The Only Reason

Capítulo VII

Megan's POV.

Sí, sé lo que que pensé en un principo que "Romina no era nadie para darme ordenes" y que no le haría caso, pero realmente eso lo hice por mi bien y él de Ashton, además como dice una canción de Taylor Swift "las personas son personas y a veces cambiamos de opinión".

—Jóvenes entreguenme los trabajos que les pedí por parejas. —dijo aquel anciano de voz ronca.

Mire a Ashton porque sabía que él se quedo con el proyecto ayer.

—Lo trajiste ¿verdad?

—Sí, por supuesto —sacó de la mochila y me lo entregó. —Te lo iba a dar esta mañana, pero dijiste que sería mejor si no hablabamos y saliste corriendo.

—Gracias, sé lo que dije. —rodé los ojos. —Y no he cambiado de opinión ¿Sabes? —me giré al frente de nuevo.

Realmente podía ser grosera cuando me lo proponía. El problema era que cuando alguien me hacía daño no podía reaccionar, a menos de que se tratara de Romina, como ya lo había dicho.

Ashton sólo bufó.

Sé que estaba muy frustrado y algo triste, pero debe creerme que lo que estoy haciendo es por nuestro bienestar.

(...)

Mi mañana se basó en ignorar a Ashton y andar sola en todo momento, como en los viejos tiempos.

Regresé al orfanato y como siempre Romina me esperaba; ella siempre ha puesto mucha atención a mí, más por ser de las mayores, algunas me dicen que me tomó un cariño especial, pero con lo que pasó ayer lo dudo mucho.

—Llegaste sola. —habló por fin.

—¿No era eso lo que querías? —bufé y salí del lugar.

Entre a los dormitorios encontradome con Alexa, ella tiene 13 años y una tía la dejó allí casi recien nacida ya que sus padres eran drogadictos y alcohólicos.

—Hola Alex. —la salude amablemente y le di un beso en la mejilla.

—Hola Megan, ¿Cómo fue tu día?

—Normal, igual de aburrido, mucha tarea, bla bla bla... ¿A ti como te fue?

—Igual que siempre. Oye, no vi que aquel chico viniera hoy por ti.

—Era mi amigo, ya no.

—Te gusta ¿No? porque si es así sigue a tu corazón, y haz lo mejor para ti.

—Es muy complicado Alexa, no estoy segura de lo que siento aún, lo acabo de conocer, tú eres la única que sabe que me salvó la vida y eso se lo voy a agradecer siempre, pero él es un chico popular y podría conseguir mejores chicas que yo.

—¿Él ya te confezó que siente algo por ti?

—No, pero ayer estuvimos a punto de besarnos afuera de no ser por Romina.

Alexa era una niña muy sabia, era de las únicas en las que confiaba aquí, podría tener 13 años pero es una gran consejera.

—No lo alejes de ti Megan, date una oportunidad con él, además si no quieres nada serio con él pues déjale en claro que sólo pueden ser amigos y ya está. Incluso tu cara se ve diferente ahora que estás con él. Él te hace feliz.

—Pero Romina...

—Romina no tiene porque enterarse, prometo cubrirte si alguna vez quieres salir con él. —me guiñó el ojo.

—Eres la mejor Alexa, gracias, te quiero muchísimo. Te voy a prometer una cosa.

—¿Qué cosa? —preguntó emocionada.

—Cuando salga de aquí vendré a visitarte todos los días y me encargaré de buscar a alguien que te adopte. —ella me abrazó

—Gracias. —dijo con voz entrecortada y se sorbe la nariz.

—No llores ¿Sí? te quiero. Iré a dar una vuelta.

—Está bien.

Salí del edificio, claro no antes sin pedir permiso y salí camino a la parada de autobuses.

Una vez que llegue a mi destino bajé del autobus.

Era un lindo lugar, un campo verde lleno de flores, voy allí muy seguido, por lo regular sólo me acuesto en el pasto y me pongo a pensar.

Saqué mi libreta, allí escribia de todo, era mi diario, mi agenda e incluso tenía una que otra canción escrita por mí, aunque no soy la mejor escribiendo.

"Querido diario: ¿Será lo correcto hacer lo que Alexa me aconsejó? Yo sólo quiero ser feliz y olvidarme de toda ésta mierda que he pasado durante casi 16 años."

(...)

Estuve ahí alrededor de 3 horas, eran como las 5 de la tarde, el tiempo ahí se me pasa volando...

Decidí volver caminando, me gusta mucho caminar.

Iba tarareando una canción cuando choqué con alguien, perfecto.

—Meg, lo siento no me fije.

—Uy, no te preocupes Ashton. Me tengo que ir.

—Emm fui a buscarte al orfanato.

—No debiste hacerlo, me imagino que Romina te echó a patadas.

—Algo como eso —me dedicó una sonrisa torcida.

No pude evitar reír.

—¿Podemos hablar de lo que ha pasado? Me refiero a que eres una chica grandiosa y no quisiera que no hablaramos sin más. Me gustaría hacer la pases y saber si hice algo mal o...

—Tú no hiciste nada Ash, sólo no quiero equivocarme. —le sonreí.

—Podemos trabajar juntos en eso.

Él cada vez se deshacia del espacio que quedaba entre nosotros, y eso me estaba poniendo muy nerviosa.

—Podemos. —asentí y nos deshicimos del espacio que quedaba entre nosotros dandonos así un tierno beso.




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