Capítulo V

—Tu casa es muy bonita —dije al entrar.

—Gracias. ¿Quieres comer algo? Podemos pedir pizza o puedo revisar que hay en el refrigerador.

—Pensarás que soy demasiado rara, pero nunca he comido pizza. —confesé algo apenada.

—No te preocupes. Veré que hay en la cocina.

—Está bien...

Ashton entró a la cocina y yo por curiosa comencé a ver las fotos que había en un escritorio. Había fotos de Ashton de pequeño jugando basquetbol, fotos de su infancia con un bebé y una niña, supongo que son sus hermanos, más fotos de esos mismos niños, etc.

Me detuve a mirar una foto, la tomé en mis manos. Ashton con sus padres... ¿Qué se sentirá tener una familia? Sobre todo una que sea funcional.

—Ellos son mis padres. —dijo Ashton poniendose tras de mi sacándome un gran susto.

—Oh, lo siento, no debí estar usmeando sin permiso...

—No te preocupes. Oye, no hay nada en el refrigerador. Podría cocinar algo si tu quieres...

—Claro, digo, si tú quieres. —terminé de decir para forzar una sonrisa.

—No hay problema alguno en que yo cocine.

—Está bien, ¿Puedo ayudarte?

—Sí, necesito ayuda en la cocina. —dijo mostrándome su linda sonrisa.

(...)

La cocina ya era un desastre aunque a decir verdad el espaghetti con albondigas se veía delicioso.

—Ash, mira este desastre... —dije divertida.

—Lo sé, me ayudarás a limpiarlo. Espera, nunca me habías dicho Ash...

—Bueno...tú me dices Meg, entonces supongo que yo debía tener un apodo para ti tambien... —dije apenada.

—Me encanta que me digas Ash. —espetó mirandome a los ojos.

¡Me sonroje, me sonroje, me sonroje! Nunca había sentido lo que era eso y creo que en mi experiencia es algo mi lindo...

(...)

Terminamos de comer, limpiamos la cocina y entonces subimos a su habitación a comenzar el trabajo.

—¿Te gusta All Time Low? ¡Es de mis bandas favoritas!

—¿En serio? ¡De las mías también!

—Wow mira la hora Ash, deberíamos comenzar ya antes de que se haga más tarde.

—De acuerdo.

(...)

En un momento inesperado, sin querer levante mi pantalón y dejé a la vista de Ashton todos aquellos moretones.

—¡Diablos! ¿Quién te ha hecho eso? —dijo demasiado procupado.

—¿Podemos olvidar eso, por favor?

—Pero Megan, eso se ve demasiado mal. ¿Quién te ha hecho eso?

—... —yo solo bajé la mirada.

—Dime por favor, Meg. ¿No has dicho que confías en mí?

—Lo hago. Es solo que... —me callé un momento. —Yo me he hecho esto.

—¿Por qué?

—¡Me detesto Ashton!

—Ven aquí —dijo abriendo sus brazos. Escuchame, no sé porque no te quieres, y si no me lo quieres decir está bien, sólo quiero decirte que de ahora en adelante no te dejaré sola. —susurró a mi oído mientras me abrazaba.

—Ashton no tienes porqué hacer todo esto por mí. —me separé de él. —No tienes que hacer esto sólo porque te sientas comprometido.

—Megan, no lo entiendes. Yo hago esto porque quiero. No me siento obligado a nada.

—Gracias por todo. —me aferré más a él.

—Te quiero Meg.

Todo es gracias a él, en primer lugar no estaría viva si no fuera por él.

(...)

Después de aquel alentador abrazo Ashton me acompaño de regreso a el orfanato.

—Gracias por todo, otra vez. —sonreí.

—No es nada. ¿Te han dicho que te vez aún más linda cuando sonríes?

Ese sonrojo de nuevo...

Estuvimos a un instante de besarnos o eso creo yo de no ser por...

—¡Johnson! ¿Acaso no te había dicho que no saldrías?

Romina...