Encuentro fraternal

Capítulo 1

No podía detenerme a analizar las cosas, no sé si es el karma que me rodea o si son simples prejuicios del destino, lo único que sé es que en este momento tengo que correr por mi vida, tengo que alejarme del ser que alguna vez me hicieron creer que era mi hermano.

Del ser que a pesar de todos los insultos y maltratos, aun lo tenía en un pedestal y lo consideraba mi héroe, aun cuando supe toda la verdad.

Todo el caos que rodeaba a mi familia.

Aun cuando me hicieron alejarme de la persona que amaba para seguir el camino que según mi familia era el que debía seguir, era mi legado. Bueno, después de todo no entiendo cómo pude considerar a una prostituta como madre ──aun sabiendo que no es mi madre biológica── o como considero al engendro del demonio que me está siguiendo como loco, como mi hermano.

Hay cosas que aún no me caben en la cabeza, por eso cuando observé a esa abuelita en la calle diciendo a todas las personas que pasaban por su alrededor que "la vida es un tango y el que la baila es un loco", lo primero que se me vino a la mente es que esa señora estaba loca.

Pero viéndome en esta situación tiene un poco de sentido eso, por eso decidí arriesgarme y por primera vez en mi vida hice lo que quise sin temer en las consecuencias, aunque el resultado sea estar en este momento corriendo por mi vida, no me arrepiento de nada, no me arrepiento si es para hacer el bien, para poder de una vez por todas salir de este maldito infierno, en el cual mi familia se ha encargado de meterme, aun cuando no quería, cuando no tenía ni siquiera uso de razón.

──no te escondas maldita puta──  dijo James mientras tiraba no sé qué cosas en la sala.

No nos ha quedado tiempo para presentarnos, me llamo Abie Brown, pero para todos soy Abie Poezyn, tengo 24 años y soy de la ciudad de Los Ángeles ¿qué en donde vivo?  No tengo casa ──porque siempre nos tenemos que mudar── no nos podemos quedar en un mismo sitio por mucho tiempo. Vivo junto a mis amigas en un pequeño departamento, pero en tres días nos mudamos.

¿Cómo terminé en esta situación? Sencillo, regresamos a Los Ángeles para saldar cuentas pendientes y en ellas estaba mi hermano mayor James Poezyn, y como se darán cuenta nos amamos tanto, que me sirvió una taza de té y platicamos de por qué la humanidad está como está...

Él me odia y para que les voy a negar el sentimiento es mutuo, ya se estarán haciendo una idea de cómo terminamos así.

No lo voy a negar, estoy un poco aterrada, las veces que me enfrente a él de pequeña yo terminaba destrozada y gracias a que tengo buenas amigas, ellas siempre estuvieron ahí para cuidarme y salvarme la vida.

No somos del tipo best friends forever, pero siempre hemos sido muy unidas, algunas nos conocemos desde preparatoria y a las otras por el camino de la vida y desde entonces no nos hemos separado.

──maldita sea, cuando te encuentre me vas a pagar por todo, desearas no haber nacido hija de puta.

──ja ja ja seguro que no te estas refiriendo a ti, te recuerdo que no soy un espejo como para que te recuerdes a ti mismo, la desgracia que cargas encima por tener una madre tan despreciable

Uy                                                                               

Yo y mi bocata

──te encontré

──enserio no me di cue...

Mi sarcasmo siempre presente

Y no terminé de decirlo cuando disparó, pero no me alcanzó ni a rozar, en estos momentos agradezco a Fred por haberme obligado a tomar ese maldito entrenamiento o sino hace rato estaría allá arriba al lado del creador.

──¡ja! Me encanta tu puntería, quieres que te regale una brújula por si acaso.

──cierra el pico cotorra...sabes ustedes se parecen demasiado, tú y Roxi son idénticas, ella tampoco dejaba de hablar, la diferencia es que ella pedía piedad, no sabes lo gratificante que era ver como lloraba a cantaros pidiendo que la dejara en paz... fue tan divertido, debiste verlo.

No aguante más

No lo dejé ni pensar cuando me abalancé sobre él y sacando a mi fiel amigo me dispuse a atacarlo con todas mis fuerzas ──siempre cargaba un pequeño pero efectivo cuchillo── no me importaba a donde iba, siempre lo llevaba, lo escondía en cualquier zona de mi cuerpo y en este caso estaba en mi bota.

James trató de golpearme con su mano libre, pero lo esquive de inmediato y contraataque dándole una fuerte patada sobre su quijada e inmediatamente con mi talón golpee el otro lado de su cara, dejándolo un poco aturdido y aprovechando su pequeña distracción golpee con mi codo su estómago sacándole todo el aire y dejando así un tiempo para poder escapar.

Aunque en estos momentos lo que más quiero saber es que hizo con Roxi.

Él no es tan idiota como para matar a mi hermana menor, pero estoy segura que tampoco la dejó ilesa.

Me dirigí hacia el patio trasero dispuesta a salir de la casa en donde me crie ──de la casa de James y su loca madre Dina── pero mi misión fue interrumpida por un fuerte dolor en mi abdomen.

Me disparó.

Esta no es la primera vez que me disparan, pero ¡joder!, duele como los mil infiernos.

Intente recomponerme, pero en el proceso un muy encabronado James me agarro del pelo y me tiro con fuerza hacia la pared haciendo que mi cabeza rebotara como si de un balón se tratara.

Me sentía desorientada y por un momento olvidé en donde estaba, me dolía un montón la cabeza y cuando caí en cuenta tenia a James encima golpeándome por todos lados, parecía como si estuviera descargando toda la furia que tenía contenida, porque cada golpe dolía más que el anterior, de mi boca salía sangre y ni hablar de mi nariz.

Ya me estaba ahogando con mis propios fluidos.

Estaba perdiendo el conocimiento, mi cuerpo estaba mallugado y vuelto mierda, no sabía que me dolía más, no sabía por cuanto tiempo fui su costal de boxeo, solo sé que antes de caer en la obscuridad ya no sentía el peso del cuerpo de James sobre mí y cuando intente levantarme para observar que era lo que pasaba ──no pude hacer gran cosa ya que no tenía fuerzas── pero en el último momento vi esos ojos tan exóticos que llamaron tanto mi atención cuando era tan solo una chica de diez años que no tenía ni idea de la realidad.