The Last Descendant

Capítulo 50.

Capítulo 50.

I.D.P.- Tal vez ustedes no tengan las coordenadas, pero nosotros sí las tenemos.

P.C.- ¿Y por qué mejor no buscan ustedes los restos de ese cinturón?

S.B.- Cállate cobarde, que esta puede ser la aventura de nuestras vidas.

I.D.P.- Nosotros no podemos ir por los restos del Cinturón de la Omnipotencia, ya que somos una especie con un ADN propio, es decir, Las Leyendas de Neptuno, Los Sabios, Los Seres de la 5. ª Dimensión nosotros y otras miles de especies, no pueden tocar los restos del cinturón porque somos hijos propios de Los Ancestros, en cambio ustedes son Híbridos y por eso pueden tocar los restos del Cinturón de la Omnipotencia.

R.C.D.L.- Todos los que estamos presentes aquí en la Astronave iremos en busca de los restos del Cinturón para lograr de este modo ayudar a Zahyir a destruir a Jasper…

G.- Habla por ti solo, yo me quedo cuidando a Nevado y de este asiento no me mueve nadie.

A.B.- Mira Muchacho Webon, tú iras con nosotros así tenga que llevarme a Nevado conmigo a buscar el famoso Cinturón.

Nevado se montó en las piernas de Gurab y comenzó a mover su colita y lamer su cara por lo que Gurab abrazó a Nevado.

Zif.- Les recuerdo que Gurab es un Mentalista y podrá descifrar la ubicación de los restos del Cinturón por eso él debe ir con nosotros a estos planetas.

G.- Zif no me ayudes tanto.

I.D.P.- El primer lugar a donde tenemos que ir es al Planeta NGTBS-1B, pero deben tener cuidado, pues este planeta desafía las leyes conocidas sobre la formación de planetas, pues es excesivamente grande y mucho más grande que su estrella.

Sus trajes están diseñados para aguantar y resistir temperaturas extremas, lo cual les permitirá caminar en cualquier territorio del universo… Se preguntarán cómo sabemos que sus trajes tienen estas funciones, pues nosotros somos quiénes diseñamos los trajes por órdenes de Zahyir.

R.D.V.- Vaya, Zahyir realmente piensa en todo.

I.D.P.- Ella sabe que ustedes podrán encontrar los restos del Cinturón.

El Barón Rojo se puso en marcha hasta llegar a dónde se encontraba el planeta y abrió las puertas de la Astronave dónde un grupo de los Héroes y Guerreros se pondrían en marcha y ellos fueron:

-Aníbal Barca, Tomoe Gozen, Ji Gong, Manuela Sáenz y Gurab.

Aníbal cargó como un costal de papas a Gurab quien se abrazaba del asiento y gritaba:

G.- ¡YO NO QUIERO BAJAAAARRRR!

El pequeño grupo se arrojó al aire del planeta y al caer en tierra comenzaron con la búsqueda del primer Fragmento del Cinturón.

A.B.- Bien Gurab, pon a funcionar ese cerebro magnífico que tienes para ubicar el primer fragmento del Cinturón.

G.- Ya que no me queda otra…

Gurab comienza a sentir como el Diamante Rojo de su cuello comienza a iluminar un camino el cual comienzan a seguir rápidamente hasta encontrarse parados en medio de la nada.

T.G.- No joda Gurab, ¿A dónde Coño nos estás mandando?

J.G.- Calma Tomoe, pues de seguro es algo que a simple vista no vemos.

G.- Eso es Ji Gong, es algo que no vemos.

M.S.- Entonces todos abran bien los ojos y estén atentos a los detalles.

Gurab comienza a sentir como sus pies empiezan a temblar, pero los demás no sentían nada, solamente él era el que sentía el temblor, por lo que se acostó en la tierra de este planeta y colocó su oído sobre la tierra para escuchar lo que había debajo de sus pies.

A.B.- Gurab ¿estás bien? ¿Qué estás haciendo?

G.- Quieres callarte Aníbal, no me dejas trabajar.

A.B.- Muchacho del Demonio… Fue interrumpido por un leve golpe de Manuela Sáenz, quién estaba viendo como Gurab comenzó a cavar.

G.- ¿En serio no me van a ayudar a cavar?.

A.B.- Gurab no comiences a cavar tu propia tumba, todavía tenemos más aventuras que completar.

G.- ja, ja, ja muy gracioso Aníbal ayúdenme a cavar para terminar rápido con esto.

Todos comenzaron a cavar y se encontraron con una puerta que estaba cerrada con una cerradura muy extraña y no podían derrumbarla, por lo que Ji Gong dijo:

J.G.- Denme permiso y tomen nota que el Teacher va a comenzar.

Ji Gong sacó su Abanico Mágico y lo abrió, tomó una pequeña cerda de él y la introdujo dentro de la cerradura y abrió la puerta.

J.G.- ¿Aprendieron algo ilusos? no todo el tiempo me tienen a mí para enseñarles algo nuevo.

Entraron por la puerta y se encontraron con un pedestal de piedra que mantenía un agujero donde debían introducir una mano pequeña para lograr abrir el compartimiento donde estaba el primer fragmento.

G.- Como verán yo tengo la mano grande.

A.B.- Yo también.

J.G.- A mí ni me vean.

Manuela Sáenz dijo:

M.S.- Está bien, yo lo haré




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