Capítulo 36.

Capítulo 36.

“Mírate en el agua y verás tu reflejo, pero en el corazón se refleja realmente lo que eres, pues en el crisol se pule la plata; en el horno el oro, pero al necio, por más que lo pulas no le quitarás la necedad.”

Zif.- Comprendo lo que me quieren decir y ahora sé cuál es el camino que debo seguir realmente, pero para llegar a ese camino debo ir primero al camino equivocado, pues las riquezas no son eternas y yo tampoco seré inmortal, prefiero morir en batalla por las manos de mis enemigos, que en casa a mano de mis amigos.

S.D.N.- Levanta tu voz Zif, por todos los que no tienen voz propia, defiende los derechos de los desposeídos y hazles justicia, defiende a los pobres y a los necesitados que son hostigados por tus regentes y no dejes que te endulcen el oído como hasta ahora lo han venido haciendo, traza tu propio camino y sigue las conductas de tu corazón y de tu alma.

Solamente diles, que estaremos preparados para escoltarlos hasta la Tierra, pero ya dentro no estaremos con ellos, pues la Tierra no tiene las armas necesarias para evitar un encuentro con la 5.ª Dimensión.

De este modo, Zif regresó al Exoplaneta Gliese dónde la esperaban sus señores ansiosos de las respuestas de las leyendas de los sobrevivientes de Neptuno.

Roy.- ¿Qué has logrado con las Leyendas de los Sobrevivientes de Neptuno?

Zif.- Primero debo disculparme ante ustedes por no ser lo suficientemente buena.

Geno.- Zif, eres la mas fiel Guerrera que tenemos, por lo que primero debes decirnos qué ha sucedido con las Leyendas de Neptuno para de esta forma poder tomar una decisión sobre lo que haremos…

Zif.- Las Leyendas de Neptuno únicamente los escoltarán a la Tierra porque dicen que la Humanidad no tiene cómo defenderse ante armas de la 5.ª Dimensión.

Geno.- No los has persuadido bien, por lo que tendremos que castigarte para que aprendas a cumplir con lo que se te ordene.

De esta manera, Roy tomó a Zif y la llevó a un calabozo lleno de Amoníaco y Yodo, que para ella serían venenosos, pero ella había previamente alterado su ADN con bacterias justo para no ser dañada por el Hidrógeno Líquido en el caso de que Geno y Roy le impusieran un castigo mortal.

Estaba encadenada a unas piedras, las cuales se expandían con su respiración agitada por los olores venenosos del Amoníaco y el Yodo.

Zif se sentía muy débil, casi no podía respirar, y siendo castigada de esta manera no podía creer que esto podría empeorar, pero así fue cuándo Geno entró al lugar y ambos hermanos comenzaron a torturarla quemando su cuerpo con Formol; dislocando sus hombros ocasionándole moretones y un dolor infernal que no le permitía pensar con claridad…

Además pusieron un Collarín de Oro sobre su cuello, el cual no le permitía tener movilidad alguna de la cabeza.

Cuando Geno y Roy salen de la Cámara donde encerraron a Zif, se voltean y antes de dejarla en una oscuridad total le dicen:

Roy.- Gracias por liberarnos, pero ahora nos encargaremos nosotros.

Geno.- Además, eres parte de la minoría de los Antiguos ¿Realmente pensaste qué tienes permitido vivir a nuestro lado siendo tu una pordiosera y una escoria insignificante de la vida?

ROY y GENO.- Disfruta de tus últimos momentos de luz porque tu infierno será un frío envenenador que te romperá los huesos del cuerpo ignorante mujer.

Así, sellaron el lugar donde estaba Zif condenándola a esperar una muerte dolorosa y lenta y sin luz que alumbrara el lugar.

Geno y Roy continuaron preparando a sus tropas invasoras de los Caídos, pues no tendrían el apoyo de las Leyendas de Neptuno y por eso debían descubrir como despertar a los Caídos de los infiernos de la Tierra, pero para eso debían robar del Exoplaneta Koi las armas del laboratorio de Reid, que les permitieran encontrar en el cerebro de un Caído una forma diminuta de despertar a otros en los infiernos de la Tierra.

De manera, que en secreto se escaparon al Exoplaneta Koi, y al llegar tuvieron mucha cautela de no ser detectados por los Sabios; tenían que tener mucha precisión en sus pasos, pues no debían dejar rastro alguno de que ellos estuvieron en el laboratorio de Reid.

Luego, encontraron una máquina de rayos ultravioleta que responde a la presión del sonido para medir las neuronas y compararlas con el ADN para obtener un resultado contundente…

La tomaron sin pensarlo dos veces y ahora el desafío de ambos era salir de los laboratorios de Reid, pues a lo lejos se escuchaba cómo venían los Antiguos y los Sabios hacia el laboratorio, por lo que entonces Geno y Roy decidieron camuflarse con los experimentos fallidos, hasta que ya no estuvieran cerca, pero se escondieron para nada porque no era al laboratorio al que venían y por eso pudieron salir rápidamente de ese lugar y corrieron a su Nave Invisible con el arma, regresando a Gliese sin que nadie lo notara…

La Tierra estaba acostumbrándose a vivir en ciudades bajo tierra, pero era necesario regresar a la superficie para continuar con la vida cotidiana anterior de los humanos…

Los dioses abrieron las puertas a las ciudades dejando salir a la humanidad a la superficie, la cual ya estaba restaurada como si nada hubiera pasado…