The Project 99

Capitulo 3

Capítulo 3

Un pitido agudo atravesó mi cráneo como si me estuvieran taladrando desde dentro. Intenté mover los dedos, pero apenas reaccionaban; parecían de plástico, ajenos a mí. Un zumbido grave vibraba en mis oídos, constante, amenazante, como si estuviera atrapada bajo el agua.

Abrí los ojos a medias, todo estaba borroso, con manchas negras, luces blancas, sombras moviéndose alrededor mío y ese olor a metal caliente.

Parpadeé con fuerza, intentando fijar la vista. Algo áspero rozó mi mejilla. Una superficie fría y rugosa: el suelo. Estaba en el suelo. ¿Cuándo había caído? ¿Cuánto tiempo había pasado?

Intenté incorporarme, empujando con los codos, pero una oleada de vértigo me obligó a volver a tumbarme.

—Oh, genial... —murmuré, aunque mi voz sonó más como un susurro quebrado.

De pronto, una sombra se inclinó sobre mí. Una silueta oscura, femenina. El olor a sudor y humo me golpeó.
Era ella.
La desconocida.

Esa chica que parecía siempre al borde del pánico pero que aún así hablaba como si supiera algo que yo no.

—Por fin despiertas —dijo, con una voz tranquila que no coincidía con la tensión de su mirada—. Me estabas preocupando.

Intenté retroceder, pero mi espalda chocó contra la pared.

—¿Qué... qué me hiciste? —escupí, aunque mi garganta ardía.

Ella levantó las manos en un gesto de rendición, pero no retrocedió.

—Te desmayaste. No te golpeé. Te juro que no. Fue... otra cosa. Algo entró en el edificio. Tu cuerpo reaccionó como si te hubieras quedado sin energía de golpe. Es normal. Está pasando en todas partes.

—¿Normal? ¿Desmayarse cuando unos drones asesinos están volando edificios? —Mi voz quebró al final. No sabía si estaba gritando o llorando.

La chica se llevó una mano al cabello, despeinándolo aún más.
Tenía los ojos rojos, ojeras marcadas, y un rasguño largo en la mejilla que no recordaba haber visto antes.

—No son drones —susurró—. No exactamente.

Un golpe seco retumbó en la puerta del apartamento.

Ambas nos congelamos.

Uno.
Dos.
Tres golpes.
Pausados.
Medidos.
Como si algo del otro lado estuviera... escuchando.

La chica llevó un dedo a sus labios.

—No te muevas —susurró.

Mi corazón se estampaba contra mis costillas, tan fuerte que pensé que podía escucharse desde afuera. Sentí el sudor frío recorrerme la espalda.

Otro golpe, Esta vez más fuerte, la madera vibró, casi astillandose.

—¿Qué quieren? —pregunté en un hilo de voz.

La chica se acercó a la puerta con pasos mínimos, casi felinos. Se inclinó, sin tocarla, apenas acercando el oído.

Y entonces lo escuchamos.

Un sonido mecánico, como engranajes encajando.
Luego un ligero zumbido... ascendente.
Como si algo estuviera escaneando la puerta.

—No abras. No hables. No respires fuerte —susurró la chica, dándose la vuelta con los ojos muy abiertos—. Están buscando calor corporal.
Si mantienes la respiración unos segundos, puede que pasen de largo.

—¿"Pueden"? —repetí, horrorizada.

Pero no había tiempo para más, sin pensarlo, me tapé la boca con ambas manos y contuve el aire. El pecho empezó a quemarme al instante, la puerta tembló, algo arañó la madera, un chirrido metálico rasgó mis oídos, las luces del pasillo titilaban luego un silencio sepulcral.

Y entonces...

Un golpe ensordecedor.

La puerta se hundió hacia adentro, como si algo muy grande hubiera impactado contra ella. Pero no llegó a romperse, solo quedó deformada hacia adentro, como si un puño del tamaño de una roca hubiera intentado atravesarla.

Mi respiración explotó fuera de mi pecho. Tosí, jadeé, lágrimas brotaron sin control. No pude sostenerlo más.

La chica corrió hacia mí y me agarró del brazo.

—Tenemos que irnos. Ahora.

—¿Qué demonios era eso? —pregunté con la voz temblando.

Ella me sostuvo la mirada durante un largo segundo, como si debatiera si decirme la verdad o no.

—Lo que te está buscando —dijo finalmente— no es un dron... ni un soldado.
—Se acercó, bajando la voz aún más—. Es algo que yo traje aquí.

Mi sangre se congeló.

—¿Cómo que tú...?

No terminó la frase.

Porque esta vez, la puerta se partió en dos.

Y una figura negra, alta, imposible, cruzó el umbral.



#1579 en Ciencia ficción
#9521 en Otros
#1696 en Acción

En el texto hay: ciencia ficion, romance, accion

Editado: 04.12.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.