El diario de un fantasma

"Hola Nathan"

Fue la primera oración que estaba en la hoja, pase la página y seguí leyendo, incluso la estúpida caligrafía de Bryce era perfecta.

Lamento tener que involucrarte en esto, pero justo ahora eres la única persona a quien le confío esto, debes saber que mucho denlo que leerás no te gustará, incluso llegarás a odiarme, pero confío en que seas lo suficientemente maduro como para ayudarme a salir de esto. Te quiero Nathaniel, lamento jamás haberlo demostrado antes.

Bryce MacKenzie.

¿Acaso esto decía algo sobre mi?, Sé que en muchas ocasiones Bryce pensaba que era patético, me lo dijo al menos tres veces, pero algo me decía que en este diario habría mas cosas, probablemente no me gustaría leerlas, pero si lo que decía la nota era cierto, probablemente aquí estuvieran las respuestas, "ayúdame a salir de esto". ¿Acaso significaba que mi mejor amigo seguia vivo?, Podía llevar esta libreta a la policía, que ellos se encargan de investigarlo y encontraran a mi mejor amigo rápidamente, sano y salvo.

— Nathaniel Monroy — escuché una voz detrás de mi, era la misma agente de policía que me interrogo días antes — Necesito que me acompañes al hospital, el señor MacKenzie solicito tu presencia.

— ¿Esto es un arresto? — pregunte algo nervioso.

— No tranquilo, normalmente los arrestados son llevados a la delegación y no al hospital, pero será mejor que te prepares para lo que viene.

Guarde la libreta de color perla en la mochila y comencé a seguirla, la agente y yo subimos a una patrulla que nos llevó al hospital, en el trayecto la agente Rodgers, me explico que ya había hablado con la directora para justificar las faltas y que mi madre estaba esperándome también allá. Lo cual era cierto por qué mi madre estaba afuera, justo en las escaleras del hospital, la agente Rodgers me ayudó a bajar de la patrulla y corrí hasta mi mamá.

— ¿Qué está pasando? — pregunté pero ella solo me dedico una mirada triste y echo a andar hacia adentro.

— Parece que encontraron el cuerpo sin vida de Bryce — hablo por fin mientras nos dirijamos a la recepción — Mireia y Tobias no quieren ver el cuerpo, por eso solicitaron tu presencia.

¡Se supone que yo debo reconocer el cuerpo!, Quería gritar, saber ¿Por qué debía ir yo?, Pero cuando estaba por hacer la pregunta llegamos con los padres de Bryce, Mireia se abalanzó sobre mi para tomar mis mejillas, Tobias estaba abrazando a Elizabeth y EJ, los hermanos menores de Bryce, Elizabeth tenía 16 y EJ recién 11.

— Nath cariño, no vamos a obligarte a hacerlo si no quieres, es solo que no tengo el valor ahora para saber si es mi hijo el que está en la morgue — me informo Mireia aún acariciando mis mejillas

— ¿Por qué piensan que es el?.

— Tiene las mismas características y aparentemente también el anillo promesa que le entrego Josh — Respondió Mireia aguantando un sollozo — Se que es probable que sea mi hijo quien esté allí, pero de verdad no puedo siquiera mirarlo ahora.

— Está bien, yo iré — acepte al ver cómo la madre de Bryce lloraba, mientras que sus hermanos abrazaban a su padre el cual tenía la mirada perdida.

Le di mi mochila a mi madre y después la agente Rodgers me guio hasta la morgue, Mientras más nos acercabamos ahí, el frío aumentaba y mi nerviosismo también. No sabía que creer, el cuaderno que me entregaron decía una cosa, pero el cuerpo en la morgue, podía desmentir o afirmar lo que estaba escrito a puño y letra por Bryce. La agente abrió la puerta de la morgue y un escalofrío recorrió mi cuerpo, habían dos cuerpos ahí, los dos perfectamente cubrimos. Nos acercamos hasta ellos, era hora de la verdad, todo dependía del cuerpo que estaba envuelto.

— ¿Estás listo? — pregunto ella y yo asentí con la cabeza.

Bajo lentamente la cremallera del plástico, cerré mis ojos, solo estaba retrasando lo inevitable, no podía quedarme con los ojos cerrados para siempre y no quería regresar alla sin saber si el cuerpo era o no el de Bryce, solte un largo suspiró, mis latidos estaban acelerados, insulso podía escucharlos, la respiración comenzó a faltarme y sentía un enorme nudo en el estómago. Abrí lentamente los ojos y mire el cuerpo...

La agente Rodgers y yo regresamos hasta la recepción del hospital, en dónde mi madre y la familia de Bryce seguían esperándome, en mi mano llevaba una bolsa de plástico con el anillo promesa, supongo que el padre de Bryce pago para que se lo dieran sin reproches.

— ¿Y, es mi hermano o no? — se acercó a mi EJ corriendo.

Aún estaba en shock, jamás pensé que vería el cuerpo sin vida de alguien, o al menos no a mis dieciocho años, trataba de hablar, pero las palabras no salían de mi boca, mis ojos aún estaban llorosos y seguía faltandome el aire

— Habla hijo, ¿Es o no es Bryce? — pregunto desesperado Tobias.

— El...

EJ tomo mi mano y asintió con la cabeza, en su mirada reinaba la preocupación, el temor y la angustia, lo mismo sucedía con todos, apreté la bolsa que contenía el anillo para intentar relajarme, a penas y lo conseguí.

— Ese chico... El no es Bryce.

Inmediatamente todos se relajaron y soltaron un suspiro, EJ, me abrazo fuertemente y después se unieron los demás a aquel abrazo. La muerte de ese chico había sido por que lo apuñalaron en el hombro, así que surgió una pregunta aún más importante ¿Por qué tenía el anillo de Bryce?. Si ese chico había visto a Bryce o si quiera hablo con el, ya no podría decirnos si su encuentro fue hace poco o si Bryce seguia vivo y se encontraba bien. Además me sorprendió el parecido que ambos tenían, solo que el cabello de este chico era más claro y sus labios más pequeños. Mamá insistió en que debíamos ir a casa, yo accedí y dejamos a la familia de mi amigo hablando con la agente Rodgers.

Al llegar a casa subí rápidamente a mi habitación, con la excusa de que pediría la tarea y apuntes faltantes. Tristemente la única persona a la que conocía era Bryce, la gente solo estaba conmigo cuando el y yo estábamos juntos, pero desde su desaparición soy invisible para todos. Saque el diario de Bryce y comencé a leerlo, la primera anotación era de hace tres meses.