The Past Of The Kings #2

Capitulo 31

Pov's Megan:

Estamos todos en la sala tratando de ver una película para desaparecer la tensión. Aunque los problemas no sean entre nosotros nos afecta a todos, de distinta forma pero lo hace.

– Hay santa cachucha! –el grito de Jake nos hace saltar en nuestro puesto. A Liam y Jack se les ocurrió la fantástica idea de colocar una película de suspenso y ahora algunos tendrán pesadillas en las noches, Jake un claro ejemplo.

– No seas niñita –gruñe Dean mandándolo a callar. Suelto un suspiro bastante alto obteniendo las miradas interrogantes de mi hermano y Jess. Niego con la cabeza dándoles una respuesta y me levanto dejando la manta a un lado.

Subo las escaleras hasta encontrarme con el extenso pasillo lleno de puertas de distintos colores. A un extremo la puerta de color azul en la que nos quedamos Derek y yo y por el otro extremo la puerta gris que esconde el dolor de mi niñez.

A paso lento me acerco a la madera gris, cuando llego a ella estiro mi brazo para alcanzar la llave que se esconde en el marco superior y la introduzco en la cerradura abriéndola. Saco la llave y entró dejando la puerta entre abierta.

Las paredes están cubiertas de papel celeste desgastado, los muebles tienen una capa de polvo y mi viejo escritorio está repleto de hojas con dibujos. Me acerco a la estantería en la que reposan mis libros y leo los títulos con cautela, las sagas completas de "Harry Potter" y "Maze Runner" se hacen presentes frente a mis ojos sacándome una pequeña sonrisa.

Pasó mis dedos por cada libro cubierto de polvo y los viejos muebles que adornan mi antigua habitación hasta que mis ojos se enfocan en la pared tapada por un espejo roto. Me acerco a ella y lo saco con cuidado de no cortarme con algunos trozos sobresalientes.

El espejo cubría parte de la pared que no tiene papel celeste dejando ver el color blanco junto a marcas de uñas en ella, marcas que yo hice cuando trataba de liberarme de los castigos de John. Mis ojos se cristalizan al recordar cada cicatriz que dejó en mi espalda, cada golpe que me dejó inconsciente por lo menos 3 días y no podía escapar.
Retiro el papel celeste de la pared mostrando el resto de las marcas provocadas por mis uñas cuando apenas era una niña hasta llegar a un dibujo en especial.

Le tomo una foto y se la mando a Aarón para que recuerde ese momento y el significado.

Sigo con la mirada en las paredes hasta que el sonido de mi celular anunciando una llamada me saca de mis recuerdos.

– Hola –susurro con lo que me queda de voz.

– Hola azulita –sonrio un poco por su apodo– Como estás? –no puedo verlo pero sé que está preocupado por mi.

– Los recuerdos volvieron Aarón, volver es más difícil de lo que pensé –el nudo en mi garganta se hace más intenso.

– Déjame ir contigo, no quiero que estés sola y no lo niegues porque se que te has alejado de los chicos –me conoce tan bien.

– Tienes que estar con Mia, debes cuidarla y mucho más ahora que está embarazada –suspiro tratando de que las lágrimas no salgan de mis ojos.

– Te quiero hermanita –murmura con voz ahogada.

– Te quiero más hermanito –sin poder evitarlo mi voz se quiebra y antes de que me diga algo corto la llamada.

Al estar aquí vuelvo a ser la misma niña que era antes de dejar Chicago atrás. Cada recuerdo enterrado vuelve al igual que el dolor en mi pecho se hace presente. Cierro la puerta de la habitación con seguro quedandome adentro y suelto las lágrimas retenidas ahogando los sollozos.

Pov's Aarón:

– Te quiero hermanita –trato de que mi voz salga normal pero sé que ella nota el nudo en mi garganta.

– Te quiero más hermanito –su voz se quiebra y corta la llamada antes de que pueda decirle algo.

El mismo dolor que siente ella lo siento yo, en estos momentos lo único que quiero es estar con ella pero sé que tengo que cuidar de Mía y mi futuro hijo o hija.

– Tienes que ir con ella –la voz de mi chica se hace presente en la habitación– En estos momentos ella te necesita más que yo, no va a pasar nada –con sus dedos secan las lágrimas que se deslizan por mis mejillas.

– Voy a volver te lo prometo pero necesito estar con ella –fuerzo un poco la voz.

– Te entiendo y no tengo dudas que vas a volver, todos van a volver –sonrie y me entrega un bolso– Lo tenía listo a penas me di cuenta que ella estaba mal, asi que ve por tu hermana y cuídala –beso sus labios con dulzura y coloco mi mano libre en su abdomen.

– Te amo, los amo –sonrio. Dejo un beso en su frente y salgo con las llaves del auto en las manos para ir al aeropuerto.

(...)

Llegué en 5 horas y para mí es un alivio.
Salgo del auto corriendo, me importa bien poco si lo estacione mal o no, en mi mente solo está mi hermana. Golpeó la puerta repetidas veces hasta que una muy confundida Jess me abre la puerta mirándome atónita.

– Que haces aquí? –ignoro su pregunta y entró a la casa observando a todos en la sala pero no encuentro a la única persona que me importa en estos momentos.



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En el texto hay: mafias, badboy, badgirl

Editado: 21.12.2018

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