The Original Crown

³ Cazar Hombres Lobos

HAILEY

El diluvio de media tarde en Boston había cedido a inicios de la noche. El horario de la chica había llegado a su agotador fin. Todos los días, sin descansos, iba desde la tarde hasta la llegada de la luna cantando canciones mientras bailaba, era entretenimiento para ojos y almas aburridas que visitaban el establecimiento. Nunca le desagrado ni gusto la ocupación pero era lo que tenía, debía de comer, debía de pagar recibos y debía de seguir huyendo de su pasado. No cabe decir que al cruzar la puerta trasera su aspecto había vuelto al humano, cabello castaño-rubio y ojos con tonalidades color ámbar. Hacia frío. Su apetito demandaba y su estómago protestaba, era común después de llover mientras hacia frío.

—Comenzábamos a creer que habías huido del país —confeso una voz madura y gruesa desde las sombras. Este sale de su escondite junto con sus secuaces, una mujer y otros dos sujetos de aspecto común—, bueno, de hecho yo no, ¿ellos? Si.

Harley no tenía que voltear a mirarlo para saber de quién se trataba, bastaba con tan solo por su voz para reconocerle. Era Rhodus, la mano derecha del cuarto líder del consejo, una muy reducida pero eficaz organización que en términos breves son la ley y el orden de lo sobrenatural en aquel país. Eran escasos los que conocían a los 5 líderes del consejo, entre ellas la Rodderson.

—¿Qué quieres? No sé que pregunto, es obvio lo que quieres, no, lo que quiere mi abuelo —burlo asimisma la chica peinándose el cabello hacia un lado volteando a verlos.

Apenas la luz que desprendía la bombilla encima de la entrada trasera al establecimiento alumbraba la escena. Habían charcos sucios en el suelo y olía a humedad. Ellos parecían a primera vista el grupo de idiotas trillados que acechan a la chica cuando en realidad sólo venían a llevarla de vuelta al agujero de que ella había salido y al que no pensaba volver.

—Alan quiere que vuelvas, ya te ha dado demasiado tiempo de libertad —hablo uno de los que seguían al hombre.

—Jodanse, ¿quieren? —maldijo con tono burlesco ofensivo sin verse afectada o atemorizada en lo más mínimo.

—Creo que no entendiste. No fue una petición, es una orden —decreto el jefe acercándose a ella viéndose detenido por una voz masculina.

—Según la ley de la enmienda, no recuerdo cuál, la libertad expresiva y demás les prohíbe a ustedes obligarla a hacer algo que ella está negándose a hacer. Espero no tengamos problemas, caballeros —hablo el detective Cassander posicionándose junto a la chica a un pie tras de ella.

El grupillo se tenso ante lo que veían. No eran los únicos sobrenaturales que lo hacían ni los últimos en hacerlo.

—Un Wendigo... —musito atemorizada la única mujer del séquito.

—No, peor aún, un mestizo Wendigo —afirmo el jefe.

Los sobrenaturales podían percibir a otros sobrenaturales, pero no saber que raza eran, eso solo podían hacerlo si el contrario se dejaba ver, tal y como lo estaba haciendo Leo Cassander. La única persona en estado de confusión ante lo dicho y lo sucedido era la Huli Jing, zorro de nueve colas, la chica.

—Solo queremos llevar a Hailey Rodderson con su abuelo, no le haremos daño —intento apaciguar uno de los del grupo.

—¿Saben? Siendo detective he visto muchas cosas, más cosas malas que buenas. No disfruto mi trabajo pero lo cumplo para evitar que personas inocentes y desprotegidas no sufran. Ustedes están obligándola a hacer algo... Y eso no puedo permitirlo, no, no puedo. Les daré 5 segundos para que se larguen y no vuelvan a molestarla antes de que dejé mi forma humana para cernarlos a ustedes.

—No soy yo quien da las órdenes.

—¡Cinco! ¡Cuatro! —comenzó a contar Leo en voz alta.

—Señor, tenemos que irnos, ¡Este sujeto está loco y no dudará en matarnos! —suplico uno de los hombres a su líder.

—¡Tres! ¡Dos!

—Con un carajo, ¡larguemos! —ordeno intimidado, yéndose junto con quiénes le seguían.

Para cuando ellos huyeron por uno de las dos salidas del callejón la Huli Jing hablo por primera vez dirigiéndose al detective que había visto entrar al establecimiento hace ratos.

—¿Un wendigo?  Mm, que original —elogio de manera sincera la zorra de nueve colas en su aspecto humano.

Para asombro de ella, el ya se estaba alejando con la mera y egoísta intención de dejarla sola. Ella lo sigue. Para cuando el servidor de la ley cae en cuánta de que ella le seguía el paso, y pronto le igualaba a su lado, suspiro de manera desapercibida pensando rápidamente en una manera de deshacerse de ella.

—¿Primero me salvas y luego me dejas? Eso no es caballeresco, como mencionaste ahí en la callejuela.

—No tienes que agradecérmelo, solo déjame en paz y ya —refunfuño el pelirrojo.

—¿Después de lo que oí? Ni aun que me estuvieran amenazando de muerte. ¿Qué quiso decir el con que eras un mestizo? Jamás había conocido a uno y no esperaba hacerlo —sincero Hailey dando miradas furtivas a su acompañante.

—¿Qué no tienes a alguien a quien engañar con tu atractivo y después robarle?

—¿Qué tú no tienes que comer humanos? —devolvió con la misma moneda al detective.

—Deja de ser fastidiosa y déjame a solas.

—No hasta que respondas a mis dudas. ¿Qué quiso decir con mestizo?

No tenía manera de escapar, podía, pero no era una manera sana y segura de hacerlo. También quería darle una respuesta vaga y largarse de ahí pero estaría rompiendo su promesa, no la promesa de proteger al desamparado sino el que acababa de hacer hoy.

—Los mestizos son mal vistos entre los sobrenaturales, muestra la impureza de las dos razas correspondientes a los padres que se unieron para dar a luz a un vástago mestizo. Mi padre era un Wendigo, mi madre... No la conocí. Ya te dije lo que querías saber, ahora déjame en paz —recordó el hombre acelerando el paso.

—De hecho... Aquí me quedo contesto de manera burlona la castaña-rubia deteniéndose de golpe frente a un edificio residencial luego de haber caminado unas muy pocas cuadras.



#776 en Paranormal
#6092 en Fantasía

En el texto hay: monstruos, suspenso, sobrenarutal

Editado: 13.09.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.