The Other Side

Señor Brow


En cuestión de segundos se hallaban rodeados, los bandidos pasaron de ser solo uno a ser quince. En sus rostros se reflejaba el deseo de venganza, habían permitido que cuatro personas se colaran en su base sin tan siquiera haberlo olido.

—Os vamos a dar dos opciones —gritó el jerka que había echado la puerta abajo—, pueden entregarse y su muerte será rápida, o pueden luchar y os aniquilamos con mayor satisfacción.

—¿Qué tal esto? —Kran puso su arma en el cuello de Faith—. Si nos dejan irnos vuestro líder vive, pero si atacan él será el primero en perder la cabeza.

—¿Te crees que nos importa ese cabrón? —respondió sin darle importancia, es más, él era el primero que deseaba que lo decapitaran.

Flinx analizó la situación con detenimiento, eran inferiores en número, pero no en armas; la mayoría de los jerkas tenían armas cuerpo a cuerpo y no contaban con potencia de fuego. Se acercó a Kran por la espalda y le susurró:
—Creo que ahora mismo esto está en un punto muerto. Voy a dar la orden de ataque, quiero acabar con el cabecilla de primero.

—Dile a Marcus que acabe con él, es quien tiene más posibilidades. —Flinx asintió y se dirigió hacia Marcus con cierta cautela y le murmuró la orden—. Dispárale al cabecilla cuando te ordene.

—¡¿De qué hablan idiotas?! —gritó el cabecilla enfado.

—Lo siento mucho amigo —dijo Flinx con una amplia sonrisa. Miró a todos los bandidos a su alrededor con una expresión seria y luego continuó—. Pero es hora de que recuperemos nuestro cuartel. ¡Ahora!


En un abrir y cerrar de ojos Marcus disparó una flecha directa a la cara del cabecilla, haciéndole caer de rodillas.

El patio quedó sumido en un silencio absoluto, los bandidos se miraron unos a otros hasta que un grito de Marcus rompió la calma.

—¡Ahora!

Flinx se mantuvo sereno por unos segundos, hasta que dio con un plan para salir de aquel problema.

—¡Kran, ataca ese grupo junto a Nubi y Valve!¡Marcus, dispara flechas a todo lo que veas moverse!

Ellos obedecieron y se dirigieron hacia un grupo de cinco hombres que tenían justodelante. Kran tomó de sorpresa a uno de los bandidos y le clavó la espada en el estómago, mientras Nubi y Valve desenfundaban un par de bastones eléctricos. Se detuvieron por un segundo, vieron cómo una flecha atravesaba la cabeza de uno de los jerkas, esa fue la señal para volver a la acción.

—¡No se detengan, todavía quedan muchos! —ordenó Flinx mientras disparaba a varios bandidos, la mayoría eran abatidos al momento, otros agonizaban en el suelo sobre un charco de sangre.

Nubi cargó contra dos de ellos y comenzó a dar golpes dirigidos a la cabeza, detrás lo siguió Valve, imitando sus movimientos. En cuestión de segundos acabaron con los tres hombres que quedaban. Sin embargo, una segunda oleada de hombres apareció, esta vez eran ocho.

—Valve, creo que necesitamos usarlas ya —dijo Nubi, haciendo que Kran volteara a verlos sin tener idea de qué hablaban.

Ambos soldados se miraron y sacaron de sus bolsillos un par de cajas pequeñas, blancas y con una abeja dibujada en el centro.

—¡Al suelo Kran!

Lanzaron las bombas frente a los jerkas, quienes las miraron sin saber qué eran. Luego de un segundo se oyó un leve click y un gas verde fue liberado por las grietas.

—Mis ojos —gritó uno de los bandidos mientras se tapaba la cara, cayó al suelo quejándose. Algunos de sus compañeros cayeron al igual que él, los que no se vieron afectados por el gas salieron corriendo despavoridos.


Marcus hizo el amago de intentar dispararles, pero una mano en su hombro lo detuvo.

—No gastes munición con esas ratas. —Le dijo Flinx con tono calmado.

Una vez el humo se disipó tanto Kran como Nubi y Valve abrieron los ojos, vieron cómo por el campo de batalla había varios cuerpos esparcidos, la mayoría tenían sus manos sobre el rostro; la agonía los había consumido.

—Bueno chicos, es momento de volver a Kor, el consejo quiere ver a Kran y nosotros tenemos que llevar al gordo a la prisión. —Sentenció el capitán mirando a Faith con asco, si fuera por él le hubiera cortado el cuello ahí mismo.

—¿El consejo? —preguntó Kran con desconcierto.

—Mi trabajo es cumplir las órdenes del gobernador, no saber el porqué de ellas. —Flinx caminó hacia sus hombres y les susurró algo que ni Kran ni Marcus pudieron oír, después ordenó—. Vámonos de aquí, Nubi, carga al gordo en tu caballo;Valve, tú ve junto a él.

Los hombres cumplieron con sus órdenes y en menos de un minuto ya estaban preparados sobre los caballos, esperando por su capitán.

—Kran y Marcus, ustedes vienen conmigo en el frente.


…….

Marcharon a paso lento a lo largo de todo el desierto, sumidos en un silencio absoluto. El sol se había esfumado, dando paso a una tímida luna que se refugiaba tras las espesas nubes.

Kran se hallaba abstraído, concentrado en un punto fijo frente a él. Pensó en lo que había ocurrido en El Foso, nunca había deseado tanto hablar con su padre, necesitaba saber más.



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En el texto hay: magia, alta fantasia, artefactos magicos

Editado: 03.01.2024

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