The Only Reason

Capítulo III

Megan's POV.

—Gracias por traerme, Irwin.

—No hay de que, Meg.

¿Meg? ¿Desde cuando me decía Meg? Oh, sí; desde ahora.

—Te veo mañana ¿Sí?

—Está bien.

—¿Por qué eres tan seca, timida, callada...? —paró unos segundos, supongo que para pensar otros adjetivos que fueran conmigo.

—Detesto mi vida, Ashton. Mi padre me dejo en este orfanato a los 2 años, mi vida es un maldito infierno desde que estoy aquí. Supongo que tú no sabes lo que es eso...

—Creo que subestimas a la gente demasiado —miro hacía arriba—, dame la oportunidad de hacerte sonreír. —me pidió.

—Te veo mañana Ashton.

Dije entrando por aquella puerta café del orfanato, dejando a Ashton parado tras de ésta.

(...)

—¡Hola! —se acercó a mí mientras caminaba por los incómodos pasillos de la escuela.

Los pasillos eran incómodos para mí y para una que otro nerd pero para la mayoría aquí era su punto de reunión; dónde quemaban la reputación de cada individuo que no creyeran dignos de ellos ni su presencia, entonces en estos pasillos se encontraba la historia de vida y chismes de los estudiantes de la preparatoria.

Ser invisible sería la única opción para pasar desapercibido delante de ellos.

—Hola. —dije mientras seguía caminando con la cabeza gacha. —¿Cómo estás?

Decidí dejar a lado mi amargura con él. Es la única persona que me hablaba aquí e iba a aullentarla.

—Bien, ¿Y tú, Meg?

—Estoy bien. ¿No tienes más amigos? Me refiero a...que si hablarme no arruinará tu reputación aquí.

—Claro que no. Soy solo un jugador más del equipo de basquetbol, nada importante en realidad.

(...)

Estaba frente a mi almuerzo pero honestamente no quería ni verlo era asqueroso, preferí sólo tomarme mi zumo de naranja y comer un par de galletas. Mientras hacía eso Ashton se acerco a mí.

—¿Puedo sentarme? —asentí. —¿Te gusta estar sola?

—Me gusta estar sola, ó bueno, al menos me convencí a mí misma de que estoy mejor así.

—¿De qué hablas?

—Yo solo traigo problemas Ash, por eso no quiero que nadie se me acerque. A veces no soy yo quien lastima a los demás, a veces ellos me lastiman a mí.

—¿Te parece que soy mala compañía?

—No dije que lo parecieras. Tú me agradas Ashton. Por lo menos sé que tú no me harás daño, supongo.

—Confía en mí. Sólo... dame la oportunidad de hacerte sonreir.

Repitió esa frase... la que me dijo antes de le cerrara la puerta en su nariz.

Pero tenía miedo, tenía miedo de que Ashton sólo estuviera haciendo todo esto por mí sólo por él hecho de salvarme. No quería que se sintiera comprometido.

—Lo haré. —dije y traté de sonreir.




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