The Rainy Days

Capítulo 5: Conde Kim.

El rubio ya había despertado horas antes, entre la oscuridad absoluta de la habitación, sólo. 
Había intentado salir pero la puerta estaba, de alguna forma, bajo llave y la ventana no era una opción para su libertad si se hallaba casi 3 pisos de altura, podría caer y morir al instante algo que de verdad no quería pasar y no podría ni siquiera intentarlo porque también estaba asegurada.

Encerrado bajo llave por más de tres horas seguidas era un infierno para el rubio quien ya estaba demasiado aburrido como para sentir deseos de temer a esa cosa que tenía colmillos, en referencia a JeonGguk.

Soltó un sonoro suspiro volviendo a ponerse de pie caminando hacia la puerta intentando abrir nuevamente fallando de nuevo.

-- No puedo estar más aquí, JiMin me matará por no regresar -- murmuró para luego sorprenderse y asustarse al mismo tiempo -- ¡JiMin! -- puso ambas manos sobre su cara al acordarse de su pequeño amigo.

No sabía nada de él y por lo que estimaba llevaba al menos un día en lo que era el castillo desde que la cosa con colmillos lo trajo.

<¿Cosa con colmillos..?>
Pensó con ironía sobre cómo nombraba al vampiro que, por si fuera poco, aun seguía sin creerle aquel cuento y sin sus gafas no lograba ver y menos sin luz en la habitación, intento encontrar un interruptor o algo pero esa cosa solo tenía antorchas apagadas en las paredes o eso creía.

Todo está en total silencio hasta que escucho a su panza gruñir en necesidad de comida, el rubio bufo con fastidio rodando los ojos, tenía hambre pero no quería ver al chico, no confiaba en él a pesar de que anteriormente en su acto por miedo lo abrazo con suma confianza pero fue culpa de su pesadilla, no tenía a JiMin cerca para que fuera consolado.

-- Tengo hambre y sed -- volvió a murmurar -- Tal vez debería conseguirme amigos porque esto de hablar solo no me llevará a ninguna parte.

Si bien el rubio era muy hablador hasta consigo mismo, volvió hacia la cama sentándose mirando a la ventana viendo que la luz del sol comenzaba a hacerse presente.

-- Sí se supone que es un vampiro ¿por qué no se quema en el sol? -- siguió murmurando teorías sobre aquellos seres -- ¿llevará un anillo para no quemarse como en la serie Diarios de Vampiros? O ¿es qué brillará como en las películas de crepúsculo?

Decir que el rubio no era fan de esas cosas seria una cruel mentira, un libros, películas y las series que veía rondaban en el tema de lobos y vampiros.

-- ¿Existirán los licántropos? Supongo que si ¿no? Bueno, se supone que el niño "soy un ser de la oscuridad" -- intento imitar la voz del vampiro fallando -- es un vampiro por lo que yo supongo...

-- Sí existen los perros, bizcochito -- una voz burlona sonó a sus espaldas haciendo que salte de sorpresa poniéndose de pie para verlo.

-- ¡Joder! -- exclamó cuando de pronto ya tenía a un chico frente suyo, pero no era el pelinegro, este tenía su cabellera rosa.

-- Woah! -- exclamó sonriendo mostrando que también traía un par de afiliados colmillos -- De verdad que eres idéntico a DaeHyung -- aquel chico de cabellera rosa le tomo de sus mejillas apretando y jalando de estas haciendo que el rubio intentará hacer muecas de dolor -- tus ojos, tú voz, tú piel, tu cabello.. eres exactamente igual a DaeHyung como lo predijo el hechicero -- soltó sus mejillas mirando con asombro al rubio quien se acariciaba sus cachetes.

<Otra vez ese nombre..>
Pensó frunciendo el ceño.

-- ¿Tienes hambre? -- preguntó viendo como el rubio negaba pero su estómago logró dar la afirmativa.

TaeHyung se sonrojo por la vergüenza, ahora el vampiro comenzó a reírse de la situación caminado hacia la puerta metiendo un carrito lleno de comida "humana"

-- Buen provecho -- dijo al ver como el rubio se acercaba con timidez al carrito sentándose en la cama acercándolo a él.

El vampiro cerró la puerta quedando en la habitación sólo los dos, el rubio tenía miedo de que aquel chico le hiciese algo como beber de su sangre, de solo pensarlo de daba escalofríos.

Si bien el vampiro no tenía pensado en hacerle daño al humano, DaeHyung en su tiempo le agrado tanto que se volvió como un hermano menor pero el parecido que este rubio con él le hacía pensar que volvió a ver de nuevo a su hermanito.

Ahora la luz del sol alumbraba la habitación logrando ver que el humano tenía unos hermosos largos rizos rubios, era delgado al menos lo natural y sus labios tenían un tenue rosa sobre ellos, el parecido era demasiado con aquel chico nombrado como DaeHyung.

-- ¿Q-Qué sucede? -- preguntó el rubio dejando de comer mirando como el vampiro lo observaba.

-- No, no es nada -- dijo dándole una sonrisa risa cálida al humano quien sin saber porque se la devolvió.

El humano volvió a seguir comiendo siendo observado por un vampiro de cabellera rosa, al terminar de comer y beber lo que pudo ser limpió con una servilleta que esta ahí mirando nuevamente al chico que lo acompañaba.

-- ¿Cuál es tu nombre? -- preguntó el rubio dejando la servilleta en el carrito.

El de cabellera color rosa hizo una saltó de sorpresa desde su lugar asustando al rubio quien de inmediato se alejó los más posible de este sobre la cama.

-- Perdonadme por mis modales, soy el conde Kim SeokJin, ¿Cuál es vuestro nombre?

Si bien el rubio tenía una tremenda duda, ¿por qué de momento se ponía a hablarle con ese acento? Daba igual el asunto, le encantaba esa forma de hablar por lo que no pudo resistirse a contestarle de la misma manera dado que se bajo de esta para hacer una leve reverencia.

-- Soy Kim TaeHyung, un honor conocedle conde, estoy a vuestros servicios -- dijo volviendo a ponerse bien de pie mirando al vampiro.

-- DaeHyung se presentó de la misma manera ante mi presencia -- murmuró para sí mismo asombrado, y no sólo eso sí no que hasta sus apellidos eran los mismos y sus nombres son tan similares -- Ha sido un placer encontrarnos de nuevo, joven Kim.




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