The Last Descendant

Capítulo 66.

Capítulo 66.

Gurab entró a la Fokker Dr. I. con Karl como copiloto, comenzaron a despegar perfectamente, hacían los cambios con bastante seguridad, incluso le enseñó a hacer maniobras de guerra en el cielo.

Gurab estaba piloteando perfectamente hasta que de un momento a otro Karl Meyer salta de la Fokker Dr. I. con un paracaídas dejándolo solo, para cuando Gurab se dio cuenta de que estaba solo en la nave entró en pánico, pero supo estabilizar sus nervios y se relajó, dejó que sus manos lo guiaran y así pudo volar por los cielos como si de un profesional se tratara…

Manfred y Nevado lo estaban viendo desde lejos junto a Meyer, quien notó como Manfred sonreía con bastante agrado al ver a Gurab manejar con tanta destreza la nave.

K.M.- Debes de tenerle un gran afecto Manfred para que tú lo dejaras subir a tu nave.

M.- No te imaginas cuánto, él y Nevado se han convertido en mi nueva familia desde hace un tiempo.

K.M.-Entonces solo espero que no estrelle la nave.

M.- ¿Estrelle?

K.M.- Sí, estrelle, porque parece que perdió el control… Eso no parece una maniobra de guerra.

Todos asintieron y miraron a dónde Gurab estaba volando y no era que se estrellaría y menos que había perdido el control, el bendito Gurab estaba creando su propia maniobra y logró un aterrizaje bastante limpio y perfecto.

K.M.- Gurab aprendes rápido, lo hiciste bastante bien.

G.- ¿ Tú crees?, se sentía genial estar allá arriba.

K.M.- Eso es que no has sabido aún lo que se siente estar en una guerra, ahí está la verdadera diversión.

M.- Nada mal Gurab para ser tu primera vez, pero tenemos que regresar, recuerda que tenemos una entrega especial que hacer.

G.- Bueno Meyer, fue un gusto volar a tu lado, eres increíble amigo… cuando pueda vendré a entrenar contigo.

N.- Que suertudo eres… Yo, gané la apuesta.

G.- ¿Qué apuesta?

N.- Aposte a que podías volar muy bien y Manfred apostó a que te estrellarías, así que gané.

M.- Nevado, tú no te guardas nada.

N.- Para que hacerlo si ahorita me toca hacerme la musa cuando le regresen el tiempo a los indestructibles.

De un momento a otro estaban rumbo al Exoplaneta Koi; Geno y Roy aún seguían congelados en el tiempo. Gurab y Nevado aprovechaban el tiempo para hacer chistes y comentarios no muy agradables…

Una vez que aterrizaron en el Exoplaneta Koi, sigilosamente intentaron mover la Astronave al lado más inhóspito del Exoplaneta, dónde anteriormente estaba situado el reino de Roy, pero se vieron forzados a detenerse, pues Zahyir se posicionó en todo el medio del camino; Manfred entonces detuvo la nave y los tres bajaron en un completo silencio.

Z.- ¿Me pueden explicar de una buena vez por qué robaron las perlas de la vida y la muerte de la cama del rey de Thule en la tercera dimensión?

M.- Nunca entramos en la recámara del rey.

Z.- Tú no entraste, pero tu acompañante Guraba de seguro lo hizo.

G.- Yo nunca entré a esa recámara, lo puedo jurar.

Z.- ¿Qué son estos moretones y chichones en la cara Gurab?

M.- Yo tengo cosas que atender en la Astronave.

G.- Manfred no me dejes solo con esta loca.

Z.- Esta loca te va a dejar peor si no me dices que fue lo que te pasó...

G.- Pues fue Zif.

De un momento a otro, Zif sale detrás de Zahyir.

Zif.- ¿Cómo que fui yo si me has estado evitando?

G.- ¿Dije Zif?,,, me equivoqué, fue paseando a Nevado.

Nevado peló los ojos como queriendo decir, ¿por qué me metes a mi…?

Gurab sin ninguna mala intención regresó el tiempo a la normalidad de Geno y Roy, Manfred al darse cuenta de que Geno y Roy se estaban moviendo y más que estaban cristalizando sus ojos y tensando sus venas grita despavorido:

M.- GURABBBB, MUÉVETE.. .

Z.- ¿ Qué sucede Gurab? ¿Por qué estás nervioso?

G.- Nada, es que Manfred de seguro está arreglando algo.

De pronto todos quedan mirando al ver como se tambaleaba la Astronave y en una ventanilla se estampa el cachete de Manfred.

Z.- Muy bien Gurab voy a entrar.

G.- Es que le gusta sentir cómo limpia.

Zif.- ¿Qué esconden ahí dentro?

G.- El desastre de Nevado que huele muy mal y todo está hecho un desastre.

Nevado mira indignado a Gurab y comienza a gruñirle como si fuera un perro normal, pero de nuevo la voz de Manfred se hizo presente.

M.- GURABBBB ENTRA RÁPIDO Y AYÚDAME.

G.- Cómo ven, tengo mucho trabajo, así que las veo luego, se pueden ir, adiós Zahyir, adiós Zif, nos vemos pronto y no me maten cuando me vean nuevamente.

Z.- Me voy porque parece que tienes un desastre ahí dentro Gurab, pero no dudes que tendremos una charla bastante interesante.




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