The perfect boy

Capitulo 6:

Esa mañana toco despertarse con el gemido agudo de alguien, levantó la vista para ver a Traicy con su pijama, dos colitas y un vaso de agua en la mano.

—Te he dicho no entres a mi cuarto sin permiso.

—Ella odia entren a su cuarto sin permiso.—Murmuró Chad con voz ronca.

Traicy río y terminó de entrar, dejó el vaso de agua y una pastilla en la mesita de luz del lado que estaba Sarahi.

—Te he traído un analgésico. Crei te doleria todo por el dia de ayer.

—Sarahi le sonrió y asintió.—De hecho si, gracias.

—Voy a preparar el desayuno, ¿Algo en especial?

Se estiró y cuando se quiso levantar Chad la hizo de nuevo hacia atrás.

—Cualquier cosa menos huevos, a Chad no le gustan.

La rubia rodó los ojos y salió de la habitación cantando Bye Bye de Nsync.

—¿Que carajos estamos haciendo?

Chad rio y saco el brazo de encima del abdomen de Sarahi y se puso boca arriba, ambos mirando al techo como si ahí estuvieran las respuestas a todas sus dudas.

—No lo se.

—Todo está pasando muy rápido.

—Wow wow.—el se levanto de golpe y la miró con pánico.—Tranquila, no estoy esperando nada Sa, estoy listo para lo que sea que quieras darme de ti.

—Entonces ¿Qué es esto?

Por segunda vez en su vida Sarahi se sentía perdida ante una situación, no sabía para dónde ir, qué decir o cómo reaccionar.

—Sarahi, tranquila. No entres en pánico, a veces las cosas no pueden ser organizadas, solo pasan.—Ella se sentó abrazándose a sí misma y Chad le agarro la cara.—No se que es esto pero sé una cosa, si esto no funciona, nada va a cambiar, seguiremos siendo amigos.

Sarahi sabía que él no podía asegurar eso pero se iba a lanzar a lo que fuera y no le iba a importar las consecuencias de eso y aunque Chad decía que había cosas que no podía organizar, definitivamente ella tenía un plan.

El domingo había sido el más raro que había tenido durante mucho tiempo, se notaba más que nunca que el calor se terminaba y lo sabía porque había estado durante todo el día abrazada a Chad mientras veían series entre besos y comida chatarra. Cuando el lunes llegó, se sintió extraña al despertar sin un enorme cuerpo a su lado, probablemente él se había ido más temprano para cambiarse y prepararse para sus clases matutinas.

Se levantó entre ansiosa y nerviosa por tener que ir y hacer como si nada hubiese pasado, precisamente porque no quería que nadie supiera sobre ella y Chad, no hasta que supiera que es lo que pasaba, si solo iban a tener sexo nadie tenía que saberlo pero si era algo más, las demostraciones cariñosas en público iban a ser inevitables.

—¿Puedo preguntarte algo?—Traicy la miró de reojo mientras conducían hacia la universidad.

—Claro, ¿Que sucede?

—¿Crees es demasiado pronto para sentirme atraída por alguien?

—Claro que no, tienes todo el derecho a volver a estar con alguien.

La rubia se veía nerviosa, como insegura, no es como si Sarahi la conociera hace mucho pero se veía como si ocultara algo.

—Otra pregunta.—Ella asintió.—¿Te molestaria que algo sucediera con Travis?

Sarahi río frenéticamente y negó divertida.

—Claro que no, ademas ya me había dado cuenta de que te gusta.—Traicy se sonrojo y freno en el estacionamiento.—Además Travis no intentaría nada contigo si supiera que va a molestarme.—Traicy frunció el ceño y asintió.

Sarahi no le presto mucha atención ya que algunos de los chicos del equipo estaban reunidos y haciendo tanto ruido como generalmente lo hacían, sin embargo eso no fue lo que llamó su atención, si no el hecho de que cuando Kenny la vio se paralizó e hizo un paso atrás negando una y otra vez.

—¿Que? ¿Qué sucede?

Los chicos aun con sonrisas se alejaron y fue todo en cámara lenta. La sonrisa de lado, el hoyuelo en la mejilla izquierda y esa forma de mirarla como si ella fuera suya. Chase Jhenssen estaba a menos de dos metros de ella.

—Hola Shani.

—Hola Chase.

Sintió la presencia de alguien tras ella y rogaba que no fuera Chad, sabía cómo le estaba afectando ver a Chase y sabía cuanto le afectaría en este momento a el, verla comportarse como cuando tenía 15 otra vez.

—¿Que haces aqui?

Miró a su lado y Cameron con solo una mirada entendió que no se sentía segura, tomó su mano y un golpe de valentía vino a ella.

—En dos semanas jugamos contra esta universidad. —Pudo ver cómo el ego de Chase se inflaba y se cruzó de brazos haciendo que el logo de su chaqueta se note más.—Juego para los Philadelphia Eagles.

—Sabes que no me gusta el futbol, asi que no se en que equipo estas. Por cierto, el es Cameron.



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En el texto hay: cliche, amor, adolecentes juveniles

Editado: 23.05.2019

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