió luchando por encontrar una salida a su oscuridad y tratando de quitarse la venda de los ojos, pero no podía y su mente le gritaba que no debía; ¿miedo, incertidumbre, pánico, falta de valor o sólo se estaba auto engañando?....
Z.- Él es un chico que no conoce su complicada relación entre la verdad y la mentira, posiblemente su ceguera sea temporal porque en su mente él así lo quiso, de modo que sólo él mismo puede salvarse de sus miedos y yo sólo puedo esperar a que despierte para ver que es real ahora .
Mientras el viento sopla arena y descubre su cuerpo sin vida, de mi cuerpo comienza a emanar un Aura que trae consigo una tormenta de arena, la cual cubre nuestros cuerpos hasta la cintura impidiéndonos movernos de ese lugar.
Gurab, ya mismo debes despertar y aceptar tu destino de vida o muerte; recuerda que todos tienen un mismo ciclo que cumplir, pero sólo unos pocos deciden ser recordados por grandes hazañas; no podemos decir la verdad absoluta acerca de todo lo que somos, ni sobre lo que hacemos mal o bien, ni tampoco lo que nos impide salir de las sombras en la que nos pudiéramos encontrar atados a una eterna soledad que compromete nuestra libertad.
G.- Zahyir, el frío viento de la muerte está pasando por delante de mis ojos; actúa como tal porque es frío; me dice que llore si lo necesito; yo le digo que estoy bien, pero él me pregunta si me estoy escondiendo detrás de él.
De repente, Gurab tiró la venda que lo cegaba y vió que su ceguera no era oscuridad sino miedo a lo desconocido, por lo que corrió a la libertad, la cual creyó verla con forma de mujer de espaldas como si estuviera esperando por mi.
Tras generaciones con su imponente figura de guerrera, podría decirse que ella es la luz a mi oscuridad; Zahyir es esa Luz que se desvanece ante mis ojos y me hace viajar de nuevo a la vida, al dejarme ver que estoy bajo una cama de arena desde donde trato de salir, pero es pesada y no me deja respirar, no me deja sentir, quizás no me dejará ver otra vez, pero es una espada halada con tal fuerza que me empuja fuera de la arena y me deja ver la luz del día y con ello el rostro de mi padre y la fuerza de esta mujer que cumplió su palabra devolviéndome la vida sin siquiera nosotros haber cumplido con nuestra parte del trato .
Z.- Te dije que no te dejaría atrás Gurab, no te dejaré sólo nunca más; ahora tú eliges si quieres ser un cobarde entre las sombras o un guerrero que lucha por la verdad.