Capítulo 43.
Z.- Dime si sabes donde enterraron los Sabios al bebé, pues me gustaría visitar su tumba.
R.- Eso deberías preguntárselo a NIV, ya que se dice que fue él quien enterró al bebé. Pero es solamente un rumor porque ese niño no existe Zahyir; no te preocupes por eso… nadie te quitara el Título de La Última Descendiente, a menos que Tú y RN decidan agrandar la familia.
Z.- ¡JA JA JA!… mírate ahora hasta chistoso me saliste.
R.- Que te puedo decir… es la lógica de la naturaleza.
Zahyir se fue de ese lugar y decidió estar sola, pues no lograba entender si todo lo que había estado viendo en su mente era real o falso.
Por lo que sin decirle a nadie lo que haría, se ubicó en el Golfo Pérsico, pero igual siguió siendo imposible para ella dejar de tener estas Premoniciones.
Ese joven… ¿Realmente está Vivo?,.¿ O está tratando de volver de la muerte?... ¿por qué no sales de mi mente? a fin de cuentas, es a los Sabios a los que tienes que buscar, ¿Por qué siempre se empeñan en llegar a mí si , qué soy inocente de todo lo que ha ocurrido?
De pronto, Zahyir cae inconsciente; y de este modo vuelve otra vez el joven que camina entre las sombras de la Obscuridad.
- Nos volvemos a encontrar de nuevo Zahyir.
Z.- Disculpa, ¿Pero acaso te conozco?
- Deberías de conocerme perfectamente, pues gracias a Ti, a mí me condenaron al exilio al nacer.
Z.- No te conozco, no sé de qué me hablas y ni siquiera sé tu nombre.
- Mi nombre es Jasper y soy tu hermano gemelo, hijo de LAY WAY y SI, Nieto de Los Ancestros y conocido como el Destructor de Mundos.
Z.- Que bonito resumen de vida, pero yo no te conozco; a los Sabios apenas hace 5 años que los conozco.
Yo también fui abandonada, de modo que estamos a mano, es decir, ni yo te debo ni tú me debes, así que bye hermanito.
J.- ¿Quién dijo que te puedes ir estando en mi territorio?
Z.- Esto es un sueño por lo cual sé que puedo despertar.
J.- Como ordene Su Alteza, entonces si es un sueño no sentirás si hago esto.
Jasper dándose media vuelta incendió sus ojos en Luz Blanca y toda la obscuridad que nos rodeaba comenzó a agitarse y de su espalda salieron llamaradas de fuego y de sus manos brotaron dagas venenosas las cuales se enterraron en mis piernas, muslos y brazos haciéndome sentir un dolor insoportable, además, la obscuridad la hizo comenzar a girar en su entorno, provocando que todo lo que entraba a esta obscuridad dónde estábamos ambos, comenzara a despedazarse y exterminarse sin dejar rastro alguno.
Dejándole en claro a Zahyir que esto no era un sueño y que no hay lugar dónde se pueda esconder en el que él no la pueda encontrar.
Zahyir decidió no dejarse vencer por su hermano Jasper, por lo que ella también comenzó a encender sus ojos en llamas y liberó las dagas de sus manos, desenvainó su Espada y lo atacó con los Rayos de Luz que esta Espada emitía, tomó su hacha y se dirigió donde Jasper se encontraba y cuando le fue a dar con el hacha este desapareció y ella apareció de nuevo en el Golfo Pérsico a punto de atacar a Gurab quien apenas iba llegando dónde ella se encontraba.
G.- ¡¡¡¡¡Zahyir!!!!!...Reacciona… Tú no quieres hacer esto realmente.
Zahyir al escuchar la voz de Gurab se tranquilizó y comenzó a gritar enfurecida:
Z.- COBARDE, regresa y arreglemos esto como se debe Jasper, ven aquí de nuevo que no te perdonaré esta vez.
G.- ¿Quién es Jasper?
Z.- Olvídalo; no lo entenderías Gurab.
Zif.- Ese nombre está prohibido mencionarlo Zahyir, pues es el nombre de tu gemelo muerto.
Z.- Díganme algo, ¿Ustedes acaso saben dónde está enterrado?
Zif.- No, su ubicación solo los Sabios la conocen.
Z.- ¿Cualquiera de los Sabios la conoce?
Zif.- Si, de hecho todos los Sabios conocen dónde están los restos del Bebé.
Z.- Ya sé qué hacer entonces...
G.- Esa sonrisa maquiavélica en tu cara no me inspira confianza Zahyir, dime a quién vas a matar…
Z.- A nadie, solo iré a ver a RN.
G.- Concédele Señor el descanso eterno.
Zif.- Amén.
Z.- Par de Payasos…
G.- ¿Te Acompañamos?
Z.- No es necesario.
Zahyir se marchó a donde se encontraba RN en el Tepuy más alto de Venezuela, en la Tierra de Los Dioses.
RN se sorprende al ver a Zahyir llegar con su Armadura, pues no se imaginaba lo que ella estaba maquinando para ese momento.
RN.- ¿Qué haces vestida así?
Z.- Es que tengo que hacerte unas preguntas…
RN.- ¿Y entonces es necesario la Armadura para las preguntas…?
Zahyir no le respondió y con su látigo lo acercó un poco más hacia ella, procediendo a esposarlo a una pared de piedra cercana con unas Esposas de Cromo, por lo que le resultaría imposible liberarse.