Pov's Aaron:
Empiezo a escuchar murmullos acercarse por el pasillo, aun así no me despego de mi hermana. Me acomodo abrazándola y sigo durmiendo.
(...)
Unas manos que se encuentran acariciando mi cabello me despiertan. Aun sin abrir los ojos paso mis brazos por su cintura sin querer soltarla, suelta una risita y sigue con lo que estaba haciendo.
– Tenemos que comer algo –susurra Azul sin moverse. Si, la empecé a llamar así por el color de sus ojos.
– No quiero volver –le contesto como niño pequeño. Sus brazos me rodean dándome un abrazo.
– Yo tampoco quiero volver a la realidad pero hay que hacerlo si queremos terminar con esto –deja un beso en mi frente y se separa de mi. Abro los ojos con pereza enfocándolos en ella, el brillo que antes había en sus ojos ya no esta y su cabellos esta amarrado en una coleta desordenada.
– Vamos –nos levantamos y nos vamos directo a la cocina donde estaban todos desayunando. Dejamos un beso en la frente del pequeño Matteo y preparo café para ambos.
– Hola linda –veo como Misha se acerca a mi hermana y deja un beso en su frente.
– Hola –responde con una sonrisa que no llega a sus ojos. Suelto un suspiro, le entrego una taza de café junto a un plato con tostadas y me siento a su lado– Estoy bien –dice al sentir mi mirada fija en ella.
– Solo estoy preocupado –susurro y empiezo a comer. Todos se mantienen en un silencio tenso, nadie se atreve a decir nada y eso me pone mas nervioso.
Mijail entra a la cocina con el cabello alborotado y algo escrito en la frente, "I am Gay" Escupo algo de café que habia en mi boca al igual que Megan y los chicos al ver la frente de mi padre.
– Que pasa? –pregunta confundido.
– Emm.... Papá –señalo mi frente dando a entender que tiene algo en la suya. Aun mas confundido se acerca al microondas para ver su reflejo y su rostros cambia de expresión a una furiosa.
Liam, Kyle y Dean trataban de contener la risa aunque fue inútil, las carcajadas no tardaron en inundar la cocina por parte de todos.
– Quien fue?! –nos mira acusatoriamente a todos.
– A nosotros no nos mires, ni siquiera dormimos en las habitaciones –se escusa Megan por los dos. Jake y James sueltan risitas nerviosas, se levantan de las butacas y corren por la casa con mi papá correteandolos mientras nosotros solo nos reímos. Mía se sienta en mi regazo dejando un beso en mi mejilla, le sonrio y seguimos observando la venganza de Mijail.
– Alexa acompañame –habla Azul con malicia en su voz. Desaparecen por las escaleras mientras Seb y Jack preparan 4 cubetas. Al rato mi hermana con la rubia bajan con tres botes llenos de una mezcla viscoza y entonces se de que se trata.
Vierten las mezclas en dos cubetas y en las otras hechan plumas artificiales con un poco de pegamento. Derek, Kyle, Alexa y Azul cargan las cubetas hasta el patio con nosotros detrás de ellos para ver el show.
Jake y James estaban saliendo de la piscina ya que mi padre los empujo. Estaban por entrar a la casa cuando Alexa y Azul les tiran encima la sustancia viscosa, seguido de eso Derek y Kyle les lanzan las plumas quedando unos lindos pajaritos. No miento cuando digo que todos estábamos en el piso riéndonos a carcajadas mientras los chicos tienen un mueca de asco en el rostro.
Mijail sonríe con orgullo, James y Jake nos miran como si quisieran matarnos y nosotros ya nos calmamos. Nos levantamos sacudiendo nuestra ropa y vemos a los chicos.
– Van a tener que darse una buena ducha, eso no se quita fácilmente –mi hermana sonríe inocente y Dean se la lleva adentro de la casa.
– Se puede saber que es esto? –preguntan mirando sus dedos cubiertos de la sustancia viscosa.
– La verdad no se, es una mezcla rara –contesta la rubia con una sonrisa.
– Bien, ahora todos a bañarse –entramos por el ventanal que conecta a la sala encontrándonos con Dean cambiándole la venda del hombro a mi hermanita.
– Que paso? –me acerco a ellos preocupado.
– Estoy bien, solo hice fuerza que no debí –sonrie inocente. Dean la mira con reproche y yo solo suelto una risita.
– Todos tenemos que darnos una ducha y luego tendremos que hablar con... –me interrumpe antes de que diga su nombre.
– Solo necesito 30 minutos –se levanta cuando nuestro hermano termina de vendarla y sube la escaleras. Suelto un suspiro cansado y la sigo con la mirada.
– No debe ser fácil –murmura Dean a mi lado.
– Para nada fácil –le muestro una pequeña sonrisa y voy a la habitación que comparto con Mía. Al abrir la puerta me encuentro con mi rubia colocándose una blusa y su cabello mojado callendo por su espalda.
Me acerco sin hacer ruido y rodeo su cintura con mis brazos. Apoyo mi cabeza en su hombro dejando salir unos cuantos suspiros.
– Sabes que puedes hablar conmigo –murmura observándome a través del espejo frente a nosotros. Se voltea pasando sus manos por mi rostro y cabello tratando de relajarme.
– No puedo sacarme sus gritos de la cabeza, cada vez que cierro los ojos la escucho pidiendo ayuda y no pude hacer nada por ella... –agacho la cabeza cuando siento mis ojos cristalizarse.
– Amor, no fue culpa tuya ni de ella. Solo es de la persona que les provoco este dolor para verlos infelices por que el no puede ser feliz. Si ustedes fueran importantes para él no les uniera hecho esto, sin embargo con esto demostró quien de verdad es y también que no se interesa por nadie mas que por el mismo –con sus manos levanta mi cabeza dejándole ver las lágrimas que empezaron a caer por mis mejillas.
Editado: 21.12.2018