The other Gilbert

Capítulo 16

Creo que era la cuarta botell de Bourbon que me tomaba ya, por culpa de ella. Suspire. Necesitaba comer algo, y no algo que se pudiera vender especialmente. Corrí al bosque, sabia que hay estarian todos los drogatas haciendo una pequeña fiesta y que estarían lo suficientemente borrachos como para que no hiciera falta ni correr tras ellos. Cuando llegue habia exactamente lo que había pensado que habría. Uno a uno fui bebiendo cada gota de sus cuerpos hasta que se quedaran secos, mientras desahogaba toda mi frustración al saber que nunca la tendría. Seguí bebiendo de las botellas que tenían ellos, ahogando mis penas. De pronto hoy una respiración era muy baja, me acerque al cuerpo que emitía ese sonido. Era una chica, era la misma a la que había mordido la otra vez.

 

-Parece que no tienes ganas de morirte.- le quite el pelo de la cara. la cogí en brazos y me la lleve a casa. Cuando llegue ni San Stefan ni Lara estaban. La subí a mi habitación y le di un poco de mis sangre para que se recuperara pronto. Me apetece divertirme un poco con ella esta noche. Después de bailar, cantar y alimentarme de ella y que ella se alimentara de mi sangre para que no se muriese y la diversión acabase, la mate. Si, asi de simple. Estaba enfadado, dolido y frustrado y lo peor de todo es que no podía estar enfadado con ella y eso me frustraba. Hacía mucho que deje de sentir esto y la verdad es que tenía miedo de lo que pudiera pasar.

 

POV Lara

 

Estaba en casa, tumbada mirando el techo, pensando en lo que acababa de pasar. Stefan me había besado, y no es que besara mal al contrario besaba muy bien. Lo que pasaba es que no quería que ese beso me lo diera el. Suspire cansada y decidí dormir. Tenía demasiadas cosas en la cabeza.

 

Me desperté a la mañana siguiente y me fui para el instituto. Una vez alli me encontre con Caroline y Bonnie, estuvimos hablando un tiempo y luego nos fuimos cada una a su clase. Cuando se hubieron terminado todas las clases, me dirigí a casa de Stefan. 

 

Llegue y toque la puerta. Para mi sorpresa me abrió Vicky, la hermana de Matt. ¿Qué hacía ella aquí? 

 

-Hola Vicky- ella abrió un poco más la puerta y cuando el sol le dio en el cuerpo se echó corriendo hacia atrás como si el sol le quemara. No entendía nada. De pronto llegó Stefan y ayudó a Vicky. Entre dentro y cerré la puerta, me di cuenta de que las cortinas estaban cerradas para que el sol no entrase a la casa. ¿Qué rayos estaba pasando aquí?- ¿Stefan?- Parecía que no se había dado cuenta de mi presencia hasta ahora.

 

-Lara, qué haces aquí?

 

-Vine a hablar contigo. ¿Pero que pasa aquí? 

 

-Vicky es un  vampiro.

 

-¡¿Qué?!

 

-Tranquilizate. Damon la convirtió ayer. Yo voy a ayudarla a controlar su sed y a que nada le suceda, vale?

 

-Voy a matar a Damon.- dije mientras empezaba a subir las escaleras para ir a los cuartos.

 

-Lara, acostumbrate asi es Damon, es impredecible y egoísta.

 

No le respondí y seguí subiendo las escaleras en busca del estúpido pero sexy vampiro de ojos azules que estaba todo el dia en mis pensamientos. Entre a una habitación y me di cuenta de que era la de Stefan. Había una hoja en el suelo y me agache a recogerla y dejarla en la mesilla que había. Cuando mire la foto, era Elena, pero con el pelo rizado. Me quedé un rato mirando la foto, era Elena, de eso estaba segura. No me di cuenta de que había un pie de página en la foto. Katherina, 1864. 



Mi querida

     

Espera, Katherine ella no era la que convirtió a Stefan y a Damon en vampiros. No entendía nada, era Lena, mi hermana pero era imposible esa fecha. Baje corriendo y con la foto en la mano a pedirle explicaciones a Stefan.

 

Cuando llegué abajo, me encontré con los dos hermanos Salvatore y con Vicky. Lo primero que hice fue ir a donde Damon y acusarle con mi dedo dándole golpecitos en el pecho.

 

-¿Por que le has hecho esto a Vicky? No tenías ningún derecho de hacer eso.

 

-Lara, yo hago lo que quiero. Porque soy asi.- a lo que yo bufé en respuesta. Luego fui a donde Stefan que tenía una pequeña sonrisa pero decidí ignorarla.

 

-No te creas que contigo no estoy enfadada. Tal vez se te paso decirme esto- le puse la foto en el pecho y me fui de ahi dando un portazo. 

 




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