Sarah:
La cena de anoche fue muy especial, y fue increíble volver a ver a Luke, lo que todavía no me cuadra es por qué esa tal Lea me miraba tan raro si no me conoce, además ¿ella qué diablos le susurro a Trevor?
¿Celosa, Sarah?
¡No!, solo que no me cabe en la cabeza esas dos escenas.
Como tu digas, Sarah.
Voy llegando a Grace Art Inc. en este momento. Ya quiero volver a ver Trevor no sé por qué, solo sé que quiero.
Sarah, ¿acaso te gusta Trevor?
¡¿Qué? ¿a mí?! No, nunca.
Nunca digas nunca.
[I will never say never! ( i will fight) i will fight till forever (make it right)]
No creo volver a amar.
Tú no eres la culpable, Sarah.
Creo que tengo que escucharte más a menudo.
Solo dale una oportunidad a tus sentimientos, Sarah.
Lo intentaré.
Entré a mi oficina, como los últimos días mis tareas ya estaban asignadas en el correo.
Me dedique a hacerlas.
Todo iba super bien hasta que recibí una llamada al teléfono de mi oficina.
—¿Diga?
—Hola, Sarah; quería preguntarte algo —que bueno, solo era Trevor, ya me iba asustar, él si me necesita siempre me manda un correo, nadie nunca me había llamado al teléfono de la oficina.
—Sí, Trevor, dime ¿qué necesitas?
—¿Podría ir a tu oficina en 2 horas? Necesito hablar contigo —¡¿qué? ¿Yo qué hice ahora? Que yo sepa nada.
Tranquila, Sarah, tal vez no sea nada malo.
Eso espero.
—¿Es algo malo? —que preocupación, ¿qué será?
—No, Sarah, todo lo contrario, es algo muy bueno, solo quiero hablar contigo de algo— ¿de algo? Que poco específico es este hombre.
—Y ¿se podría saber qué es ese algo? —que conteste, que conteste.
—Vaya, Sarah, si que eres curiosa, voy a tu oficina para decírtelo —¿2 horas? 2 horas es mucho tiempo, ya despertó mi interés.
—Trataré Trevor, pero no te prometo nada.
Se escuchó una ligera risa del otro lado del teléfono.
Seguí resolviendo mis tareas.
Solo son 2 horas, Sarah, solo 2 horas.
Me puse a escuchar You & I de One Direction y después Friends de Marshmello y Anne-Marie . [si quieren pueden escuchar estas canciones mientras leen este capitulo], hasta que llegó mi canción favorita, Seven Years de Lukas Graham. Y así me la pasé las 2 horas, tarareando canciones, escuchando música, y haciendo mis tareas principalmente.
(...)
—Hola, ¿estás ocupada o ya terminaste? —¡por fin llegó!
—Ya terminé, estaba escuchando música para quemar tiempo.
—Ah, okay —no le importaba, eso era bueno.
—¿Preparada para lo que te voy a decir? —no entiendo—. ¿No te importa lo incómodo que suene?— se fue acercando lentamente a mi, ¡que miedo!
—Correré el riesgo —dije intentando sonar sexy—. Nací lista Trevor, di rápido, la curiosidad me mata.
—Está bien, Sarah —estaba a más de 15 cm de mí, mi silla la coloqué de medio lado para poder ver sus hermosos ojos azules, estaban brillando intensamente y tenía una hermosa sonrisa en su boca. Él estaba de mi lado de la mesa—. Sarah, sé que esto sonará raro por el poco tiempo que nos llevamos conociendo, pero, ¡ME GUSTAS!
O_O
Estaba sin palabras, él también me gusta, mi subconsciente me ayudó a entenderlo.
—Tú también me gustas, Trevor —dije en un suave susurro para que no me escuchara.
Sus ojos brillaban con más intensidad y su sonrisa se volvió más grande.
Miraba con deseo mis labios.
—¿Enserio? —¡me escuchó! Que calor hace aquí, ¿no les parece?
—Sí.
Se fue acercando cada vez más hasta cerrar el espacio entre nuestros cuerpos en un dulce beso, nos separamos unos segundos, y volvimos a besarnos más apasionadamente. Me levantó de la silla, colocó sus brazos al rededor de mi cintura y yo puse los míos al rededor de su cuello.
El beso era intenso y desesperado, él mordió ligeramente mi labio inferior y solté un pequeño gemido que lo encendió más. Pidió permiso con su lengua para entrar a mi boca, no dudé ni dos segundos y se lo cedí. Ahora que lo pienso mejor, él al entrar cerró la puerta con llave. Se separó de mi, cogió un control de mi escritorio y cerró las cortinas.
Volvió a besarme, fue desplazando sus besos por mi cuello hasta llegar a mi clavícula y yo enredé mis dedos en su cabello, volvió a subir hasta mi nuca, y mordió suavemente el lóbulo de mi oreja, volví a gemir, él hizo lo mismo después de mí. Después besó mi sien, se separó de mí para coger aire y se quitó la chaqueta, yo le quité la corbata. Que momento de excitante y atrevidamente extraño.
Me quitó mi hermosa blusa blanca.
¿Qué está pasando?, ¿estamos quitándonos la ropa y apenas nos conocíamos? Jason diría que soy una zorra.
Estábamos pasándola muy bien entre besos y caricias hasta que escuchamos el sonido de una llave entrando en la perilla de mi puerta. Nos separamos de golpe. Él tenía la mayoría de los botones de su camisa sin abotonar, y yo con el labial corrido y el cabello desordenado.
Enseguida agarré mi blusa del escritorio y me la puse, me medio arregle el pelo, mientras Trevor se abotonaba la camisa lo más rápido que podía; se abrió la puerta cuando Trevor se estaba colocando la corbata, Finn estaba parado en la puerta con los ojos como platos y la boca tan abierta que se le quería desencajar la mandíbula, estaba muy sorprendido ante la escena que vio. Trevor se acomodó la chaqueta y le dijo a Finn.
—No es lo que piensas.
—¿Y Madison?
—¡Madison es una loca abusiva! Ya no la aguanto —¿Madison?
—¿Quién es Madison?
—Mi ex-novia— dijo Trevor recalcando el ex—. Finn, luego te explico.
Algo anda mal aquí.
Revisé el reloj ya es hora de salir, los chicos ya salieron de la oficina, me arreglé el maquillaje y el cabello, me metí la camisa por dentro de la falda. Y salí del edificio. Pedí un taxi para que me llevará al hotel, a pensar sobre lo que acaba de pasar.