Capítulo 39.
Odín y sus valkirias no pueden hacer mucho, pues son cientos de millones de Caídos por lo que la esperanza parece desvanecerse, pero entonces RN logra liberar a Zahyir, quien se encontraba encerrada en lo más profundo de las islas Seychelles y ahora se dirige a la batalla para poner a Geno y a Roy en dónde deben estar.
Las Leyendas de Neptuno visitaron el Exoplaneta Gliese que estaba desolado.
Pero recordaron que mientras escoltaban las tropas invasoras de Geno y Roy no vieron la nave de Zif por lo que comenzaron a buscarla por el lugar.
Una de las Leyendas con tecnología de la 5.ª dimensión logra ubicar a Zif y al mover la enorme roca que les ocultaba el interior donde estaba Zif se dan cuenta del espantoso estado en que se encontraba la Guerrera.
La liberan de sus cadenas de plata y su collarín de oro, pero cae al piso al no tener como sostener su cuerpo ya que le habían dislocado los hombros y piernas, además de que tenía las costillas rotas.
Las Leyendas toman el cuerpo envenenado de Zif y lo llevan a la 5.ª dimensión dónde la liberan a una fuerza de reflejo que comienza a reestructurar su cuerpo acomodando su organismo por completo revirtiendo la alteración genética que ella se auto había hecho.
Solo cuando ella sanara de mente, alma y corazón saldría de la fuerza de reflejo, de lo contrario, nunca sería libre.
Zahyir en la Tierra buscaba ansiosa a Zif, pero no la encontraba, por lo que decide seguir batallando contra los Caídos.
Gurab le recuerda a Zahyir que debe llamar a la caballería, puesto que eran centenares de millones de Caídos y por eso los dioses no se daban a basto y los Antiguos tampoco, por lo que ella debía convocar a la caballería pronto o el planeta sería destruido, pero Zahyir le dijo que aún no era el momento para llamarlos.
La batalla era potente, pero no eran suficientes los que protegían la Tierra… RN ayudaba a Zahyir a luchar contra los Caídos logrando matar a unos pocos, pero no los suficientes para detenerlos.
Gurab se da cuenta de que cuando matan a uno de los Caídos el cuerpo se reincorpora y se duplica, lo cual hacía de esto una pesadilla.
Zif ve que en la fuerza del reflejo se muestra que en cada dimensión ella representa la minoría, pero es diferente en otros planos, pues en algunos se logra ver como una persona pura y en otras como una persona oscura, pero en todas afirmaban que al final ella escogería el camino correcto a casa y el Mentalista siempre en cada plano sería su amante.
Lo cual le hizo entender que ella debía regresar y ayudar a la Última Descendiente a detener a Geno y a Roy.
Por esto, las Leyendas de Neptuno aceptaron dejarla salir de la fuerza del reflejo y escoltarla hasta la Tierra, lo que ella decidiera una vez dentro del planeta quedaría en su conciencia eternamente.
Al entrar a la Tierra, las Leyendas la abandonan y ella continúa y comienza a derribar naves invasoras
Por lo que Zahyir al darse cuenta de que era ella quien comenzó a derribar las naves invasoras no dudó ni un segundo en llamar a la caballería.
Con su hacha en mano y ojos encendidos lanzando dagas a los Caídos chasqueo sus dedos y múltiples agujeros de gusano se abrieron trayendo a la batalla a los Héroes y Guerreros más históricos y quienes habían formado una alianza con ella.
Los ejércitos del rey Leónidas y Aníbal Barca comenzaron a salir por las costas de las playas; Atila, El rey de los Hunos junto a William Wallace llegaron con sus tropas a caballo bajando de las montañas.
Alejandro Magno y Julio César junto a Ricardo Corazón de León, llegaron con sus ejércitos saliendo debajo de las ruinas de los edificios derrumbados; por el horizonte venían saliendo el General en Jefe Simón Bolívar con su caballo blanco y su perro Nevado, acompañados del Generalísimo Francisco de Miranda y Pedro Camejo dirigiendo un gran ejército; sobre las nubes venían Ji Gong con su abanico mágico, la Generala Liang Hongyu y Tomoe Gozen con el rey Chin Yang.
De las arenas salieron los ejércitos de Tutmosis Tercero, con los jefes militares hijos de Gengis Khan, los Generales Jochi y Chagatai.
José de San Martín, Bernardo O’ Higgins y Rodrigo Díaz de Vivar, venían cabalgando con el sol alumbrando su camino.
La Generalísima y Jefa de Batalla Manuela Sáenz venía con su brioso caballo, acompañada por George Washington guiando un gran ejército de temerarios guerreros.
Los suelos comenzaron a temblar y se abrieron dejando salir de él al Barón Rojo, quien venía piloteando una nueva nave que Zahyir le había otorgado, derribando con armas supersónicas a las naves invasoras.
De este modo la batalla comenzaba a emparejarse, los infiernos liberaron a sus bestias y demonios para devorar a los Caídos.
En medio de la batalla Zahyir comienza tener visiones de un hombre igual a ella, pero se encontraba en una densa oscuridad y no lograba reconocer quien era este ser…
La batalla siguió y Reid comenzó a vaciar químicos desconocidos a los Caídos ocasionándoles mortíferas heridas, y de este modo mucho de los dioses, héroes y guerreros pudieron comenzar a aplacarlos y eliminarlos
Zeus y Hera derribaron la nave nodriza.