The other Gilbert

Capítulo 9

POV Lara

 

"Querido diario, hoy me siento ... diferente. Algo ha cambiado, lo siento, lo noto. Por una vez no me parece un mal día antes de empezar. Le doy la bienvenida al día, ...  porque se que lo volveré a ver."

 

POV Stefan

 

"Estoy despierto. Por primera vez en mucho tiempo, me siento completo y absolutamente despierto. Doy la bienvenida al día porque sé que la volveré a ver."

 

POV Lara

Lo primero que hice al despertarme fue escribir en mi diario. Creo que lo he cogido como hábito. 1)Despertar 2) Ducharme y vestirme 3) Escribir en mi diario. Cuando iba a bajar a bajo me encontré con mi tía Jenna, muy guapa. ¿A donde tiene que ir? Nunca se suele poner tan guapa para ir a la universidad a escribir su tesis. Algo trama.

 

-Espera. ¿Parezco una adulta? Respetable y maternal.

 

-Depende de a donde vayas.

 

- El profesor de Jeremy me ha llamado. Quiere hablar conmigo sobre él.

 

-A ya- todo cobra sentido. Quiere causar una buena impresión.

 

-Pelo recogido o suelto.- cuando lo tiene en una especie de moño mal hecho le comentó- Azafata sensual- y cuando lo suelta y le cae en los hombros con sus hondas naturales- ama de casa ebria.

 

-Ya creo que esta claro- es lo que me responde. A lo que yo me rio.- Hoy estas contenta, chispeante diria yo.

 

-Que puedo decir, hoy me he levantado bien. Las flores son bonitas, el sol brilla... Y todas esas cursiladas- Tengo que admitir que no soy muy fan de todas esas historias de amor tan empalagosas, pero... si que les tengo envidia a las protagonistas de las pelis románticas. Todas tiene  un amor que les consuma, todas tienen un amor de verdad, una persona que esté ahí con ellas. Me gustaria tener eso algún día. Me asomo al cuarto de Jeremy y me lo encuentro vacío y con la cama hecha.- ¿Dónde está Jer?

 

-Me ha dicho que tenía que ir al taller a acabar un comedero de pájaros- Yo no se si reir o llorar. Reir por las ocurrencias de mi hermano o llorar porque nos ha vuelto a mentir. Jenna al ver mi cara de confusión, lo comprende todo y puedo ver en sus ojos algo de ¿Decepción? ¿Tristeza?- No hay ningún comedero de pájaros, no?- yo niego lentamente con la cabeza para que me vea por el espejo.

 

      

 

Me encontraba en la clase de historia con el profesor Tanner. Dando otra de sus aburridas chapas, sobre la historia. Yo solo oía bla, bla, bla...  Podía sentir la mirada de Stefan en mi nuca. Por lo que de vez en cuando me volteaba  para verlo, pero quitaba rápidamente la vista, ya que me intimidaba y me hacia sonrojar.

 

-Les estamos molestando. Señor Salvatore- Cuando dice el apellido de Stefan vuelvo a la realidad y me doy cuenta de que nos ha pillado- Señorita Gilbert.- Niego con la cabeza tímida, porque me haya pillado. En cambio a Stefan parece hacerle mucha gracia. De repente suena el  timbre que anuncia que la hora se a acabado. No he estado más agradecida con ese timbre en la vida.

 

Después de un día agotador en el colegio, nos encontrábamos sentadas en las mesas de la terraza del Grill. Bonnie nos estaba contando a cerca del cometa, que pasaria esta noche.

 

-Mi abuela dice que el cometa es un símbolo de destrucción. Dice que la última vez que paso hace años creó una serie de sucesos paranormales…

 

- Y luego le serviste otro chupito y te contó sobre los extraterrestres. -Caroline siendo ella.- Bueno dime, que tal con Stefan la otra noche?

 

-No paso nada. Hablamos y ya.

 

-Venga, Lara somos tus amigas debes contarnos.

 

-Es enserio Car no paso nada.

-A ver Lara, es fácil. Él te atrae tu le atraes eso es igual a sexo.- me quede pensando, ella tenía razón, si me quedaba así no iba a pasar nada. A si que me levanté cogí mi chaqueta de cuero negra y me empecé a ir.

 

Hey. ¿A dónde vas?- me pregunto Bonnie.

 

-Voy a hacer lo que llevo pensando todo el día.

 

Me dirigí a la mansión Salvatore para ir por Stefan. Cuando toque la puerta esta se abrió sola. Por lo que entre gritando su nombre para que me oyese. ¿Qué cómo sabía que estaba aquí? Tenía su mochila en una silla. Me di la vuelta hacia la puerta porque creí haber visto un ruido. De repente entró un cuervo y me pasó por encima de la cabeza, haciendo que yo me agachase. Al levantarme me di la vuelta para dejar la puerta a mis espaldas pero choque con un pecho duro y fuerte, que no era de Stefan.

 

No pude evitar perderme en el color azul de sus ojos, en serio eran muy bonitos, eso debería estar prohibido. 

 

-Lo siento yo... la puerta estaba- me di la vuelta para señalarla pero esta se encontraba cerrada, como se había cerrado? Ni siquiera había corriente. - abierta.- dije con un tono desconcertado.  Veía la gracia en sus ojos, se estaba riendo de mí. Juro que si era eso le iba a pegar una patada.

 




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