The Last Descendant

Capítulo 59.

Capítulo 59.

Aquel trío comenzó las compras para transformar a Gurab en Guraba, tenían todo planeado, ahora solo tenían que averiguar cuando estuvieran en la tercera dimensión dónde estaban las perlas de la vida y muerte.

Al llegar Manfred bajó con su uniforme de aviador bastante orgulloso, afuera los esperaban Zahyir, RN y ZIF quienes al ver a Manfred lo saludaron con mucho afecto, pero en eso baja Nevado y se coloca a un lado de Manfred a la espera de que Gurab bajara de la Astronave, pero en ese momento Gurab estaba maldiciéndose una y otra vez, hasta que escuchó el llamado de Manfred y sabía que tenía que bajar y actuar como una mujer.

M.- Querida baja, te quiero presentar a unos amigos.

G.- Juro por Dios que cuándo esto termine lo mato… ¿cómo se atrevió a llamarme así?

G.- Voy querido…

Gurab bajaba a pasos lentos de la Astronave tratando de no caerse, pero al levantar la mirada y ver a Zif como una diosa sintió que se desmayaría, Manfred lo notó y tomó del antebrazo a Gurab.

M.- Zahyir, RN y Zif, ella es Guraba, mi querida prometida.

Zif.- Guraba eres toda una Ninfa, te presentaría a mi pareja, pero tenía un trabajo que hacer con Osiris en la Tierra.

G.- ¿Osiris?, ese es el Dios del inframundo de los egipcios, tu pareja debe ser alguien muy importante.

Z.- Guraba, espero y no te moleste cenar con nosotros en el gran salón junto al rey de Thule.

G.- Para nada, sería un honor conocer a un rey y más si es de otra dimensión, estoy emocionada de conocerlo.

RN.- Te sacaste la lotería Manfred, pero vamos, tienen toda la tarde disponible para entretenerse, no olviden que la cena es a las 10 en el gran salón, allí los espero… hasta entonces.

Aquellas personas regresaron a sus labores que estaban resolviendo en la tercera dimensión, mientras que Gurab, Manfred y Nevado se miraban mutuamente.

N.- Hubieran visto sus caras… Eran todo un poema.

M.- Nevado, recuerda que nadie sabe que hablas, así que no lo arruines.

G.- Coño sí, mejor que no arruinemos esto y mejor averigüemos dónde están las benditas perlas porque estos tacones me están matando los pies.

N.- Pero si pareces una Drag Queen, ja, ja, ja…

G.- Si alguien no se calla terminará siendo mi cena esta noche Nojodaaa!!!...

Aquel grupo de amigos se adentró en el castillo del rey de Thule admirando cada detalle de su arquitectura tan sofisticada; aquellos chicos se concentraron bastante cuando entraron a la cocina real y de casualidad estaban los platillos favoritos de los tres…

Manfred no tocó ninguno de los platillos, pero Nevado y Gurab comieron hasta quedar a centímetros de reventar.

G.- Si así llueve que no escampe…

M.- Idiota, ahora como te entrará el otro vestido… Recuerda que tenemos una cena con un rey en 20 minutos y tu Nevado compórtate.

N.- Pero sí yo no he dicho nada.

G.- Joder Manfred, hubieras avisado antes, no puedo comer ni un solo platillo más.

M.- No sé cómo le vas a hacer, pero es descortés rechazar las comidas de un rey.

Aquella conversación se vio interrumpida por la aparición de Zif quien venía a avisarles que tendrían la habitación al lado de la del rey y que tenían que ser puntuales.

Los chicos asintieron y caminaron hasta la habitación que les habían indicado, entraron y comenzaron a cambiarse, pero a Gurab el vestido no le cerraba, ya casi era la hora y tenían que ser puntuales, por lo que Manfred se vio obligado a poner aceites en el cierre para que cerrara el bendito vestido que estaba matando al pobre Gurab.

N.- Ahora si quedaste DI-VI-NA…. ja, ja, ja…

G.- NEVADO compórtate, no estamos en la Tierra para que uses ese vocabulario.

M.- Vámonos, pues, y ya saben: tu Nevado calladito; y tu Guraba concéntrate en ser una Ninfa cautivadora con esa peluca.

G.- Manfred cállate y vamos.

Aquellos tres salieron encontrándose con RN quien venía a guiarlos hasta el gran salón donde esperarían al rey, pero su atención se vio dirigida a cómo se abrió la puerta de la recámara del rey, dejando ver las perlas que aquellos chicos tanto buscaban.

Los ojos de los chicos se abrieron como si estuvieran viendo el santo grial, no podían creer que las perlas estuvieran en la habitación del rey y menos como decoración en su cama… esto sería un problema.

Al entrar al salón les toco sentarse en una mesa para dos personas cercana a la mesa de Zahyir y RN ; Zif acompañaba al rey de Thule y comenzaron con el banquete…

Manfred sonrió al ver los platillos tan exóticos y que de seguro estarían bastante deliciosos, mientras que Gurab tragaba grueso al ver tanta comida junta y él estaba completamente lleno, pero sabía que era descortés no comer junto al rey.

Nevado estaba recostado en una esquina del salón mirando a todos los presentes tratando de no morir de la risa por la cara de Gurab.

El rey comenzó a brindar por los presentes y cedió a Zahyir el honor de hablar.




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