Capítulo 8

Capítulo 8

La luz de la luna se filtraba por los cristales rotos de la fábrica, iluminando el polvo que flotaba en el aire. El silencio del día había desaparecido y el grupo empezó a moverse con cautela, aunque todos mantenían la guardia alta. La fábrica, con sus pasillos estrechos y maquinaria oxidada, parecía menos intimidante ahora que conocíamos nuestras posiciones, pero el peligro seguía acechando en cada sombra.

Caroline se adelantó, cruzándose de brazos y observando a todos con una sonrisa firme. —Vamos a hacerlo bien esta vez —dijo con tono autoritario—. Todos debemos presentarnos, aunque ya nos conozcamos. Nunca se sabe cuándo alguien nuevo puede unirse o cuándo nos separaremos.

Liam suspiró, pero no dijo nada, mientras que Dylan y Lehe se miraron entre ellos y asintieron, aceptando la idea. Caroline se acercó a Emir, apoyándose ligeramente en un contenedor. —Tú primero, Emir. Seguro que todos quieren saber quién es el que dirige esto.

—Emir —dijo él, con voz calmada, levantando una mano en señal de saludo—. No soy líder por elección, pero parece que alguien tiene que tomar decisiones.

—Caroline —anunció la rubia, sonriendo mientras se separaba un poco de Emir y miraba al resto del grupo—. Ya me conocen, aunque hay gente que aun no–comentó mirándome fijamente–.

—Liam —dijo el chico apoyado contra un contenedor, con la voz firme—. puedo ayudar con lo que sea necesario.

—Dylan —agregó el más joven del grupo, con expresión nerviosa pero decidida—. No soy muy fuerte, pero puedo ser útil.

—Ada —dijo la chica de mirada seria, cruzando los brazos—.

—Lehe —murmuró la chica de cabello oscuro, ajustándose el pelo—.

—Esra —dije finalmente, Mirando rápidamente a la chica desconocida que me ha acompañado en tanto, esperando su respuesta—.

—Lina —dijo ella, con una sonrisa tímida, asintiendo hacia todos.

Caroline asintió satisfecha, observando cómo todos se habían presentado. —Bien —dijo—. Ahora vamos a organizarnos en grupos para cubrir la fábrica de forma eficiente.

—Dylan y Lehe irán juntos, revisando los accesos principales —propuso Emir, señalando los pasillos de la fábrica.
—Liam y Lina cubrirán otro sector, buscando salidas por si ocurre algún problema y no podamos salir por los principales —continuó, mientras Caroline asentía—.
—Esra y yo vamos por separado, cubriendo el pasillo interior largo, asegurándonos de que no haya sorpresas —dijo Emir, mirándome antes de moverse hacia adelante.

–Ada y tu, Caroline, vais preparando los lugares para dormir y los alimentos que tenemos para poder sobrevivir.

Con los grupos definidos, cada pareja se movió hacia su zona. Dylan y Lehe se adelantaron, mientras Liam y Lina revisaban cuidadosamente su área. Yo seguía a Emir por un pasillo angosto, observando cada sombra y cada contenedor oxidado.

De repente, Emir se detuvo en seco. No dije nada, confiando en que simplemente había visto algo, pero él se giró justo a tiempo para que chocara con él. Perdí el equilibrio y resbalé hacia atrás.

—¡Esra! —exclamó Emir, intentando atraparme, pero mi impulso le llevó también a él.

Antes de que pudiera reaccionar, Emir cayó encima de mí, bloqueando mi caída, y ambos terminamos en el suelo, en una posición demasiado cercana para ser casual. Su peso sobre mí, el contacto cercano y la presión de su cuerpo me dejaron sin aliento, y pude sentir cómo nuestras respiraciones se mezclaban.

—¿Estás bien? —preguntó Emir, con un tono que intentaba ser serio, pero cargado de algo que me hizo sentir consciente de cada movimiento.

—S-sí —logré responder, apartando la mirada, aunque mi corazón latía demasiado rápido—. Estoy bien.

–Bien, ahora levántate–Exclamó él mirándome con el ceño fruncido.

–Emir—Dije su nombre lentamente esperando que él entendiera lo que pasaba.

–Dime

–Te recuerdo de que estas TU encima mia asi que levantate ya—Le exprese, recalcando el "tu".

–Ah sí, perdón—Él se incorporó un poco, ayudándome a levantarme, pero la cercanía persistía. Un silencio incómodo se instaló entre nosotros, cargado de tensión, dejando mucho que pensar y sin palabras claras sobre lo que había pasado.

Mientras tanto, Dylan y Lehe avanzaban por su zona con cuidado, Liam y Lina inspeccionaron los rincones más oscuros, Caroline y Ada preparaban los lugares donde poder estar un par de días, la fábrica empezaba a sentirse un poco más como un refugio temporal que como un lugar hostil, aunque cada sombra podía esconder una amenaza.

—Vamos —dijo finalmente Emir, manteniendo un tono neutral—. Tenemos que seguir.

Asentí, intentando recomponerme mientras caminábamos lado a lado, conscientes de la tensión que había quedado entre nosotros. La fábrica estaba llena de peligros, pero este pequeño incidente había agregado un nuevo tipo de alerta: uno que ninguno estaba listo para admitir, pero que ambos sentiríamos durante todo el recorrido.

Después del recorrido volvimos a la zona principal, donde vi que todos ya estaban allí, en círculo hablando alegremente olvidando todo lo que está pasando alrededor nuestra, no se como lo hacen, no se me han quitado las imágenes de esta mañana, ha sido escalofriante.

Sentí a Emir tensarse al lado mío, vi que estaba observando fijamente los alimentos que teníamos, en ese momento se giró a donde Ada y Coraline.

–¿Es enserio?, ¿Es lo único que tenemos?—Pregunto con el ceño fruncido, le iban a salir arrugas por estar siempre con el ceño fruncido,

–Si, es lo único que nos falta—Respondió Coraline, sin importancia, parecía que no se daba cuenta de lo que estaba sucediendo, eso me estaba empezando a molestar.

–¿Cómo iremos a por más comida?, Viendo lo que está sucediendo fuera, no duraremos ni media hora vivos –aclaró Dylan como si no lo supiéramos.

–Alguno de nosotros tendrá que ir, iré yo, es mejor ir una persona así pasará desapercibido — Explicó Emir, mirándonos uno a uno, nadie se atrevía a hablar, Emir estaba cavando su propia tumba, en situaciones así creo que lo peor es estar solo.