The Little Mermaid.

 

  • Lo siento… - mordió levemente su labio inferior, el pelinegro miro el rostro del menor con una leve sonrisa formada en su rostro al ver de quien se trataba.

El pelirrojo sintió como alguien abrazaba su brazo, por lo cual voltea levemente su rostro para ver quien era. – Ya pidió disculpas, ¿Cuánto necesitas para la lavandería? ¿20 dólares? ¿30? – soltó mientras sacaba su billetera de su bolso.  

  • ¿crees que con esa podrías pagar?, solo déjalo así – dijo mientras pasaba una mano por su cabellera, tirando sus hebras negras hacia atrás.

Úrsula soltó una carcajada antes las palabras de Collins. – Lo siento, prometo compensártelo, ten – el pelirrojo le extiende una pequeña tarjetilla con su numero para luego jalar a su amiga de la mano e ir donde su demás compañero.

 Ya en el karaoke sen encontraban cantando a todo pulmón “Back To Me” de The rose como si hubieran pasado por cinco divorcios. – Hans ¿Quién te daño tanto? – al escuchar las palabras del rubio toda la habitación se lleno de risas. Y así pasaron toda la noche entre risas, cantos, juegos y comidas.

  • Hans, hoy yo te llevare a tu casa – el pelirrojo asintió mientras todos recogían sus cosas para poder salir del lugar. – Hey, Henrry – apresuro su paso para alcanzar al rubio. Hans toco el hombro de Harry haciendo que el rubio se sobresaltara. El pelirrojo rio un poco ante la expresión contraria.

El rubio le entrega un casco a Hans, lo cual al tener esta el menor se lo coloca. Harry sube a su motocicleta esperando que el contrario subiera tras de él, lo cual Hans entendió y subió. Pusieron en marcha la motocicleta, tras el transcurso del camino los dos jóvenes sentían la brisa fría chocar sus cuerpos. Hans tenía su rostro recostado en la espalda del rubio.

Las calles estaban algo oscuras, los dos reían por sus ocurrencias. No se dieron cuenta que un camión a toda velocidad empezó a tocar claxon. El brillo de la luz que emanaba el camión dejo al rubio algo desconcertado sin saber a dónde dirigirse lo último que escucho Hans fue “sostente bien” lo cual obedeció asustado, la motocicleta se desvió haciendo que chocaran contra un poste de luz. Ante tal impactó el pelirrojo termino lejos de donde chocaron, la vista de este se nublo, todo su cuerpo lleno de heridas. A lo lejos se pudieron escuchar las sirenas de la ambulancia llegando al lugar. Los jóvenes fueron trasladados al hospital más cercano. Harry después de dos horas logro despertar, empezó a buscar con la mirada al menor, pero no logro encontrarlo. Se levanto de la camilla quitándose las vías de suero, en eso una enfermera da su aparición. – joven, por favor cálmese. – trato de acercarse al rubio para calmarlo.

  • ¿Dónde esta el chico que estaba conmigo? – este pregunto algo alterado al ver que estaba en el hospital. – se lo diré, pero debe calmarse. Ahora siéntese. – hablo la enfermera en un tono calmado para luego ayudarlo a ponerse las vías en el brazo. 

La enfermera anoto algunas cosas para luego acercarse de nuevo al rubio – bien, tu amigo aun no despierta. Le están haciendo unos exámenes, han detectado algo en su cabeza. – el rubio presto atención ante las palabras contrarias. - ¿Q-qué es lo que tiene? – dijo con el tono de voz tembloroso. – Tranquilo, aun no se sabe que es lo que tiene. – el rubio llevo su mano hacia sus hebras despeinando estas. – ¿Dónde esta mi móvil? – pregunto buscado en la habitación sus pertenencias. – la enfermera saca el móvil del contrario de su bolsillo para luego entregárselo.

 

Habían transcurrido las horas el pelirrojo estaba en una habitación aun inconsciente. En la habitación se encontraba Úrsula mirándolo con preocupación en eso el doctor entra saludando a la contraria. El doctor miro el estado del menor para después mirar a la presente.

  • ¿Es algún familiar del paciente? – ante la pregunta la pelinegra niega levemente con la cabeza – Soy su amiga.
  • Bueno, a su amigo le detectaron un tumor, esta se ha desarrollado en la célula cerebral y lo tiene muy avanzado. Si no hubiera sido por este accidente, no se darían cuenta de ese tumor en el cerebro del muchacho. – soltó de una manera calmada como si no se tratara de algo malo. Lo cual a la morena le pareció extraño en la forma de decirlo, noto que sus palabras tenían un toque de preocupación, la pelinegra iba volver hablar, pero antes que lo haga volvió hablar su mayor – Cuando despierte, llámeme. – dijo este para luego dirigirse a la puerta y salir por esta.

En el transcurso del día el pelirrojo logro despertar, este se encontraba sentado en la camilla algo adolorido, dejando ser por su mayor ya que la pelinegra se encontraba dándole algo de comida.

  • No soy un bebé, Úrsula. – la pelinegra rio y afirmo que aun era un bebe para ella. El mismo doctor que entro a la habitación horas antes volvió a entrar. Le informo al pelirrojo lo que había pasado y que se encontraba bien, que no se debería preocupar por nada. Cada palabra que daba miraba de reojo a la morena, ya que esta le pidió al doctor que aun no le comentara de su estado.

 

Ya han pasado dos días en el hospital el pelirrojo y el rubio se encontraban recogiendo sus cosas, porque les darían de alta. Al ir saliendo del hospital el pelirrojo fue detenido por el doctor cual llevaba su caso. – Ten, tómalo cada mañana y noche. Si se termina vienes a mi consultorio, cuídese. – el pelirrojo solo recibió las pastillas y luego asintió agradeciendo por lo entregado.



#2021 en Fanfic
#7605 en Otros

En el texto hay: romance, melancolía adolescente, love is love

Editado: 07.08.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.