Relato N°3 (Viscosidad miserable)

Aquella sensación repugnante regreso, mis ánimos quedaron estupefactos al recordar aquel momento insólito, de sólo pensar en aquello mis náuseas se incrementan más de lo esperado, en mi situación actual me encuentro perdido, vagando en el limbo de las perturbadoras pesadillas sucesoras de aquello.

Aún en mi mente oigo aquellos gritos alarmantes seguidos de replicas agudas del mismo demonio que siguió su camino de muerte y confinamiento de las almas más preciadas del infierno.

Viscoso, así se sentía pasar la Palma de la mano por aquella piel descubierta, sucia, asquerosa, repugnante.

Sólo bastaba un toque para que todo terminara en dolor y sufrimiento, me tomarán por loco, puedo estar demente?, no lo creo, he descubierto un enigma tan enigmático que no debió ser descifrado.

No sé cuánto tiempo me queda antes de desaparecer de la faz de la tierra, anotó esto porque mañana podría ser mi último aliento, intentaré detallarles lo mejor que pueda aquello que tanto me atormenta.

"Hoy es un gran día para la ciencia, mi nombre es Jonay Descuirto científico y biólogo latino, en estos escritos detallare las fases y el proceso de mi experimento el cual consiste en descifrar el enigma de la baba, como leyeron la baba..."

Les detallare el experimento en una secuencia de días, les recomiendo detenerse ahora si son propensos a las náuseas, vomito o algún otro caso de repugnancia.

"Día 1:

He comenzado el experimento con la esperanza de encontrar una explicación al por qué la baba es tan viscosa y repugnante para algunos individuos, tomé un frasco y verti en él una cantidad considerable de baba, esta permaneció inmóvil por poco tiempo..."

"Día 2:

El experimento ha tomado un rumbo algo insólito, la baba a comenzando a emitir un hedor característico de un cadáver putrefacto, ahora parece estar ostenta a ser invulnerable..."

"Día 5:

Han pasado 5 días y la baba se está debilitando o eso creo, mierda espero encuentren estos escritos porque no creo poder salir de este laboratorio subterráneo..."

"Día 10:

Ya ha pasado más de una semana y la baba empezó a crecer y crecer y ¡Crecer!, me estoy volviendo loco o ya se me safo un tornillo, necesito comer, mis recursos alimenticios han sido destruidos..."

"Día 27:

Más de tres semanas, esto ya es el colmo, no he comido ni bebido nada en semanas nisiquiera he logrado dormir, me esta observando, no tengo opción..."

"Día 30: 

Lo que antes era una simple baba, ahora se convirtió en una especie de mutación deforme, sólo se arrastra dejando un viscoso y repugnante rastro, lo he encerrado en una cápsula pero en cualquier momento escapará..."

"Día 50:

Apenas tengo fuerzas para escribir este escrito, la baba, criatura o demonio, ya no sé ni lo que escribo, sigue ahí observándome con sus dos enormes cuencas rojas como la sangre, su mugrienta piel viscosa y ese simple hedor insoportable me están llevando a la locura total..."

"Día ???:

El maldito escapo, esa maldita cosa escapó, he logrado esconderme en una pequeña mesa, escribo casi con garabatos, ahora he descubierto que la baba es un ser vivo sí un ser vivo, tal vez este demente aún así ese baboso demonio no saldrá de este lugar, ha tomado mis cosas y las ha ingerido como golosinas estas se han esfumado, su composición viscosa ahora también es ácida, revele al mundo un enigma que nunca debió ser descifrado, me toca terminar lo que empecé, mi experimento no perjudicará a nadie más..."

10 años han pasado desde aquel incidente, aquel experimento infernal, después de tanto prejuicios por querer destruir mi creación esta se reveló contra mí, aunque aquel maldito demonio se llevó la mitad de mi rostro sigo vivo, y ni él ni ella lograran matar a un solo ser.

Mi familia no lo entendió, mi pobre esposa convertida en una masa de sangre y huesos, mi amado hijo con aquellas tuercas en los ojos y su brazo disuelto en ácido, ellos no lograron entender que ahora soy parte de él, me convertí en el demonio de mis pesadillas, soy todo lo que siempre odié, me transforme en una viscosidad miserable que no tendrá misericordia al alimentarse.

"Aunque creas ser miserable recuerda que al menos no has visto al diablo directo a sus ojos ardientes" —Mr.Kasp