Se cuenta que hace miles de años un brujo del sol y una bruja de la luna reinaron cientos años otorgando paz y prosperidad a su pueblo, su unión trajo felicidad al mundo entero, los reinos de los demás linajes les respetaban y ofrecían regalos como agradecimiento. Su resplandor fue único, brillaban como una sola luz, aunque ésta provenía de distintos poderes. Ambos se amaban, linajes distintos, pero parecían un solo, nadie podía poner en duda semejante amor que parecía arder en llamas eternas guardando el calor de sus corazones. En ese entonces, brujos de la luna y del sol vivían todos juntos en armonía, brujos de la luna podían casarse con brujas del sol y sus hijos al nacer podían permanecer con ellos sin importar el origen su poder.
La única manera de detectar si el bebé era un brujo de la luna o del sol era por el color de sus ojos, aquellos nacidos con el poder de la luna sus ojos brillaban ante un color grisáceo claro, mientras que aquellos que portaban el poder del sol el color era narrado como ojos del sol o de la luz puesto que su color irradiaba una luz con el mismo color de aquel círculo en el cielo que brindaba calor e iluminaba todo a su alrededor.
A pesar de la felicidad que llenaba los corazones de cada ser, como en cada historia llegó la tempestad, una bruja de la luna atacó a cientos de brujos y brujas del sol, atacó a humanos y acabó con aldeas enteras, pronto el rey tuvo que proceder y al darse cuenta de que quien atacaba era su propia reina, el amor de su vida, lucharon sin piedad magia con magia, espada con espada, y con el corazón roto el rey lanzó el hechizo final que acabó con la vida de su único amor, ella cayó y él corrió a su lado, pudo ver como sus ojos habían perdido aquel color semejante al de la luna brillante. La reina aún respiraba, aunque con dificultad, moría a cada segundo y ambos lo sabían. "-¿Por qué? Dime por qué lo has hecho, Elyse". Pidió saber el rey con lágrimas en sus ojos al saber que era al causante de que la otra parte de su vida se desvaneciera en sus brazos, no podía creerlo, sus manos temblaban y su corazón latía tan aterradoramente exponiendo que aquella mujer en sus brazos estaba a punto de morir, y con ella apagando la preciada luz en su interior que con cada respiro perdía su resplandor.
Ella sonrió y en voz baja dijo sus últimas palabras "-Somos mejores que ustedes, más poderosos y pronto se extinguirán-" Entonces lanzó un hechizo, con la finalidad de destruir a los brujos del sol cuando éstos quedaran expuestos a los rayos de la luna, sin embargo, el hechizo salió mal, de manera en que los brujos del sol ante la luz de la luna su poder sería débil al igual que sus energías, mas no les causaría la muerte.
Ante la muerte de la reina, el rey exilió a todos los brujos de la luna al bosque oscuro, familias destruidas por aquella decisión y como ultimátum del rey, condenados a ser cazados si se les veía, cazados como animales desde entonces, quemados vivos, condenados a ser llamados brujos oscuros. Sí, el corazón del rey estaba tan roto que no podía soportar ver aquellos ojos una vez más que le recordaban a aquella mujer que había amado tanto, a la que decidió entregar su corazón sin si quiera dudar, el dolor, la furia, la amargura en su corazón acabaron tan pronto con su vida, ya nada parecía tener sentido, ella no estaba, le había traicionado, rompió su promesa de estar siempre a su lado.
Desde entonces, los nacimientos fueron controlados por órdenes del rey y ante el nacimiento de un brujo de la luna, o como ellos les llamaron desde entonces "oscuros", el bebé es asesinado a sangre fría o abandonado en el bosque para ser devorado por las criaturas malignas que en éste vivían.
Por ello, condenados a ser cazados los brujos de la luna se escondieron de los brujos del sol, y solo quedan las historias que ahora son contadas en cuentos en los que se creen solo son mentiras del inicio de todo.