The Last Descendant

Capítulo 88.

Capítulo 88.

Stelle comenzó a atacar a Gurab con algunas armas que había traído de la superficie, pero ¿cómo matas lo que ya ha muerto y ha sido revivido?, pues Gurab fue asesinado por Zahyir y revivido por ella para devolverle la vista en Egipto cuando aún era un adolescente.

S.- ¿ Que cosa eres?, ¿ por qué no te puedo matar?

G.- Cómo matas a alguien que ya ha muerto niña, tal parece que lo que tienes de hábil lo tienes de idiota…

S.- Esto es injusto, tú estás en tu territorio.

G.- ¿De cuándo acá una pelea ha sido justa entre el Diablo y la Dama de las Estrellas?, solo uno quedará y podrá vivir.

S.- Si te logro matar tus poderes me serán conferidos y antes de morir me tendrás que decir la ubicación de alguien.

G.- Lo de los poderes no lo creo, pero ¿a quién quieres ubicar?

S.- Quiero que me des la ubicación exacta de Gurab el Mentalista.

G.- Eso es confidencial, quizás ese Mentalista ya murió y nadie lo sabe por lo que no pueden ubicarlo.

Stelle lanzó con su arco flechas a Gurab, pero la túnica de Anubis lo cubrió completamente, evitándole daño alguno… Caminando hasta ella haciendo que retrocediera sin dejar de disparar con su arco y flechas, las almas del Inframundo gritaban de agonía al ver a alguien que estaba tan cerca del borde, porque solo quizás de este modo pudieran escapar a su castigo, pero eran arrastradas nuevamente al interior por los dioses que regían el Inframundo y todos sus alrededores.

S.- Detente, quizás podamos hacer un trato.

G.- Yo no hago tratos con híbridos de sangre impura.

Gurab tomó del cuello a Stelle quien intentaba poner en práctica sus movimientos del entrenamiento, pero ella aún no estaba lo suficientemente dotada para enfrentarse a Gurab, alguien que ha sido entrenado por los dioses RA , Odín y Osiris y conocido por ser la mano derecha de Zahyir Zabramova.

De la boca de Stelle se escapaban pequeños gemidos de dolor y sufrimiento, pues se quedaba sin aire y no podía detener a Gurab quien apretaba cada vez más fuertemente su cuello provocándose notorias marcas en su cuello, para después soltarla y atravesarla con su espada haciéndola retorcerse del dolor…

Para el momento, viendo Stelle un rayo de luz, salió del Inframundo malherida, aun con la espada de Gurab en su costado dejándose ver por la humanidad, quienes no dudaron en ningún momento de comenzar a atacar a Zahyir, pero cuándo lo iban a hacer, salió Gurab con su túnica detrás de ella retirando su espada y cortándole por su armadura llegando a su espalda y haciéndola caer de rodillas ante todos.

Zahyir, Zif y Jasper estaban entrando en la Tierra en ese momento viendo a la Dama de las Estrellas cayendo de rodillas por la mano de un ser con túnica al cual desconocían por completo.

J.- Coño Zabramova, alguien se nos adelantó.

Z - ¿Quién es ese ser de túnica?

Z.- ¿Me preguntas a mi si yo no soy de este planeta?, te recuerdo que soy originaria del Exoplaneta Koi y soy una total desconocedora de quienes reinan en la Tierra.

Gurab congelaba el tiempo de la humanidad y lanzaba por los aires a Stelle, mientras que ella intentaba atacarlo con todos los poderes que salían de su armadura, pero era en vano, Gurab incendió sus ojos en flamas verdes y su diamante rojo brillo con demasiada intensidad, haciendo que toda la atención de ella se dirigiera a esos tres puntos, para entonces tomarla entre sus brazos y dislocarle el hombro izquierdo de un movimiento abrupto, lo cual cuando Zif lo vio le dolió a ella, pues recordó el dolor que se siente.

Zif.- Awww…

La atención de Stelle y Gurab se dirigieron al origen de los gritos quedando impactados al ver a Zahyir, Jasper y Zif frente a sus ojos provocando que todos los sentidos de Gurab volvieran a la normalidad y soltara por un segundo a Stelle, logrando ella escapar en ese momento rápidamente, quedando Gurab paralizado ante Zahyir, pues había pasado mucho tiempo desde que no la había vuelto a ver.

Z.- ¿Quién eres tú?

G.- Yo debo irme…

J.- Detente, no escuchaste que te preguntaron quién eras.

G.- Eso no es importante.

Z.- Entonces Zif… ¿te importaría matarlo?

ZIF.- Para nada, ya sabes que tus órdenes las cumplo toditas jefa…

Zif comenzó a agarrar a Gurab y a golpearlo de manera cruel, provocando dolor, pero él no se defendía, pues no llegaría a golpear jamás a su amada Zif.

Zif.- ¿Por qué no te defiendes?

G.- Porque no golpearía a una mujer.

J.- Mira nada más, es todo un caballero.

Z.- Zif vuelve a golpearlo y hasta que él no se defienda no pares de hacerlo o quizás él quiera decirnos quién es.

Gurab antes de que lo volvieran a golpear, desapareció de ese lugar, trasladándose por el Anillo de Cleopatra entregado a él cómo obsequio del dios Osiris.

Z.- MALDICIÓN… ¿quién era ese sujeto?

J.- Tal parece que la Tierra ha cambiado lo suficiente para no poder reconocerla.




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