El sol salía desde el horizonte dando inicio al amanecer de un nuevo día. Y desde la ventana de una habitación la luz podía iluminar su interior, donde una joven dormía cómodamente en su cama usando un pijama de conejo abrazando su almohada
- “Makoto, arriba que amaneció”
Con una voz monótona un joven muchacho de cabello negro y ojos color avellana abrió la puerta y entro al cuarto dando los buenos días. Encontrándose a la bella durmiente en su cama con una sonrisa despreocupada y sin señales de levantarse. Entonces se acercó a la cama en silencio para no despertarla
- “Ey tonta, levántate”
- “¡Uguah!”
Con indiferencia el chico tomo a la niña de una pierna y la jalo fuera de la cama, ocasionando que se golpeara la cabeza al chocar contra el suelo… No importa como lo veas, esto está mal de distintas formas
- “Eso dolió…”
- “No deberías dormir sabiendo que iras a la escuela”
- “Onii-chan, eres un cascarrabias”
- “Tu una tonta”
Mientras estos tenían este intercambio, los hermanos se burlaban uno del otro mostrando la lengua. Viendo a su hermana despierta el decide caminar a la puerta para ir a desayunar
- “Ya está el desayuno, baja”
- “siempre eres tan serio con todo”
Con ese último comentario, la hermana se levantó del suelo sobando detrás de su cabeza mientras su hermano cerraba la puerta al salir. Limpiando su pijama mientras se levantaba se dispuso a cambiarse por su uniforme de escuela
En una habitación adornada con posters de chicas con trajes coloridos y llamativos en las paredes y adornos parecidos en un escritorio a lado de libros y una computadora
- “Bien, todo listo”
Kobayashi Makoto, con su uniforme color azul oscuro se para frente a su espejo de cuerpo completo luciendo su impecable apariencia de colegiada de secundaria de primer año. Mientras veía su reflejo sonriente, sus ojos color avellana empiezan a brillar por la idea que llego. Empezando a mover su cuerpo y brazos de forma parecida a cierta Sailor Scout famosa
- “Soy Kobayashi Makoto, y te castigare en el nombre- “
- “te dije que debes bajar ton- “
Cuando estaba a punto de terminar su presentación, su hermano mayor volvió a abrir la puerta solo para encontrarla hablando con su reflejo en una pose algo peculiar. Makoto mientras se ruborizaba al ser descubierta, solo podía ver a los ojos a su hermano que también guardaba silencio
- “Veras, esto es… “
- “…Je”
- “¡No te burles!”
Al ver el rostro de su hermano volviéndose una mueca de burla, el rostro de Makoto no pudo evitar volverse rojo como tomate mientras perdía la calma y le lanzaba su mochila que golpeo la puerta que fue cerrada rápidamente
Kobayashi Makoto, una otaku amante de las Magical Girl, una vez más fue descubierta imitando a sus personajes favoritos por su hermano mayor, Kobayashi Mikado
Después de lo sucedido en la habitación, Makoto bajo al comedor solo para ser recibida por el olor del desayuno preparado por su madre. Ya calmada decide ir a la mesa para desayunar
- “Buenos días, mamá, papá, hermano tonto”
- ““Buenos días Makoto-chan””
Su madre, Kobayashi Eri, y su padre, Kobayashi Yukio, ambos al unísono le dieron los buenos días a su hija. Su madre venia de la cocina con el desayuno, mientras su padre ya termino de desayunar tomaba una taza de café en la mesa junto a su hermano mayor que comía
- “¿Terminaste tu presentación?”
- “¿Presentación?”
- “¡No es nada, nada de nada! ¡Cállate onii-chan!”
- “Veo que se siguen llevando bien como siempre”
Al ver el intercambio de los hermanos, su padre no pudo evitar mostrar interés, pero la avergonzada Makoto evadió el tema bruscamente mientras mostraba una cara de puchero a su hermano que se reía en silencio. Otra mañana normal en la casa Kobayashi
- “Ten Makoto-chan, desayuna bien ante de ir a la escuela”
- “Gracias mama”
- “Oh, por cierto, ustedes dos”
Mientras desayunaban, su padre que leía el periódico llamo a ambos con tono serio, aunque era normal que hablara así, era inusual a la hora del desayuno así que esto llamo su atención, entonces Mikado fue el primero en hablar
- “¿Qué sucede?”
- “Últimamente han estado pasando cosas extrañas en la ciudad, así que tengan cuidado en el camino”
- “¿Cosas extrañas?”
- “No se los detalles, pero, aun así, vayan con cuidado”
- ““Entendido””
Después de esa extraña platica, ambos terminaron de desayunar y fueron a terminar de alistarse
En la puerta de su casa, Makoto y Mikado estaban a punto de irse a la escuela cuando uno de ellos fue llamado por su madre
- “Makoto-chan, no olvides esto”
- “¿Bento?
- “Si, uno para Ryoko-chan”
Makoto recibió de su madre dos Bentos envueltos en una tela con patrones de hojas verdes de parte de su madre. Ella a menudo prepara esto para Makoto y Ryoko, su mejor amiga, una niña de su edad que es como un ángel que conoce desde que son pequeñas
- “Salúdala de mi parte”
- “Claro, lo haré”
Con eso los hermanos Kobayashi salieron de su casa
♦ ♦ ♦ ♦
Después de separase de su hermano Makoto empezó a caminar tranquila, y algo ansiosa por ver a Ryoko. Para ella, Ryoko es el ejemplo de una chica modelo. Ella es muy madura y responsable, siempre cumple con sus deberes y llega a la hora, es muy ordenada y recuerda fácilmente las cosas, también es muy estudiosa y atenta en la escuela. Es amable con todos, siempre se comporta de forma elegante y recta, pero, sobre todo
- “Makoto-chan, buenos días”
- “¡Ryoko-chan buenos días!”
Cuando estaba perdida en sus pensamientos una dulce y suave voz la llamo dándole los buenos días. Levantando la mirada al frente, pudo ver a una hermosa chica. Pelo corto hasta el cuello de un hermoso color castaño, unos ojos color obsidiana brillantes, una piel clara y hermosa de forma natural y una sonrisa que cualquiera que la viera caería cautivado. Parada de forma derecha y elegante mientras sostenía su mochila, un cuerpo delgado y saludable y la luz de la mañana hacia verla más bella luciendo su uniforme escolar
Hayashi Ryoko, una joven que para Makoto era su amiga más preciada y la definición de belleza y un modelo a seguir. Como todas las mañanas ella la esperaba para irse juntas a la escuela, algo que esto se volvió tradición desde hace algunos años
- “¿Te hice esperar mucho?”
- “No para nada, no lleva mucho que llegue”
Con eso, las dos empezaron a caminar juntas a la escuela como todos los días
Después de caminar unos minutos, ellas conversaban de forma frívola, algunas veces otras personas que pasaban cerca se sentían intrigados por las risas que soltaban a menudo y no podían evitar voltear al verlas pasar solo para encontrar un par de chicas de secundaria riendo y con una sonrisa brillante
- “Ya veo, Mikado-san te volvió a encontrar mientras hacías tu presentación”
- “Vamos no te rías, es inevitable, cuando pienso en como seria ser una Magical Girl no puedo evitar emocionarme”
- “Bueno, eso es cierto, pero eso es lo que te hace tan linda Makoto-chan”
- “Muu~ si tú lo dices”
Mientras caminaban, Makoto le conto sobre el incidente de esta mañana, solo para ser acorralada con la amabilidad de Ryoko que mostraba esa bella sonrisa, y al ser alagada, Makoto no pudo evitar apartar la mirada mientras se sonrojaba y entonces dejo salir una pequeña voz algo abatida
- “Pero, Ryoko-chan es más linda, todos los que te vieran dirían lo mismo, como culparlos, tienes hermosa figura a pesar de ser joven, una hermosa piel natural, un cabello sedoso y brillante, unos ojos y mirada cautivadora, tienes un aura de madures a tu alrededor, cualquier chico se enamoraría de ti fácilmente y las mujeres te verían con admiración y envidia… en cambio yo”
- “ara, ara…”
Cuando Makoto empezaba a hablar de todas las cualidades que tiene Ryoko su tono empezó a decaer y tornarse un poco temblorosa. Ryoko solo podía sonreír al saber lo que venía, otro de las aficiones de Makoto
- “en cambio yo… en cambio yo…”
Mientras Makoto murmuraba para sí misma, sus hombros empezaban a temblar y entonces ella callo de rodillas con las manos en el suelo. Ryoko solo podía esperar para consolarla al final
- “¡¡Yo no tengo nada de eso!!”
- “ara, ara”
Entonces Makoto estallo y grito al aire con una voz llena de frustración y enojo. Ryoko solo podía pensar en lo linda que era
- “¡Yo no tengo nada de eso! ¡¡No tengo buena figura, mi pelo no es brillante, mis ojos siempre parecen estar cansados, estoy a nivel promedio en la escuela, soy ruidosa y torpe, y todos me toman por una niña infantil y otaku solo por gustarme los mangas y las Magical Girl!!
- “sí, si”
Makoto empezó a gritar cosas sin sentido sobre sí misma mientras tenía una voz de que algo la molestaba desde el fondo de ella, mientras Ryoko palmeaba su espalda para intentar que no alzara mucho la voz esperando el clímax de siempre
- “Si… ya puedo verlo, Ryoko-chan crecerá y se convertirá en una hermosa mujer madura de amable figura, se casará con apuesto hombre trabajador que usa ropa formal, tendrá un hermosa y modesta casa propia donde vivir juntos, será la típica ama de casa que usa vestido y delantal que va al mini mercado y saluda a los vecinos con una amable sonrisa y es amada por todos…”
- “... Por favor intenta no planear tanto mi vida Makoto-chan”
Al escuchar a Makoto, Ryoko no pudo hacer nada más que suspirar al oír su brillante futuro de la boca de su mejor amiga. Esta serie de eventos sucede un par de veces a la semana, otra de las tradiciones de estas dos
- “En cambio yo… ¡¡Solo seré una solterona treintañera sin curvas o cara bonita, que trabaja como esclava asalariada en una triste oficina, solo para regresar a mi solitario apartamento con ojos de muerta, un apartamento donde ni siquiera puedo tener un gato porque no lo permiten y lo único que hare será jugar videojuegos online toda la noche mientras bebo latas de cerveza y como ramen instantáneo comprado en un mini mercado!!”
- “¿Acaso eres una especie de hikikomori?”
Makoto, tiene cierta obsesión con la adultez y su futuro. Generalmente una persona de su edad pensaría de forma positiva, sobre sueños y esperanzas, un futuro brillante donde si te lo propones lograrías lo que sea, o eso se supone. Kobayashi Makoto en cambio solo puede ver un futuro brillante para los demás mientras para ella solo parece esperarle una triste vida de adulto, pero tan realista que quien la escuchara podría pensar que podría ser posible. De todas formas, casos como esos son usuales en Japón
- “Makoto-chan”
- “¿Uh?
Mientras Makoto estaba golpeando el suelo con sus manos, Ryoko se puso frente a ella y tomo de los hombros para que levantara su rostro mientras le hablaba con una voz apacible
- “La Makoto-chan que conozco y quiero no terminaría de esa forma, estoy segura”
- “Ryoko-chan…”
- “Así que anímate, yo te estaré apoyando siempre”
Makoto solo podía ver a un hermoso ángel delante de ella. Su mejor amiga como siempre, la consolaba o le tiraba un balde de agua fría para calmarla. Makoto se empezó a sentir aliviada y se levantó junto a Ryoko
- “Gracias Ryoko-chan, eres la mejor”
- “No es nada, haría cualquier cosa por ti”
- “Ryoko-chan…”
- “Es por eso que, si en verdad tu futuro resulta ser como dices, te iré a visitar a tu apartamento tantas veces como pueda en mi tiempo libre”
- “Eso duele tanto y al mismo tiempo me hace muy feliz, Ryoko-chan”
Aunque sus palabras eran honestas, Makoto no pudo evitar sentir como una aguja se clavaba en su corazón al mismo tiempo que su rostro se llenaba de luz y felicidad dando como resultado una gran sonrisa. Ryoko no pudo evitar pensar que se veía muy linda haciendo esa cara. Así concluido, reanudaron su camino a la escuela
Poco a poco el camino empezó a llenarse con estudiantes que llevaban el mismo uniforme que ellas, y en poco tiempo podían ver la escuela y se dirigieron a la entrada. En la entrada estaban un maestro alto y de buena condición física usando una sudadera, era el maestro de educación física como siempre y a sus lados estaban los miembros del comité estudiantil, y entre esos miembros estaba una amiga suya
- “Ha, ¡Ai-chan buenos días!
- “Makoto-san, Ryoko-san, muy buenos días a las dos”
- “Buenos días Ai-san”
Una chica de cabello corto de tono rojizo las volteo a ver y al verlas con sus delgados lentes fue a saludarlas con una sonrisa. Saito Ai, una miembro del consejo estudiantil de su escuela y también amiga de la primaria de Makoto. Una chica calmada y serena y muy responsable al igual que Ryoko, aunque con un pequeño defecto
- “Auch”
- “¡Ai-chan!”
- “¡Ai-san!”
Es muy torpe. Cuando caminaba hacia las dos, por una mística razón que solo el universo podría conocer, Saito se resbalo en algún momento cayendo de boca al suelo. Makoto y Ryoko solo pudieron ver como se caía y se apresuraron a ayudarla
- “Me caí…. Otra vez… ugh”
Pero Saito empezó a levantarse sola antes de que ellas llegaran, pero entonces empezó a llorar sentada en el suelo. Saito Ai, una chica muy torpe y sensible, siempre que es víctima de su propia torpeza. Cuando eso sucede ella siempre se pone a llorar y los demás tienen que apresurarse a consolarla. Pero ese no es el mayor problema
- “Siempre soy muy torpe, no hago nada más que molestar a los demás y retrasar su trabajo ¿está bien que siga como miembro del consejo?”
- “Ai-chan, no tienes de que preocuparte, ser miembro del consejo es el mejor lugar donde puedes estar”
- “Si, si, tu eres una estudiante modelo en la escuela, algo como esto no tiene importancia”
- “Así es Saito-dono, eres una excelente alumna de esta escuela y modelo a seguir para los estudiantes”
Incluso sensei se había acercado para consolar a Saito, pero, aun así, ella no parecía querer dejar de llorar, pero parecía que se empezaba a calmar gracias a lo que los demás le decían
- “Chicas, sensei…
- “Así que Saito-dono, no importa si eres realmente torpe, eres una gran estudiante”
- “Ugh… ugh… ¡Y eso de que sirve!
Al escuchar esas últimas palabras de sensei, ella no pudo evitar dejar de llorar. Makoto y Ryoko solo podían ver boquiabiertas al sensei entrar en pánico sin saber que fue su culpa por llamarla torpe, aunque ser torpe no era su mayor problema
- “¡De que sirve ser una buena estudiante si el resto de mi vida seré igual de torpe! ¡no seré estudiante de secundaria para siempre! Si sigo así yo…
- “Ai-chan, no te preocupes, sabes- “
- “¡Si sigo así en el futuro, terminare como una solterona de treinta años al igual que Makoto-san!
- “¡¡Agh!!
Mientras Makoto intentaba consolarla fue interrumpida por la fuerte declaración de Saito la cual la hizo sentir como si un samurái la hubiera atravesado por la espalda con la gran lanza Tombokiri con las palabras “Solterona de treinta” escritas
El mayor problema de Saito Ai, algo peor que una torpeza increíble que solo los dioses saben de donde aparece, es su terrible honestidad, a pesar de decir la cosas sin intención de herir a alguien su honestidad al hablar hace que diga las cosas que siente y piensa sin tomar en cuenta a los demás o la atmosfera de la situación y solo pocos segundos después se da cuenta de lo que dijo no estaba bien y empieza abajar la cabeza disculpándose
- “¡Ah! Makoto-san, lo siento mucho, lo siento mucho”
- “No, no te preocupes Ai-chan, te quiero como usualmente eres”
- “eso es, parte del encanto de Ai-san”
- “Gracias…”
Aunque Makoto tenía un tono algo cansado aun así no podía dejar de querer a Saito y Ryoko también con un tono cansada hacia lo mismo. Al escucharlas, Saito no pudo evitar bajar la cabeza con una sonrisa avergonzada y sus mejillas rojas agradeciendo por tener unas amigas maravillosas como ellas. Y aunque no lo sabía mientras juntaba sus manos, sus brazos presionaban su pecho inusualmente grande para su edad haciéndolos resaltar más. Makoto al notar eso, sintió como su dolor fantasma crecía un poco más
Al final, las tres entraron a clases mientras el sensei era sermoneado por los miembros del consejo estudiantil que estaban ahí en la entrada