The mob

Fracaso de escape

Capítulo 4

Pov Ashley

──en unos momentos llegaran los rusos── dice Adam

Este negocio es importante, si se llega a hacer Brad ganará mucho más dinero del que tiene; seré rica, me podré comprar todo lo que quiera.

¡Joder!, donde están esos rusos, ya huelo todo ese dinero.

──Juega bien tus cartas Brad, no te fíes de ellos, sabes cómo son── advierte Derek.

──ajá… sí ya sé papá, algo más que quieras decir.

Derek resopla y de sus apetecibles y hermosos labios solo sale un ──nada── siempre he pensado el por qué Derek me ha rechazado es decir, tengo un cuerpo de muerte, me visto a la moda y soy rica. Qué más quiere él de una mujer, cuando me le insinuó él solo me ignora o me trata mal.

Y eso me hace pensar, que tiene esa tal Abie que no tenga yo; nunca lo había visto actuar de esa manera con una mujer.

Cuando la trajo, venia súper alterado y con ella en brazos, no le importó ni siquiera mancharse el traje con la asquerosa sangre que salía de ella y ni hablar de Brad cuando se enteró quien era ella.

No tengo idea de donde se conocen pero la haré desaparecer así de rápido como llegó.

──oye… ¿cómo sigue Abie?── pregunta David

Apenas es pronunciado ese nombre Brad tensa su mandíbula ──por qué carajos se comporta así──  ella tan solo es una maldita e insignificante puta.

──no lo sé, con todo esto de los rusos no me ha quedado tiempo de ir a verla── responde Derek para luego soltar un suspiro.

──y por cierto ¿cómo terminó así?──pregunta Chad y todos lo miramos como “no es obvio” ──es decir, por qué la golpeo y la dejó en ese estado, no tiene sentido.

──pienso lo mismo── dice Derek

── ¿qué relación tiene ella con él? ── dice David

──no sé, tal vez será su puta personal, ¡podrían ya dejar de hablar de ella! ── dije para después dar un golpe a la mesa.

En eso Brad se enoja pues aprieta los puños y sus nudillos se ponen blancos como la hoja  de papel que sostiene en sus manos.

──no digas eso, ella no es igual a ti── dice un encabronado David

Enserio ¡lo que faltaba! nunca había visto a David defender a una puta mujer en su miserable vida ¿quién demonios es Abie? por qué ellos se ponen así con solo mencionarla.

Iba a reprochar cuando uno de los hombres de Brad ingresa y hace pasar a los rusos.

──Buenas tardes Stewart── saluda el jefe de la mafia de los rusos en un acento marcado.

──buenas tarde── responde un muy serio Brad.

──perdonen la tardanza, no volverá a pasar, comencemos── me iba a posicionar al lado de Brad cuando me detiene abruptamente.

──Ashley retírate.

¡Qué le pasa!

──pero…

──no me hagas repetirlo.

──p-pero cariño.

Y solo recibí una mirada llena de maldad pura de parte de Brad, así que no tuve más remedio que salir del despacho; eso sí, con la frente en alto.

Como se atreve dejarme en ridículo frente a todos, que vergüenza. Al salir di un fuerte portazo para dejarle en claro que no me había gustado para nada lo que hizo.

Me quedé en frente de la puerta por unos segundos cuando decidí ir hacia la habitación en donde tienen a la maldita zorra Abie.  

Uish es que solo pronunciar su nombre me produce arcadas.

Al llegar al pasillo en que está la habitación de la susodicha me di cuenta que algo raro estaba pasando y lo confirme al acercarme a la puerta de la habitación.

¿¡Pero qué diablos!? estaba medio abierta.

Abrí completamente la puerta para mirar una bandeja en el suelo y comida esparcida por todos lados. Observe con detenimiento la habitación pero no vi por ningún lado a Abie, pero sí a una escuincla de las empleadas recostada en la cama.

── ¿qué demonios estás haciendo?

Dije mientras la agarraba del cabello y la levantaba de un solo tirón de la cama, esto la hizo reaccionar, pues pego un alarido y dirigió sus manos donde yo tenía las mías.

──s-suélteme señorita, se lo ruego── decía está llorando.

── ¿dónde diablos está Abie? la dejaste escapar maldita.

Dije para después soltarla y pegarle una cachetada; estaba alterada, si Derek se entera…no, si Brad se entera me matará.

──avísale a los demás, búsquenla por todos lados; ella está herida no pudo ir tan lejos y escúchame bien, si algo le llega a pasar o si se logra escapar, me la vas a pagar muy caro ¿entendiste?

Ella solo asintió

──¡¿ENTENDISTE?!

──s-si s-seño-ra.

Respondió para luego salir corriendo de la habitación, lo que me faltaba… Brad no se puede enterar de esto, ellos no pueden saber que se escapó ni que la encerré…

Joder este es mi fin.

 

Pov Abie

Gracias al cielo podía caminar sin ninguna dificultad, pero era difícil ocultarse de los demás, pues mi sola vestimenta llamaba la atención ya que solo tenía puesta una camisa de hombre que me llegaba hasta la mitad de los muslos y pues debajo solo tenía mis bragas, pero el aire que pasaba me hacía sentir que andaba con mi monte de venus al descubierto.  Y ni hablar del gran morado que estaba en mi cara, era como si tuviera un cartel en la cara que decía” mírenme”, me sentía realmente incómoda.

(…)

Llevo deambulando por  la mansión ──porque esto de casa no tiene nada, aunque nunca he estado en este tipo de casas, así que cualquier cosa que aparece me sorprende ── por mucho tiempo, puedo decir que por horas  y siendo sincera creo que me perdí, esto parece un maldito laberinto.

Por fin me encuentro con unas escaleras, y en eso me doy un golpe en la frente, ¿¡enserio todo este tiempo estaba dando vueltas por la segunda planta!? al bajarlos decido dirigirme por el primer pasillo que vi, pues no había ninguna puerta por ahí.

En este lado de la casa todo se veía más refinado, las paredes eran detallados y las pinturas que colgaban en esta te atrapaban, pero no podía quedarme a admirar aquellas obras de arte. Seguí andando cuando llegue a una gran puerta de manera oscura.




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